Capítulo 30

Rashad no durmió esa noche, la rabia y los remordimientos le impedían conciliar el sueño. Quería volar a su país para darle una paliza al padre de Sara por tratarla de esa manera y a sus hermanos por permitirlo. Si no hubiese sido por Omar y Fátima es probable que Sara hubiese muerto en la cárcel y Asad estuviera en un orfanato, o quizás habría muerto por falta de atención médica. También estaba furioso consigo mismo por haberla dejado, nunca imaginó que ella hubiese sufrido tanto. Su suegro siempre le pintó otro panorama, uno donde ella era una princesa consentida por él y por sus otros hijos. Que le hacía un favor en cedérsela en matrimonio porque ella era la más preciada de sus joyas.

No podía hacer nada por cambiar el sufrimiento del pasado, pero sí podía asegurarse de que nunca más Sara estuviese en una situación de indefensión, hablaría con su abogado para buscar la vía legal que asegurase su futuro.

Después de la cena, le dijo a Sara que saldría a caminar un rato, subió a su ha
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP