Kevin.

Estaba impaciente por llegar a la oficina, y por como mi primo se miraba el reloj, durante la reunión financiera con los inversores, a él le pasaba lo mismo.

No podía creer que me fuera a casar con esa pelirroja deslenguada, con un cuerpo de diosa creado para el pecado, y un carácter de víbora que podía envenenarte con sus palabras, estaba deseando ver el primer enfrentamiento que tuviera con mi madre. Por eso le había ocultado a mi madre el verdadero carácter de Miriam, quería ver si alguna sobreviviría. Y por la forma de hablarme que había tenido mi futura esposa esta mañana, era muy probable que fuera Miriam quien saliera victoriosa. Tuve que contenerme para no soltar una carcajada al recordar cómo se había puesto esa mujer que me tenía loco, al ver a Jacob y los otros dos guardaespaldas ir a su casa a recogerla.

Yo había llamado la tarde anterior al padre y la madre de Miriam para contactar una cita para pedirle la mano de Miriam y para darme a conocer, no esperaba mucho que