—Te escucho. —pidió saber, antes de recibir el postre que le entregaron a cada uno, ninguno comió, hasta terminar la conversación aún con la multitud de gente a su alrededor ajenos a su conversación.—Yo fui quien envió dinero, para que la granja de tus padres no la perdieran, incluso el sr. Ward está trabajando con la asociación de ganaderos de la provincia de Hackney es un empleo que le garantiza estabilidad y seguridad a cada hombre que tiene granjas por igual. —expuso la verdad; notando la molestia en la pelirroja.— ¿Por qué lo hiciste? no tenías derecho Darío, jamás te pedí nada, yo misma estoy ayudándolos no quiero el dinero de nadie, y menos de ustedes dos. —enfatizo con enfado, pero el entrecejo del castaño fue notorio.— ¿De qué hablas? Acaso Izan, también te está ofreciendo dinero. —añadió algo irritado, tomando el sorbo que le quedaba de su copa. Las manos de Alba fueron a su rostro negando una y otra vez, no quería llegar a esa situación, o peor tener un enfrentamiento
—Entiendo… pues perdóname hermosa, por hacer algo, sin tu consentimiento; pero ya el plazo estaba llegando y estabas cautiva con Izan fue lo único que pude hacer, antes de que perdieran la granja en su totalidad. —informo los detalles y ella curvar una sonrisa por primera vez en la noche.—Estas perdonado y no por lo que hicisteis, sino porque mi corazón también siente lo mismo que tú. —soltó al fin, dejando en silencio al castaño, que no paraba de verla.— ¡Espera! Repítelo. —agrego, al acercarse a una nula distancia de ella.—Me gustas Darío Price. —contesto antes de que él le robara un beso. Un beso que dejo volar los espacios de cada corazón, para hacerlos más fuertes tanto que las manos de él fueron hacia su cintura para atraerla con mayor facilidad a su cuerpo, ella coloco sus brazos alrededor del cuello del castaño y tocándolo a la vez; lo que inicio con un beso suave, termino por convertirse en uno salvaje como demandante tanto que las respiraciones de cada uno fueron agit
No perdió más tiempo y abrió el sobre, descubriendo una foto algo antigua de una mujer con el cabello castaño claro, ojos miel, pómulos algo abultados con las mejillas algo rojas y una sonrisa que podría hacer vivir a cualquier persona, todo en ella fue una revolución y más al dar la vuelta la foto y encontrar su nombre.— ¡Daniela Soler! —susurro por lo bajo, pero todos la pudieron oír claramente. Su madre detallo la foto, al igual que el sr. Pablo quedando sorprendido de la hermosa belleza que dio a luz gemelas y tuvo que darlas en adopción, pero no todo acabo allí un segundo papel que venía con la foto la hizo fruncir el ceño, tanto así que al desdoblarlo lo que leyó la hizo soltar un gemido lastimero como volver a llorar, dado su reacción sus padres tomaron el papel, pero no previeron lo que ella diría.—Ha fallecido…/// Los días fueron pasando, convirtiéndose en semanas y esas semanas en dos meses los más largos, que cada uno pudo vivir estaban a mediado de febrero, y los
De pronto el sonido de la puerta abriéndose la hizo girarse, seguro que era su Padre; solo que su sonrisa se borró por completo al ver dos personas completamente extrañas para ella, la primera era un hombre en traje casual con chaqueta de cuero y pantalón del mismo color, exhibiendo en su piel tatuajes por todos lados, incluso en su cuello dándole un aspecto de hombre malo, la segunda persona que cerró la puerta con seguro puso todo su sistema por el suelo al estar vestida como ella, a excepción de la tiara que llevaba en la cabeza y el anillo de compromiso porque de resto pudo presenciar la otra cara de la moneda tan idénticas, pero a la vez muy diferentes. Todo su mundo se movía, tanto que no pudo evitar decir el nombre de su hermana gemela.— ¡Vega! —pudo gesticular, al tapar su boca impidiendo un sollozo salir.—La misma que viste y calza hermanita. —Respondió de forma indiferente, mientras que el caballero inspeccionaba la zona y quedarse viendo a ambas mujeres.—No puede ser…
Una hora antes… El rubio estaba vigilando la zona, manteniendo a su equipo de seguridad alerta tenía una corazonada de que ella aparecería y esta vez la atraparía junto a sus aliados porque era seguro que no trabajaba sola, se enfocó en disfrutar la boda de su amigo, pero lo miro a lo lejos y le hizo una seña que él entendió sin necesidad de hablar para volver a enfocarse en su lugar de posición. Asimismo se adentró a la casa para ver todo en extremo orden, pero algo llamo su atención con el organizador de bodas, es por ello que detrás de una pared continua se ocultó para ver cómo estaba nervioso yendo a la habitación donde estaba siendo alistada Alba, le pareció extraño; aunque negó concentrándose en la situación que se presentaba y lo supo cuando vio salir a las damas de honor como la sra. Carmen que estaba feliz por su hija, lo noto en sus ojos el rubio. Calculo la hora, siendo exactamente diez minutos antes de que pueda salir la novia, el organizador vuelve con una sonr
Agradecimientos De antemano muchas gracias por haber llegado hasta aquí, para mí fue una aventura increíble llena de amor, acción, drama y como si fuera poco los Magnates; al principio fue un reto, lo digo porque no tenía un final establecido me enamore de mis personajes y espero, que ustedes lo hagan igual, me siento contenta con esta trayectoria, mi cuerpo está agotado; pero ha valido la pena el desvelo que hice, para traerles un final justo y lleno de emociones intensas, sin más que agregar solo me resta por decir GRACIAS. Los espero en mis siguientes libros, Tessgreen A.F se despide, un abrazo para todos.
La noche estaba en su apogeo unido a la vez con una lluvia incesante, tanto que las calles estaban casi inundadas de agua por varias partes; mientras una mujer pasaba por el área de la acera con dolores de parto, buscando llegar al hospital más cercano de su estado, sus gemidos de dolor eran incesantes tocando su barriga a la vez, alzo su vista al cielo nocturno las gotas de lluvia la tenían mojada, su semblante era de profundo dolor a causa de un desengaño por encontrar a su prometido con otra mujer en su mismo apartamento, donde ambos vivían y eran felices solo que nunca vio más allá de la grieta, que se estaba formando entre los dos. Por lo que al tener esa noticia, salió rápido del lugar humilde en que vivían, sin contar que al salir al exterior se conseguiría una inclemencia feroz que no mermaba, estuvo durante dos horas llorando en un parque cercano, estaba des
Veinticinco años después. El sonido de unos tacones resuena en un pequeño edificio, con cada paso que da las miradas de cada una de las personas que viven en ese lugar tan apartado de la ciudad del sur de Londres, se quedan observando, como una mujer de estatura media, delgada con piel de porcelana y cabello ondulado de color rojo; pasa para llegar a la salida usando un atuendo de una falda color rojo muy provocativa, unido a una camisa blanca con botones de manga corta junto a una chaqueta del mismo color, para finalizar con unos tacones de aguja en negro, lleva consigo unos lentes de sol, que la hacen pasar desapercibida para los ojos curiosos, aunque el que la conoce sabría, que esa mujer no tiene una libra partida por la mitad y millones de deudas a su favor, que debe solucionar o se verá en serios problemas. Sin mirar a nadie en