★ Aria. Estar rodeada de hombres lobos podría resultar aterrador para algunos, pero para mí era una experiencia fascinante. La idea de pertenecer a un lugar tan alucinante y lleno de magia me parecía increíblemente tentadora. Observaba a los lobos moverse con una gracia imponente y una fuerza latente, mientras sus ojos, resplandecientes con una inteligencia antigua y misteriosa, me miraban con intensidad. Podía sentir la energía vibrante en el aire. —¿Mi diosa se siente bien? —preguntó una de las madres de los cachorros con los que jugaba, al notar que de repente me había mareado. Sus ojos dorados, cálidos y llenos de genuina preocupación, se fijaron en mí. —Sí, pero no me llames diosa, mi nombre es Aria —respondí con una sonrisa suave, intentando calmar su inquietud. Ella asintió, y sus labios se curvaron en una sonrisa tranquila, aunque aún había un rastro de preocupación en su mirada. —Sí, señora Aria. Sonreí ante la formalidad, mientras un pensamiento fugaz cruzaba mi mente:
Él observó mi reacción por un momento antes de hablar nuevamente. —Bueno, solo venía a decirte que he matado a Luna y destruido la tribu de cazadores. No volverán a molestarlos —hizo una pausa, su expresión era impenetrable en ese momento—. Y bueno... —¿Qué vas a hacer tú ahora? —pregunté, todavía intentando asimilar la noticia de mi embarazo mientras me centraba en sus palabras. —Restauraré el aquelarre de nuestros padres y rescataré a los brujos que viven en cautiverio —respondió con firmeza. Sus ojos brillaban con una intensidad inextinguible, como si una llama ardiera en su interior, alimentada por su misión. —¿Quieres que te ayude? —ofrecí con un toque de esperanza en mi voz, deseando ser parte de su causa—. Creo que podría hacerlo con mi poder... —No —dijo suavemente, negando con la cabeza—, prefiero tomarme mi tiempo. Además, eso me ayudará a distraerme mientras Emily crece... la extraño. Es irónico echar de menos nuestras discusiones, y cuánto me hacía enojar —añadió con
Caminamos juntos, nuestros pasos eran sincronizados, hasta detenernos cerca de Damien, quien nos observaba con una mirada intensa que parecía leer cada uno de nuestros pensamientos. Arthur inclinó su cabeza hacia mí y susurró en mi oído, su voz era una mezcla de seriedad y broma. —Si quieres que lo mate, aún lo puedo hacer —dijo, y sentí una oleada de ternura invadiéndome. —Lo amo —respondí con firmeza, mi corazón palpitaba con fuerza mientras miraba a Damien, sintiendo que todo lo que deseaba estaba justo frente a mí. Arthur me acarició la mejilla con una suavidad que solo él sabía tener, sus dedos rozaban mi piel como una pluma que cae suavemente. Luego, con un gesto lleno de cariño, me dio un beso en la frente. —Te amo, mi pequeña hermana —murmuró antes de dirigir su mirada a Damien, su tono se endureció, pero no dejó de ser protector—. Maldito pulgoso, si la haces sufrir te mataré, pero si ella sangra, te haré sangrar el doble. Más te vale no hacerla llorar ni una sola vez por
Sin embargo, la paz que habíamos encontrado fue duro poco. Días después, la tranquilidad se vio interrumpida por un ataque inesperado. La noticia de que yo era la diosa había atraído tanto a alfas veneradores como a enemigos decididos a mi final. Una niebla densa cubría el terreno alrededor de la mansión. Los gritos de alarma comenzaron a resonar, llenando el aire con un sentido de urgencia. Damien y la manada se prepararon para la batalla con una determinación feroz. —¡Defiéndanla con sus vidas! —ordenó Damien, su voz era un trueno de firmeza y su mirada, llena de intensidad Los atacantes eran una banda de lobos oscuros, con intenciones crueles y despiadadas. Se lanzaron al ataque con una ferocidad implacable. La batalla fue brutal; los gruñidos y aullidos se mezclaban en un caos ensordecedor. El suelo temblaba bajo los pasos pesados de los combatientes, y las garras afiladas chocaban con una violencia inquietante. Damien se movía con agilidad y destreza, luchando con una
