Jason.

La vi cerrar la puerta, y quise ir a tirarla abajo, para cogerla en mis brazos, arrancarle la ropa y hacerle el amor en el suelo, le haría suplicarme que la poseyera, mientras la volvía loca de deseo. Pero esto tendría que esperar ya había desatendido mis obligaciones, gracias a las prometidas de los herederos Powell, y la arpía que se había escondido tras una puerta.

Ya sea pronto o tarde le haría pagar haciéndola mía, de todas las formas posible que se me ocurrieran.

Mire hacia la mesa de donde se encontraban los responsables de esta reunión tan interesante. Por las expresiones que observaba en Keanu estaba entre enfadado, excitado e incómodo, por no controlar la situación. Pero algo paso que la conversación termino, y algo de su orgullo había recuperado mi jefe. Las peligrosas e inteligentes prometidas de los herederos Powell salieron del restaurante, con la misma expresión que había tenido una bruja morena que con solo pensar en ella notaba como una incómoda erección contro