RONAN—Quiero follarte —es lo que le digo sin pensar—. Regina Lombardi. Debo haber perdido la puta cabeza, no solo por el hecho de que ella es Italiana, la hija del capo, sino, porque no la recuerdo, por más esfuerzos que haga, no logro acordarme de ella, sin embargo, por alguna extraña razón, las palabras que me dijo en el bosque sobre su despedida a mí, me dolieron, fue como si me estuviera tajando el interior, me desgarró el hecho de pensar que ella se estaba rindiendo y que me estaba abandonando, pero de nuevo, esa idea hace que enfurezca. Mi cuerpo tiene su propia memoria, y desde que la volví a ver, él está deseoso de follarla, de hacerla mía, no es que solo piense en eso, pero es lo que es y no puedo seguir luchando en contra de lo que mi cuerpo desea, y eso es hacerla mía, follarla tan duro, que estoy seguro de que por la mañana ya la habré sacado de mi sistema, tal vez es eso lo que necesito para olvidarme de ella y hacer que desaparezca de mi vida. Mis labios se estrellan
REGINAAnoche fue nuestra última noche, suena a tragedia, pero lo es, ya no hay nada más que pueda hacer al respecto, he hecho todo lo que estaba en mis manos, no puedo quedarme más tiempo en Rusia, tengo un hijo de quien cuidar, ahora, somos Emir y yo contra el mundo, me duele que no vaya a crecer con su padre, ahora, ese será mi papel también, tendré que hacer que no sienta su ausencia y darle tanto amor posible por los dos. Puede que algún día le cuente lo sucedido y lo comprenda, puede que no le diga nada y ni siquiera pregunte, tenía tantas esperanzas de que esto fuera diferente, de que me recordara, no es así, al final, solo eran esperanzas sin sentido, sin nada, esperanzas vanas. Después de que saliéramos de la cabaña, Liam y Mía nos contaron lo que tenían planeado, la gente que entró en aquella posada, eran contratados por ellos. Todos, miembros de la Brava que le juraron lealtad a Mía, nos engañaron para que los dos quedáramos a solas, tenían las mismas esperanzas que yo de
RONANVacío. Así es como me he sentido desde que Regina Lombardi se fue, la despedida me desgarró el alma, todo el mundo dice y no deja de repetirme, que ella es el amor de mi vida, la mujer por la que yo daría la vida, lo siento en el interior, en las entrañas, hasta en los huesos, sin embargo, soy el Boss de una de las organizaciones más sangrientas y poderosas de todo el mundo, estar en la cima de la pirámide criminal, es lo que me da la pleitesía de los demás. No puedo solo correr detrás de una mujer, que además de ser italiana, es la hija del capo, y dejar de lado los planes que he estado haciendo para deshacerme de Dante y de toda su organización, los Yakuza solo tienen que rendirse ante mí. Casarme con Sakura solo es un pequeño paso para joderle la existencia a ese tipo. Bebo un trago más, el calor y el sabor amargo se atoran en mi garganta cuando dirijo mi mirada hacia la foto que me dejó Regina de Emir, su hijo, su cabello rubio es como el de su madre, sus ojos son de un g
REGINA No puedo dormir, hay algo que me lo impide, he perdido la cuenta de las veces en las que he dado vueltas en la cama, buscando una mejor posición, tratando de cerrar los ojos y dormir, pero es imposible, en cuanto lo hago, solo una persona aparece en mi oscuridad, alguien de quien ya no me atrevo a decir o pensar siquiera en su nombre. Tomé la decisión de irme, de dejar mi pasado atrás, y eso es lo que pienso hacer, anoche acepté de nuevo mi camino, me casaré con Cole y todo estará bien, o al menos eso es lo que creo, ya que en cuanto comienza a amanecer, me doy una ducha de agua caliente, voy a ver a Emir, quien sigue durmiendo profundamente. Le observo, él es todo mi mundo ahora, tengo que hacer todo lo que esté en mis manos para mantenerlo a salvo y lejos de todos los que le quieran hacer daño por ser hijo de quien es, no es algo de lo que me sienta muy orgullosa ahora mismo, pero no me quejo ahora mismo. Respiro profundo, bajo a desayunar algo, sabiendo que una mujer
