Michael.No me costó mucho, organizar lo que sería una noche espectacular con mi prometida. Gracias a mi suegro, había descubierto cuál era el sueño, de mi novia desde niña, provocada por las veces que había visto Sexo en Nueva York.El problema era, que, para llevar a cabo, dicha fantasía, tenía problemas de escenarios. Elena siempre había querido, disfrutar de una cena a la luz de las velas en un yate de lujo, mientras surcaba una bahía iluminada, en una noche de luna llena, vamos una escena de película. Pero vivíamos en Madrid, esto dificultaba la realización de la fantasía romántica. Y el hecho que fuera de Canarias, la unía más al mar, con lo cual se sentiría muy feliz, si volvía a verlo otra vez, esto me decidió a hacer algo que la sorprendiera. Cuando lo organicé todo, le envié una nota donde ponía la hora que la iba a recoger, también le expliqué que tenía que confiar en mí, que le iba a gustar. - “¿Estás loco?, ¿Por qué iba confiar en ti, un mujeriego incurable?”- me di
Jason Graham. No podía creerlo en tan solo veinticuatro horas iba a pasar de ser un hombre soltero a uno casado, y con la única mujer que me volvía loco.Han pasado dos semanas desde que Emy se enfrentó a su padre, y decidimos dar el pasó de casarnos. Su padre había intentado maniobrar para poder hacer creer a la junta de accionista, que su hija le había cedido las acciones a él, a cambio de que el la dejara casarse con un hombre nada apropiado. Según había manifestado a sus amigos y otros accionistas. Lo que no esperaba “mi adorado suegro”, era que yo, en protección de los bienes de mi prometida, había descubierto en varias prensas económicas, que la heredera de Taylor Industries y de la familia empresarial española de Restauradores Cazorla, Emily Taylor Cazorla, iba a contraer matrimonio con el heredero de Industries Navales Graham y accionista minoritario de las internacional Powell S.L. Holding, Jason Graham, de manera que esta unión daba, por especificaciones hereditarias d
Miriam.Vi como Emy se derrumbaba en los brazos de ese hijo de puta, nos levantamos para ayudarla, pero rápidamente fuimos sujetadas por varios hombres. -” ¡Suéltenla!” - exigió Arianna.-” ¡Malditos cabrones, como la toquéis, estáis muertos!”- grito Elena, mientras intentaba soltarse de sus captores.-" No sabéis con quien os estáis, no podréis salir de aquí, nuestros escoltas os estarán esperando.”- les grité, de repente se me ocurrió una idea, no podíamos dejar que Emy se fuera sola. Recordé que nosotras teníamos un dispositivo de seguimiento en nuestros collares, debido a que, a cambio de que nos quitaran parte de nuestros escoltas, la seguridad de las empresas Powell, habían exigido que lo lleváramos en todo momento. Así que decidí, arriesgarme antes que se llevaran a Emy. -” No podréis salir, pero si os lleváis a una de nosotras con ella, seguro que nos dejaran pasar, su misión es protegernos, si nos pasa algo pueden perder su trabajo”- les dije mientras miraba a los collares
Kevin J.Cuando entramos en la villa esperábamos encontrar a nuestras prometidas atadas y maltratadas, el instinto asesino lo teníamos a flor de piel. Así para lo que no estábamos preparados era la escena que nos encontramos. Aunque a estas alturas debería estar acostumbrado a que mi mujer, me sorprendiera. Lo que vimos cuando llegamos a la zona de la piscina era increíble.Todos los guardaespaldas del padre de Emily e incluido el señor Taylor, se hallaban con las manos alzadas metidos en la piscina en la zona que hacían pie, mientras nuestras prometidas bebían mojitos en las hamacas, en vueltas en camisetas masculinas. -” ¡Hola, niño de mamá!”-, me saludo Miriam desde la hamaca como si estuviera pasando un día con sus amigas en la piscina.-” ¿Pero estas mujeres de donde han salido?”- oí que decía Keanu detrás de mí.Comprendí su incredulidad, esa mujer me hacía perder años de vida. Cuando se levantaron y caminaron hacia nosotros, sentí que me desmayaba.¿Cómo podía una camisa ma
