La noche estaba en su apogeo unido a la vez con una lluvia incesante, tanto que las calles estaban casi inundadas de agua por varias partes; mientras una mujer pasaba por el área de la acera con dolores de parto, buscando llegar al hospital más cercano de su estado, sus gemidos de dolor eran incesantes tocando su barriga a la vez, alzo su vista al cielo nocturno las gotas de lluvia la tenían mojada, su semblante era de profundo dolor a causa de un desengaño por encontrar a su prometido con otra mujer en su mismo apartamento, donde ambos vivían y eran felices solo que nunca vio más allá de la grieta, que se estaba formando entre los dos.
Por lo que al tener esa noticia, salió rápido del lugar humilde en que vivían, sin contar que al salir al exterior se conseguiría una inclemencia feroz que no mermaba, estuvo durante dos horas llorando en un parque cercano, estaba desierto por el mismo clima; aunque trataba de olvidar su situación no espero que su estado se precipitará a entrar en labor, no tuvo más remedio que salir de allí.
Conforme caminaba, para buscar un transporte se dio cuenta que la calle estaba desierta, muy poco autos pasaban o merodeaban esa zona, negó por lo bajo su situación al vivir en un país crítico como lo es Venezuela amaba sus raíces viviendo en el estado Carabobo; pero en ese momento esperaba alguien pudiera auxiliarla y con el paso que daba o le permitían sus piernas, logro ver del lado contrario a ella; un kiosco de comida rápida tan nativos de la ciudad, eso la lleno de alegría que no dudó en gritar por ayuda.
—¡Por favor ayúdenme! — Grito, lo más que pudo antes de sentir las piernas flaquear por lo mucho que camino.
En el instante sus gritos fueron oídos por tres personas, que estaban en ese lugar un hombre y dos mujeres salieron a su encuentro para auxiliarla, dejando a la más joven en el local para vigilarlo. Seguidamente la mujer embarazada, había caído de rodillas tocando su vientre con total protección, para no lastimarse, luego el hombre con aspecto mayor y alto la tomo del brazo y la hizo levantar con cuidado hasta ponerla de pie, solo que en este caso la mantuvo en sus brazos calmándola, a su lado una señora con aspecto adulto y cabello negro se apresuró a verla e inspeccionar su cuerpo; dándose cuenta que está embarazada eso la puso en alerta inmediatamente mirando a su esposo que la tenía en sus brazos.
—Cariño ¡Está embarazada!, debemos llevarla al hospital, por como frunce sus facciones es seguro que este en labor de parto. — Informo la pelinegra, dejando al caballero atónito de la situación.
—Vamos a llevarla rápido. — fue todo lo que dijo su esposo.
Por lo cual emprendieron la marcha, hacia la clínica más cercana; donde la pudieron atender de inmediato, se quedaron el tiempo que pudieron, pero el señor se retiró quedándose la señora a saber de ella, dentro de su corazón no podía dejarla sola y menos sin saber a ¿Quién llamar? Ya que no llevaba nada que la pudiera identificar, así que espero en la sala de espera por una respuesta del médico que la estuviera atendiendo.
Solo se concentró en unir sus manos y orar a Dios, para que todo salga bien, tanto ella como su bebé, cerró sus ojos importándole poco el tiempo que trascurría.
Un año después…
El sol de primavera está perfecto, para salir a la playa; eso noto en muchas personas estar con ropa corta y holgada; mientras ella veía por la ventanilla del taxi que la llevaría a un destino que nunca imagino pisar. De pronto, giro su rostro a la derecha para ver en una canasta grande a sus dos bebés unas preciosas niñas que salieron de su vientre, sus ojos no pueden creer la hermosura que le toco; enseguida una bebé esta despierta, mientras la otra solo duerme con gran felicidad, cada una con ojos tan vibrantes siendo de color verdes como los de su ex trago un poco meditando la situación inicial, que con sumo dolor tendrá que vivir.
Apenas puede creer que paso un año y sus bebes están a punto de cumplir el año, faltan solo dos meses mira al chofer rápidamente que la deja en el lugar que solicito; vuelve a respirar con más fuerza llenándose de valor, abre la puerta y sale para después sacar la canasta que pesa un poco; pero es soportable y se encamina unos cuantos pasos, hasta llegar a una casa grande mira a través de la reja que no hay nadie, solo toca el timbre el interfono le dice unas palabras que ella responde, para dejarla pasar al ser abierta la reja de forma sistematizada, subió unos escalones grandes de marfil y llego a la enorme puerta doble el lugar era simple sin tantos colores, pero bien cuidado miro a sus bebes que estaban atentas, a todo lo que su Madre hacía, toco la cabecita de la criatura que antes dormía tocando su leve cabello rojizo que le estaba creciendo, ambas lo tenían y eso que ella tiene su cabello negro; pero nunca pensó que las raíces de sus abuelos resurgiera sobre sus hijas.