REGINAMe paralizo, el mundo a mi alrededor da vueltas cuando veo al padre de mi hijo, lleno de rabia, fijando su atención en nuestras manos entrelazadas. —Ronan —susurro din poderlo evitar. Estoy tan anonadada, que no me percato de que estoy dando un paso adelante, como si mi objetivo fuera acortar el espacio entre Ronan y yo, hasta que el discreto apretón de la mano de mi ahora prometido oficial, me hace regresar a la realidad, a una de la que ya no puedo dar marcha atrás, es lo mejor. Recuerdo mis ideales, los motivos por los que Ronan y yo jamás debemos estar juntos, reuniendo todo el valor posible para alejarme de él. —¿Qué hacen aquí? —es mi padre quien rompe el silencio. Los presentes comienzan a cuchichear, más aún cuando se dan cuenta de que se trata del Boss de la mafia rusa, en territorio que se supone debe ser enemigo, así que no hago más, solo me quedo al lado de Cole, dejando de mirar al padre de mi hijo. —Pensé que dijiste que estaba invitado —Liam da un paso adel
REGINA Todo me da vueltas, no puedo creer que esto esté pasando en verdad, cuando los hombres de mi padre lo detuvieron al intentar seguirme, pensé que se habría dado por vencido y que se habría ido, bueno, estaba equivocada, al parecer no es así, y ahora, el padre de mi hijo me tiene rodeada por la cintura, bajo la oscuridad, mientras puedo sentir su erección, golpeando mi trasero. —Tienes que soltarme —le pido con voz débil—. Esto no es correcto. —No, sigue siendo un no —desliza sus manos por mis muslos, el simple tacto hace que la piel se me erice. —Ronan —tomo una larga bocanada de aire. —Regina —su aliento caliente electriza mi nuca. —No hagas esto más difícil, hablaremos por la mañana sobre Emir —intento soltarme de su agarre, pero este es de acero y me es imposible soltarme. —No hay nada que hablar, te regresarás conmigo, tú y Emir son míos, Regina, intenta decir o hacer lo contrario, y entonces me vas a conocer de verdad. —No vienes a Italia y me amenazas en mi p
REGINA Mi pecho sube y baja, el subidón de adrenalina no se compara con los pensamientos que mi cabeza me lanza una y otra vez, cuando abro los ojos, mi corazón late con demasiado frenesí, me incorporo de la cama tocando mi cuerpo, una ligera capa de sudor cubre mi piel. —Ha sido un sueño —susurro tratando de tranquilizarme. No sé si reírme o tirarme a llorar, no puedo creer que haya soñado con Ronan, con él haciéndome el amor, mucho menos, que Cole nos atrapa y nos lleva con Dante, eso supera las pesadillas que he tenido últimamente. Como puedo, me levanto, me doy una ducha, fue una noche extraña, larga y sin duda delirante. Cuando estoy por escoger mi ropa, llaman a la puerta, observo la hora, son las siete de la mañana, por lo que solo se puede tratar de una persona, la niñera de Emir, pero cuando abro, me encuentro con la sorpresa de que no es ella, sino, Ronan, el padre de mi hijo, quien ya se encuentra recién bañado, por el cabello húmedo, el olor a jabón que se mezcla co
RONAN No está, cuando salgo de su baño y no la veo, pienso que quizás está en su clóset, pero al ver que la puerta se encuentra entre abierta, y que en la cama está mi celular parpadeando con el número de Sakura y el mensaje que de que está embarazada, maldigo. Eso no es más que una mentira, porque no es verdad, jamás la he tocado, jamás hemos follado, y ahora, estoy seguro de que esto es solo una treta para que quede mal con la única mujer que amo, la madre de mi único hijo. —¡Regina! —grito tratando de encontrarla. Pero no la localizo, la busco como demonio por cada una de las habitaciones que se encuentran en el corredor, no está, bajo las escaleras haciendo de lado las miradas calculadoras de los hombres de Colton Lombardi. Hasta que me encuentro con la niñera de mi hijo, no la veo cargando a mi bebé, por lo que me paro delante de ella. —¿En dónde está mi hijo? —inquiero con impaciencia. No me gustaría que esté en manos de Cole. —La señorita Lombardi pidió estar con é