Emily.Mientras esperaba me preparé con una ducha, la lencería, la colonia, el maquillaje, el champan y los taconazosMe imaginé que ese sería el aspecto de las mujeres que desean tener una noche de bodas especial con sus hombres, aunque para ser sincera, comenzaba a sentir un poco de miedo y nervosismo, ¿y si no estaba preparaba, y si cometía un error, y si no le gustaba sexualmente a un hombre tan experimentado como era Jason? Había muchos "y si no", y mi valor comenzó a flaquear, aunque no me dio tiempo a retírame o huir, ya la puerta se abrió de golpe y un hombre sudoroso, atractivo, vestido de esmoquin entró en la habitación, que tras colocar el cartel de "No molestar" en la puerta, la cerró con llave y me miró con deseo, sin perderse ni un solo detalle del atuendo que llevaba.-" ¿Tan pronto y huyendo, señora Graham? Eso no me deja en muy buen lugar, en mi papel de esposo." me dijo el acercándose muy despacio, mientras se iba despojando de la chaqueta y atacaba los botones de
Arianna.Abrí los ojos, sonreí, hoy era el día en que se oficiarían los compromisos, para que en un mes me casara con ese mandón de Keanu Powell, para ser sincera estaba deseándolo, cuanto antes esto terminara, Mi esposo, mis hermanos y yo podríamos comenzar a vivir nuestras vidas, sin preocuparnos que podría suceder a tanta gente que se puede ver afectada con estas bodas, además, si como decía Emy, tener sexo con el hombre que amas es tan maravilloso, bueno se puede decir, que me va encantar estar casada, pensé mientras me levantaba con una sonrisa pícara. Las semanas pasadas desde la boda de Emy y hasta este día, se había desarrollado, muy rápido, los herederos Powell, habían estado ocupados trabajando debido a que tenían que dejar todo preparado para poder cogerse dos semanas de luna de miel, cuando nos casáramos. No habíamos podido tener muchas citas, en ocasiones me aparecía por su despacho para simplemente besarlo, cosa que el me agradecía, dejándome deseando ir más allá, era un
AriannaCaminaba por el salón de eventos, con mi bandeja sobre una mano, sosteniendo las copas de champan mientras las ofrecía a los invitados, sonreía pensando, que al menos esta vez Elena nos había dado un uniforme adecuado, con unos zapatos cómodos, no como el evento anterior que habíamos hecho trabajo de azafatas, esa minifalda pantalón, y ese top ajustado que revelaba más que cubría, daba la sensación que lo que ofertábamos era nuestro cuerpo en vez de los servicios del gimnasio, y como colofón nos había subido a unos tacones, que eran armas de tortura para mujeres, en especial a alguien tan alto como yo, y tan poco experta en usar esos objetos castigadores de mujeres. Mire a Mirian, sonriendo a los invitados mientras ofrecía canapés en esas bandejas tan relucientes. Todo iba viento en popa, Elena estaría contenta por conseguir este evento de presentación, para inversores. Cristian corps, contrato a mi Amiga, porque yo se los recomendé. Es una pequeña empresa de informática. Ho
Arianna.Llegamos al aparcamiento, faltándonos el aliento, nos subimos al coche de Elena justo a tiempo de ver salir a varios hombres de negro, acompañados por los tres "pretendientes a esposos" que nos habían salido.-" No se tu Elena, pero ni de coña me dejo atrapar por esos dementes"- le dije recuperando el aliento, al sentarme y ponerme el cinturón en el asiento del copiloto.-" ¡Estos ricos están como cabras! Me da pena el señor Powell, ¿crees que se dio un golpe en la cabeza cuando se cayó en la terraza? "- pregunto Mirian desde atrás, mientras Elena salía rápido del aparcamiento, esquivando a nuestros perseguidores. -" No lo sé, lo único que sé, es que ni de coña me caso con nadie que yo no haya elegido, y menos participar en el juego macabro que a estos americanos les gusta hacer cuando se aburren."- aseguro Elena.Cuando llegué a casa, decidí olvidarme, de nuestra surrealista aventura de esta noche. Bastantes problemas tenían yo ahora para seguir pensando, en las formas macab