En el instante que espero, una señora mayor con un uniforme en color mostaza como de enfermera la recibió la observo de arriba hacia abajo, luego la dejo pasar junto con sus niñas, dieron un intercambio de palabras hasta que fue llevada por un amplio pasillo de cerámica en color blanco y las paredes de los alrededores, era de color ocre bien uniforme, todo eso pudo detallar durante su recorrido al lugar que debía llegar; solo que al lograr estar en la puerta blanca sus nervios crecieron más viendo a sus retoños que cargaba en su canasta, sus labios no pudieron seguir callados deteniéndose un momento, antes de que fuera tocaba la puerta.
—Perdónenme mis pequeñas… pero mamá no puede estar con ustedes. — susurro solo para ella; donde sus hijas una se quedó mirándola fijamente y la otra comenzó a llorar llamando la atención de algunas personas que pasaban en ese momento.
—Señora… debe entrar, ya no hay tiempo. — fue todo lo que dijo la mujer mayor que la miro con nostalgia ante su dolor.
Le tomo al menos tres minutos, que le sirvieron para recobrar el valor de continuar no sin antes calmar a una de sus niñas que al darle su chupón la calmo por el momento. En otras palabras ingreso a la puerta, allí dentro fue recibida por una mujer de color con abundante cabello sentada en su oficina, apenas la vio la invito a sentar, así lo hizo colocando a sus bebés cerca de ella en una silla aparte que era grande, luego de tener todo en orden miro a la mujer que con un carácter de hierro solo comenzó hablar con ella y de todo lo que su vida iba a cambiar.
Fue una charla completa, que al final solo miro a sus bebés tocando el rostro de cada una con total dolor, que sus lágrimas salieron a flote diciendo en silencio cuanto las amaba esperando en Dios su futuro fuese distinto al de su progenitora o eso creyó al ver como la asistente de ella se las llevo junto a su pañalera, voltio su mirada al frente apretando ambas manos en su vestido veraniego; que usaba desde ese día todo cambio marcando un hoyo profundo en su corazón para toda la vida…
Veinticinco años después. El sonido de unos tacones resuena en un pequeño edificio, con cada paso que da las miradas de cada una de las personas que viven en ese lugar tan apartado de la ciudad del sur de Londres, se quedan observando, como una mujer de estatura media, delgada con piel de porcelana y cabello ondulado de color rojo; pasa para llegar a la salida usando un atuendo de una falda color rojo muy provocativa, unido a una camisa blanca con botones de manga corta junto a una chaqueta del mismo color, para finalizar con unos tacones de aguja en negro, lleva consigo unos lentes de sol, que la hacen pasar desapercibida para los ojos curiosos, aunque el que la conoce sabría, que esa mujer no tiene una libra partida por la mitad y millones de deudas a su favor, que debe solucionar o se verá en serios problemas. Sin mirar a nadie en
(…) Unas horas después, estaba limpiando el área de los graneros porque las gallinas ensucian mucho su casita, que su Padre hizo hace tiempo para mantenerlas en un solo lugar; por ende no habría suciedad por todas partes, luego saco la basura dejándola en sacos que eran vaciados después de llenar los recipientes de comida para cada animal, fue a ver a su vaca que estaba echada durmiendo con total tranquilidad; es posible que en el siguiente mes, dé a luz su criatura está feliz por ese hecho uno de su vecinos amigos de su Padre preparo a su toro para aparearse con la vaca de ellos, teniendo como acuerdo que le den leche por dos años, conociendo a su progenitor lo haría con gusto, curvo una sonrisa antes de sentir el sonido de un caballo ir a su dirección. Enseguida Alba salió del establo, viendo desde tres metros a su a
Les tomo alrededor de una hora llegar a las montañas, que están detrás del campo de sus familias, Alba miro a su amiga algo inquieta; mientras galopaba a su jinete de color caramelo, quiso decirle algo pero se detuvo de hacerlo y solo espero llegar al gran árbol que pudieron conocer gracias a los Padres de ella, que una vez invitaron a la familia Ward a un almuerzo; fuera de casa ella tenía solo cinco años y Olivia seis se llevaban un año de diferencia, pero eso no las detuvo en ser mejores amigas, sonrió de lado recordando ese momento.— Ya llegamos Alba. — comento, por lo que miro a su alrededor y estaba en lo cierto. Bajaron de los cabellos y con pasos suaves, pero tranquilos llegaron al gran árbol, con hojas en color azul celeste era extraño en su clase; pero el