"Esta es mi primera incursión en el mundo de los hombres lobo, y he decidido hacerlo a mi manera: con un toque oscuro y psicótico propio del dark romance. La novela explora lo más profundo de la depravación y el deseo, fusionando elementos que suelen dominar mi escritura. Prepárense para un viaje intenso y perturbador, y lean bajo su propio riesgo, adentrándose en un relato lleno de intriga y pasiones oscuras."Comencemos...----------------La luna llena iluminaba el vasto bosque que rodeaba la mansión Volkov con una intensidad mágica y eterna. El cielo nocturno estaba despejado, y la luz plateada de la luna se reflejaba en las copas de los árboles. En lo profundo del bosque, la mansión, una estructura majestuosa construida con piedra y madera, se alzaba orgullosa entre la vegetación, su arquitectura imponente y sus ventanales grandes reflejando el resplandor lunar.Desde su oficina en el ala oeste de la mansión, Damien Volkov observaba el panorama con una mezcla de orgullo y respons
★ Aria WalkerMi nombre es Aria Walker. Con 22 años, me considero una friki y una nerd en el sentido más puro de la palabra. Mis dos amigas más cercanas son Vanessa y Gloria, son la antítesis completa de lo que yo soy. Mientras ellas son la imagen de la perfección social y la elegancia, yo me encuentro en el extremo opuesto del espectro. Vanessa y Gloria son hermosas, elegantes y siempre están a la moda, con sus cabellos rubios y su estilo sofisticado. Yo, en cambio, soy una estudiante de maestría con una beca, huérfana desde hace poco y que fue expulsada del orfanato al cumplir la mayoría de edad. Mi vida, en comparación con la suya, parece una serie de ironías crueles.—Ari, ven aquí —dijo Gloria con una sonrisa amplia, su entusiasmo era contagioso aunque intentara mantener una apariencia calmada—. Este es el momento perfecto para socializar y salir de tu caparazón de tortuga. ¿Qué dices?Vanessa, con su típica sonrisa deslumbrante, me tomó de la mano y me arrastró hacia una de las
★ Damien Volkov.Las conversaciones a mi alrededor eran interminablemente tediosas. Era una burla que un lobo alfa, uno de los hombres más ricos y poderosos de la ciudad, estuviera atrapado en medio de una multitud de individuos insignificantes. Estos seres creían que lamer las botas de los poderosos les ganaría prestigio y poder.¿Qué estupidez tan grande? Lo único que deseaba era que esta celebración se acabara de una vez por todas.Mientras escuchaba a uno de esos aduladores, un humano cualquiera que suplicaba un favor de mi parte, una fragancia inesperada llegó a mis narices. Era un aroma exquisito, sutil pero inconfundible, que se extendía por toda la mansión. Me hizo girar la vista hacia una de las mesas, donde una mujer estaba sentada. Llevaba un vestido azul que resaltaba su figura, pero lo que más llamó mi atención fueron unos tenis deportivos en lugar de los tacones que uno esperaría en una gala como esta.—¿Qué demonios hace una mujer en tenis en mi evento de gala? —murmuré
★ AriaNo recordaba la mayoría de las cosas que hice la noche anterior. Mi mente estaba nublada por el alcohol y la confusión, y el dolor que sentía en la cabeza era tan intenso que deseaba poder desvanecerme en la oscuridad.Al abrir los ojos, me encontré en una cama ajena, y la figura del hombre a mi lado parecía una silueta borrosa en medio de la oscuridad. La cabeza me daba vueltas y el ardor en mi hombro me hacía sentir que había sido herida, pero no podía entender por qué no había marcas visibles.Me incorporé lentamente, tratando de no hacer ruido para no despertar al hombre que yacía a mi lado. El susurro de la tela y el roce de mis movimientos parecían ensordecedores en la tranquilidad del lugar. Sentía un dolor punzante en el hombro, una sensación que no podía relacionar con algo específico. La mordida que había sentido antes no dejaba de atormentarme, una sensación animal y salvaje, casi como el mordisco de Tobirama. Mi mente trataba de reconstruir la noche, pero los recuer