Miriam.Como todos los días desde que tomamos la decisión de bloquearlos, me sonó por infinitésima vez el móvil, sabía quién era tan insistente, pero decidí, como todas las veces que me había llamado, no contestarle. Como la infinidad de flores, bombones, dulces y golosinas que habían sido enviadas diariamente a mi nuevo puesto de trabajo en una empresa de gestión inmobiliaria, donde yo ejercía el puesto de secretaria temporal del jefe del departamento de ventas. Los primeros regalos fueron devueltos, pero ante la orden del contratador del servicio, mi queridísimo prometido, de no devolver nada de lo que me era enviado, y ante cualquier rechazo de mi parte, se entregaba a cualquier departamento de mi empresa, con la indicación de que mi prometido se lo enviaba para que me cuidasen. Ahora mismo, toda la empresa parecía una tienda de regalos, lleno de flores frescas cada día, en cada mesa de despacho, excepto en la mía. Los office estaban a rebosar de dulces, golosinas y chocolatinas.
Elena.-” Señorita Corzo, ha vuelto a suceder. ¿Hacemos lo de siempre?”- me dijo la secretaria que había contratado para la recepción de los clientes que llegaban a la empresa.Sonreí y me pregunté-” ¿Qué sería lo que el playboy había preparado?”- Hacía dos semanas del ultimátum.Desde ese día y cada día, se presentaba en la empresa o en cualquier sitio donde yo estuviera, con demostraciones de lo más vario pintas de arrepentimiento. Era muy creativo, hasta pensé en contratarlo como experto exterior, por las ideas tan originales que tenía. Entre las demostraciones podemos citar las más destacadas, que iban desde la inundación de la recepción de mi empresa, con catarata de rosas rojas y azules, donde sólo había un pasillo descubierto para llegar al mostrador de la recepcionista, pasando por aviones con pancartas soltando paletas de papel de arroz, para proteger el medio ambiente, donde en cada papeleta detallaba cada una de las razones por las que podría perdonarlo, aunque los princip
Arianna.No sé qué ha hecho Keanu, con mis hermanos, pero me los ha transformado. Desde hace dos semanas, y tras varios fracasos de disculpa por parte de mi egocéntrico prometido, cambió la estrategia para acercarse a mí. Se centró en mejorar la relación con mis hermanos. Todos los días los llamaba para saber de ellos, y de paso de mí. También, casi todas las tardes los recogía del colegio, y del instituto, y los invitaba a merendar. Carlos, estaba encantado, con el nuevo móvil que le había regalado su cuñado. Y Guille imitaba todo lo que su querido Keanu hacía. La verdad me estaba hartando. Por un lado, de que tuviera tan buena relación con mis hermanos, pues parecía que los había abducido, y por otro, quería que me prestará más atención a mí, e intentará mejorar nuestra relación. Además, si intentaba cortar por lo sano la relación, eran mis hermanos quienes me indicaban, de forma muy directa, que era yo la que estaba enfadada con mi prometido, que era muy poco maduro, que llevara
Emily.La verdad que llevaba dos semanas que estaba de un humor de perros, hasta mis propios pinches, y mi asistente me habían echado de la cocina del “Oh Sole Mio”, dos veces, porque, según ellos, no me aguantaban. Sabía cuál era la causa, en un principio había sido por culpa del controlador del señor Jason Graham. Me había hecho enfurecer que me estuviera espiando y controlando, me recordaba mucho a mi padre. Pero tras decirle que no volviera a contactar conmigo, el muy desgraciado, lo había hecho al pie de la letra, ni una vez me había llamado, ni unas flores de disculpa. Mis amigas estaban hartas de rechazar los gestos de arrepentimiento de sus prometidos, y yo no había recibido nada. ¿Tan poco había significado para él?, ¿o es que su extraña propuesta de matrimonio había sido todo inventado?Tenía la sensación, que aparte del deseo, a lo mejor, el gran asistente me había utilizado para saber, más de mis amigas. ¿Qué pruebas tenía yo de que le gustaba?, sólo cuando me propuso matri
