Emily.La verdad que llevaba dos semanas que estaba de un humor de perros, hasta mis propios pinches, y mi asistente me habían echado de la cocina del “Oh Sole Mio”, dos veces, porque, según ellos, no me aguantaban. Sabía cuál era la causa, en un principio había sido por culpa del controlador del señor Jason Graham. Me había hecho enfurecer que me estuviera espiando y controlando, me recordaba mucho a mi padre. Pero tras decirle que no volviera a contactar conmigo, el muy desgraciado, lo había hecho al pie de la letra, ni una vez me había llamado, ni unas flores de disculpa. Mis amigas estaban hartas de rechazar los gestos de arrepentimiento de sus prometidos, y yo no había recibido nada. ¿Tan poco había significado para él?, ¿o es que su extraña propuesta de matrimonio había sido todo inventado?Tenía la sensación, que aparte del deseo, a lo mejor, el gran asistente me había utilizado para saber, más de mis amigas. ¿Qué pruebas tenía yo de que le gustaba?, sólo cuando me propuso matri
Keanu. Mire mi reloj para comprobar que estaba todo apunto a su hora, ya le había mandado el mensaje con la localización del restaurante a mi prometida, ordené que se reservara todo el establecimiento, exigí que se adornara con velas, flores y globos, para una autentica cena romántica. Se realizaría en la terraza del mejor restaurante donde tenía la mejor panorámica de la Sierra. Todo tenía que salir perfecto, no podía dejar que el compromiso se retrasara más, y no era por la compañía ni por la necesidad de complacer a mi abuelo, ni siquiera por la casi agónica necesidad de tenerla en mi cama. Era llana y simplemente que Ariana, en estos meses, se había convertido en un imperioso deseo, una apremiante necesidad, mi calma y mi furia, donde mi único sueño, y misión era compartir el resto de nuestras vidas, no quiero analizar mis sentimientos, ni saber que los provoca, solo quiero dejarme llevar. Estaba en la entrada del restaurante, después de haber supervisado que todo estaba como
Kevin J.No me costó encontrar el restaurante que me había indicado mi preciosa prometida, todo gracias a mis adorados suegros. Resulta que era el restaurante favorito de Miriam. Era un restaurante japones tradicional, que estaba decorado con grandes jardines de estilo japones, con sus fuentes, paseos con bambú, bonsáis y diferentes plantas asiáticas, cascadas y estatuas de arena y piedra de estilo zen. Sus comedores eran privados, con mesas bajas de madera noble, donde tenías que comer al estilo tradicional japones, sentado en el suelo sobre cojines mullidos.Conseguí, gracias a mi suegro, cambiar la reserva que había hecho mi futura esposa, para reservar el mejor salón comedor individual, que daba aun jardín privado con paredes de papel de arroz, velas con candelabros y farolillos japoneses por todos lados, pedí que fuera de carácter exclusivo, hasta el servicio iba vestida en el kimono tradicional. La camarera japonesa que nos sirviria, era muy discreta ya que mi deseo era estar
Michael.No me costó mucho, organizar lo que sería una noche espectacular con mi prometida. Gracias a mi suegro, había descubierto cuál era el sueño, de mi novia desde niña, provocada por las veces que había visto Sexo en Nueva York.El problema era, que, para llevar a cabo, dicha fantasía, tenía problemas de escenarios. Elena siempre había querido, disfrutar de una cena a la luz de las velas en un yate de lujo, mientras surcaba una bahía iluminada, en una noche de luna llena, vamos una escena de película. Pero vivíamos en Madrid, esto dificultaba la realización de la fantasía romántica. Y el hecho que fuera de Canarias, la unía más al mar, con lo cual se sentiría muy feliz, si volvía a verlo otra vez, esto me decidió a hacer algo que la sorprendiera. Cuando lo organicé todo, le envié una nota donde ponía la hora que la iba a recoger, también le expliqué que tenía que confiar en mí, que le iba a gustar. - “¿Estás loco?, ¿Por qué iba confiar en ti, un mujeriego incurable?”- me di