Después de ese accidente, todos volvieron a lo suyo y un mesero recogió los pedazos que había esparcido la copa al caer, la chica solo se retiró de ese lugar; para ir a su mesa una que su propio amigo la ayudó para estar en ese evento sin ser invitada; cuando pudo llegar a la mesa junto con personas mayores hizo una mueca al verse acompañada de esa gente, pero tenía que tolerar la situación. Para cuando estuvo sentada, tuvo una copa nueva en sus manos de ese espléndido licor que tanto le fascina Vodka semi seco, con aceitunas integradas para poder degustarlo mejor, se sintió relajada al beber; pero una voz masculina la hizo voltear a ver a la persona que estaba llamando su atención, frunció el ceño al saber que era otro tipo y no uno de sus objetivos. El mismo hombre le tocó el hombro
Los días pasaron y con ello el avance de Alba en su plan por estar cerca de los Magnates, en este caso lo obtuvo con Izan que después de dos semana se comunicó con ella, para invitarla a salir; eso no lo espero Vega, pero su amigo Hugo estaba contento con el avance de las cosas, ya pronto vería dinero en los bolsillos de ambos, porque cada día que ella llegaba a su casa, le recordaba que gracias a él todo se está dando; algo que odiaba admitir la pelirroja. Por lo que hoy Alba; estaba vestida para un almuerzo con Izan que la iba a buscar, al parque que ella le pedía desde siempre recogerla, no quería llamar la atención o menos llevarlo a su departamento que era una pocilga y más; para un hombre como él que lo tiene todo; así que respiró hondo sentada en la banca de ese parque muy conocido de la capital, miro a muchas personas ir y
El sol y la luna estuvieron presentes, hasta pasar un mes para ser exactos, siendo junio la apertura para la Weaving Industry Price; todo su personal llegó a tiempo en cada jornada el edificio es de forma recta con vidrios ahumados como reciclables, a petición del dueño mayor que siempre quiso, que todo fuera al cuidado del ambiente, los departamentos eran diez cada uno ejercía su trabajo, porque cada área tenía un gerente a cargo de sus subordinados; la parte directiva es en la parte alta, junto a su subdirector general que es Darío Price, el cuál está sentado en la oficial principal, organizando los papeles que tenía en su oficina, solo por un mes más; no podía creer que habían pasado el tiempo y que había sobrevivido a gran responsabilidad. Por su parte pudo dar órdenes a su asistente; una señora mayo
La mirada de la castaña se amplio, cuando le hicieron esa invitación en el momento negó al mirar de reojo a sus compañeras, que estaban cerca de ella, conversando como también pendiente de lo que diría, así que trago en seco al ver a la señora mayor de seguro unos cuarenta años.— Lo siento… pero todavía tengo trabajo y salgo dentro de quince minutos a comer. — respondió, pero Denisse sonrió de lado conociendo de antemano su respuesta.— Ya veo… pero vendrás igualmente, hay cambios de planes en tu almuerzo. — indico y pudo oír susurros, detrás de ella que lo que hizo fue girar para verlas con una mirada decisiva. Cuando Olivia vio lo que pretendía hacer la se&ntil
Otras semanas pasaron, dejando que otro mes culmine, la vida de Vega está en su mejor momento está sentada en el apartamento de su mejor amigo brindando por su éxito, ambos sonríen sin parar hasta que Hugo opta por cesar la risa y mirarla fijamente para hacerle la siguiente pregunta.— Bien querida Vega, ¿Cuéntame tu siguiente pasó? — pregunto y la pelirroja elevó una ceja tomando más de su bebida.— Que pregunta es esa Hugo, sabes bien el siguiente paso, la idea es tener cita con Izan y después de una noche lo tengo en la palma de mi mano, pero debo hacerlo sufrir marcando mi distancia, para así proceder a obtener a Darío, eso ya lo sabes. — objetó lo obvio, haciendo que el moreno ruede los ojos.— Hummmn… esper