Keanu. Mire mi reloj para comprobar que estaba todo apunto a su hora, ya le había mandado el mensaje con la localización del restaurante a mi prometida, ordené que se reservara todo el establecimiento, exigí que se adornara con velas, flores y globos, para una autentica cena romántica. Se realizaría en la terraza del mejor restaurante donde tenía la mejor panorámica de la Sierra. Todo tenía que salir perfecto, no podía dejar que el compromiso se retrasara más, y no era por la compañía ni por la necesidad de complacer a mi abuelo, ni siquiera por la casi agónica necesidad de tenerla en mi cama. Era llana y simplemente que Ariana, en estos meses, se había convertido en un imperioso deseo, una apremiante necesidad, mi calma y mi furia, donde mi único sueño, y misión era compartir el resto de nuestras vidas, no quiero analizar mis sentimientos, ni saber que los provoca, solo quiero dejarme llevar. Estaba en la entrada del restaurante, después de haber supervisado que todo estaba como
Kevin J.No me costó encontrar el restaurante que me había indicado mi preciosa prometida, todo gracias a mis adorados suegros. Resulta que era el restaurante favorito de Miriam. Era un restaurante japones tradicional, que estaba decorado con grandes jardines de estilo japones, con sus fuentes, paseos con bambú, bonsáis y diferentes plantas asiáticas, cascadas y estatuas de arena y piedra de estilo zen. Sus comedores eran privados, con mesas bajas de madera noble, donde tenías que comer al estilo tradicional japones, sentado en el suelo sobre cojines mullidos.Conseguí, gracias a mi suegro, cambiar la reserva que había hecho mi futura esposa, para reservar el mejor salón comedor individual, que daba aun jardín privado con paredes de papel de arroz, velas con candelabros y farolillos japoneses por todos lados, pedí que fuera de carácter exclusivo, hasta el servicio iba vestida en el kimono tradicional. La camarera japonesa que nos sirviria, era muy discreta ya que mi deseo era estar
Michael.No me costó mucho, organizar lo que sería una noche espectacular con mi prometida. Gracias a mi suegro, había descubierto cuál era el sueño, de mi novia desde niña, provocada por las veces que había visto Sexo en Nueva York.El problema era, que, para llevar a cabo, dicha fantasía, tenía problemas de escenarios. Elena siempre había querido, disfrutar de una cena a la luz de las velas en un yate de lujo, mientras surcaba una bahía iluminada, en una noche de luna llena, vamos una escena de película. Pero vivíamos en Madrid, esto dificultaba la realización de la fantasía romántica. Y el hecho que fuera de Canarias, la unía más al mar, con lo cual se sentiría muy feliz, si volvía a verlo otra vez, esto me decidió a hacer algo que la sorprendiera. Cuando lo organicé todo, le envié una nota donde ponía la hora que la iba a recoger, también le expliqué que tenía que confiar en mí, que le iba a gustar. - “¿Estás loco?, ¿Por qué iba confiar en ti, un mujeriego incurable?”- me di
Jason Graham. No podía creerlo en tan solo veinticuatro horas iba a pasar de ser un hombre soltero a uno casado, y con la única mujer que me volvía loco.Han pasado dos semanas desde que Emy se enfrentó a su padre, y decidimos dar el pasó de casarnos. Su padre había intentado maniobrar para poder hacer creer a la junta de accionista, que su hija le había cedido las acciones a él, a cambio de que el la dejara casarse con un hombre nada apropiado. Según había manifestado a sus amigos y otros accionistas. Lo que no esperaba “mi adorado suegro”, era que yo, en protección de los bienes de mi prometida, había descubierto en varias prensas económicas, que la heredera de Taylor Industries y de la familia empresarial española de Restauradores Cazorla, Emily Taylor Cazorla, iba a contraer matrimonio con el heredero de Industries Navales Graham y accionista minoritario de las internacional Powell S.L. Holding, Jason Graham, de manera que esta unión daba, por especificaciones hereditarias d