Jason Graham. No podía creerlo en tan solo veinticuatro horas iba a pasar de ser un hombre soltero a uno casado, y con la única mujer que me volvía loco.Han pasado dos semanas desde que Emy se enfrentó a su padre, y decidimos dar el pasó de casarnos. Su padre había intentado maniobrar para poder hacer creer a la junta de accionista, que su hija le había cedido las acciones a él, a cambio de que el la dejara casarse con un hombre nada apropiado. Según había manifestado a sus amigos y otros accionistas. Lo que no esperaba “mi adorado suegro”, era que yo, en protección de los bienes de mi prometida, había descubierto en varias prensas económicas, que la heredera de Taylor Industries y de la familia empresarial española de Restauradores Cazorla, Emily Taylor Cazorla, iba a contraer matrimonio con el heredero de Industries Navales Graham y accionista minoritario de las internacional Powell S.L. Holding, Jason Graham, de manera que esta unión daba, por especificaciones hereditarias d
Miriam.Vi como Emy se derrumbaba en los brazos de ese hijo de puta, nos levantamos para ayudarla, pero rápidamente fuimos sujetadas por varios hombres. -” ¡Suéltenla!” - exigió Arianna.-” ¡Malditos cabrones, como la toquéis, estáis muertos!”- grito Elena, mientras intentaba soltarse de sus captores.-" No sabéis con quien os estáis, no podréis salir de aquí, nuestros escoltas os estarán esperando.”- les grité, de repente se me ocurrió una idea, no podíamos dejar que Emy se fuera sola. Recordé que nosotras teníamos un dispositivo de seguimiento en nuestros collares, debido a que, a cambio de que nos quitaran parte de nuestros escoltas, la seguridad de las empresas Powell, habían exigido que lo lleváramos en todo momento. Así que decidí, arriesgarme antes que se llevaran a Emy. -” No podréis salir, pero si os lleváis a una de nosotras con ella, seguro que nos dejaran pasar, su misión es protegernos, si nos pasa algo pueden perder su trabajo”- les dije mientras miraba a los collares
Kevin J.Cuando entramos en la villa esperábamos encontrar a nuestras prometidas atadas y maltratadas, el instinto asesino lo teníamos a flor de piel. Así para lo que no estábamos preparados era la escena que nos encontramos. Aunque a estas alturas debería estar acostumbrado a que mi mujer, me sorprendiera. Lo que vimos cuando llegamos a la zona de la piscina era increíble.Todos los guardaespaldas del padre de Emily e incluido el señor Taylor, se hallaban con las manos alzadas metidos en la piscina en la zona que hacían pie, mientras nuestras prometidas bebían mojitos en las hamacas, en vueltas en camisetas masculinas. -” ¡Hola, niño de mamá!”-, me saludo Miriam desde la hamaca como si estuviera pasando un día con sus amigas en la piscina.-” ¿Pero estas mujeres de donde han salido?”- oí que decía Keanu detrás de mí.Comprendí su incredulidad, esa mujer me hacía perder años de vida. Cuando se levantaron y caminaron hacia nosotros, sentí que me desmayaba.¿Cómo podía una camisa ma
Emily.Mientras esperaba me preparé con una ducha, la lencería, la colonia, el maquillaje, el champan y los taconazosMe imaginé que ese sería el aspecto de las mujeres que desean tener una noche de bodas especial con sus hombres, aunque para ser sincera, comenzaba a sentir un poco de miedo y nervosismo, ¿y si no estaba preparaba, y si cometía un error, y si no le gustaba sexualmente a un hombre tan experimentado como era Jason? Había muchos "y si no", y mi valor comenzó a flaquear, aunque no me dio tiempo a retírame o huir, ya la puerta se abrió de golpe y un hombre sudoroso, atractivo, vestido de esmoquin entró en la habitación, que tras colocar el cartel de "No molestar" en la puerta, la cerró con llave y me miró con deseo, sin perderse ni un solo detalle del atuendo que llevaba.-" ¿Tan pronto y huyendo, señora Graham? Eso no me deja en muy buen lugar, en mi papel de esposo." me dijo el acercándose muy despacio, mientras se iba despojando de la chaqueta y atacaba los botones de