Capítulo 2 ¡No bebe, no nazcas todavía!
Abigaíl llegó a su casa muy cansada de su empleo actual como camarera, el suyo era un empleo muy exigente, le dolían los pies y la cintura, pero sobre todo la espalda. Para colmo de males, la lluvia la mojo por completo y las calles húmedas y los pequeños pozos de agua había empapados sus zapatos.En realidad su aspecto era bastante lamentable. Había tratado de proteger su vientre abultado de la inclemente lluvia sin poder lograrlo y a través del vestido mojado se le trasparentaba todo su voluminoso vientre. Había momentos en que pensaba que en vez de llevar un bebe tenía dos, por lo grande de su barriga, pero el médico decía que simplemente era un bebe grande y ya le habían dicho que lo más probable era que necesitara una cesárea.Su único consuelo es que había podido ahorrar algo para subsistir durante un buen tiempo hasta que pudiera poder volver a trabajar y su bebe pudiera estar en una guardería. Entretenida, iba reflexionando en todo lo que le faltaba comprarle al bebe antes de que naciera, no se dio cuenta de que alguien obstaculizaba su camino.Ya que caminaba con la cabeza baja, buscando no caerse casi choca contra un hombre alto e imponente, pudiendo ver solo sus zapatos negros que sospechaba eran carísimos, intentó esquivarlo, rápidamente, pero con miedo, siempre estaba temerosa.En su intento de alejarse, no tomo en cuenta el piso resbaladizo por la lluvia y casi se cae si no hubiese sido por unos fuertes brazos que la sostuvieron haciendo que recobrara el equilibrio.Sintiéndose más estable y un poco nerviosa, elevo su mirada hacia el hombre que por lo que veía era una mole, sospecho de inmediato quién podía ser con el corazón acelerado, sintió que le faltaba el aire y estaba a punto de desmayarse.Zacarías West era una fuerza imponente. Él la contemplo con una expresión arrogante y de inmediato percibió que ella se estremeció y su cuerpo se encogió de terror. Pensó que ese rostro de Abigaíl siempre atraería las miradas tanto de hombres como de mujeres, y que cada parte de ella era suave y hermosa, sus gestos, sus movimientos eran muy dulces. No obstante, en este momento solo tenía una expresión del más absoluto terror—¿Usted? ¿Qué hace aquí?—murmuro casi sin aire en los pulmones— No te lo imaginas. Mi búsqueda ha terminado, al fin te encontré. Te lo advierto, tengo muy poca paciencia y ya la has agotado toda—su cansancio, este encuentro no deseado con este hombre confirmando ya quién era, disminuyeron su energía y ella se desmayó en sus brazos, solo lo escucho susurrar—No volverás a esconderte de mí, mujer —le dijo—. El tiempo de esconderte ha terminado, ¡Hasta aquí llegaste! ¡He venido por mi hijo!…Cuando ella despertó estaba en una cama de una habitación lujosa que no reconocía, miro alrededor sin saber donde estaba, comenzó a recordar, llenándose otra vez de pánico, observo una puerta y se dirigió allí, al intentar abrir la puerta esta se abrió y entro el hombre que sospechaba estaba relacionado con su bebeCamino de espaldas hacia atrás, y le dijo— ¡Déjeme ir, por favor! —le pidió sollozando y tragando doble su cara con una expresión de miedo intenso— ¿Estás loca? ¿No lo has entendido? Ese niño que llevas en tu vientre es mi hijo, y lo quiero, jamás volverás a irte, sería un desgraciado si no quisiera tener a mi hijo conmigo— ¡Es mi hijo! ¡No se puede quedar con él! ¡No puedo entregártelo, me moriría! - Abigaíl por fin lo confirmo, este hombre es el papá de su hijo, el momento que más temía había llegado— ¡Es mi hijo! ¿Creías que podías volver a huir con mi hijo en tu vientre? ¿Sabes que cometiste un delito Abigaíl? Tú aceptaste llevar a mi hijo en tu vientre, para eso te pague, y te pague muy bien, secuestraste a mi hijo y te llevaste mi dinero—No puedo entregarlo, es mío, lo he llevado en mi vientre, le devolveré el dinero, ya lo he gastado en la cirugía de mamá y en las consultas del bebe, pero le pagaré, se lo juro, solo déjeme a mi hijo, ni siquiera tengo claro si el trato que hicimos es legal—Recuerdas que es mi hijo, todo ha sido perfectamente legal, aquí la única delincuente eres tú, —al decir eso Zacarías vio que su barriga se movía—es él bebe, se mueve, déjame tocarlo—él extendió la mano hacia ella y ella se alejó de espalda chocando con la cama cayendo acostada, mientras la barriga se le movía un pocoZacarías estaba embelesado, no se cansaba de ver como el niño se estaba moviendo, o más bien era un bulto en el vientre— ¿Qué le pasa? ¿Por qué se mueve tanto? ¿Tienes hambre? ¿Ya comiste?, ¿Por qué estás tan delgada? Veo que no te has cuidado como debes, no debiste huir ¿Te desmayaste del hambre? Pensé que había sido a sorpresa, te traeré comida—¡Déjame en paz! ¡Solo quiero irme a mi casa!, ¡No le daré mi bebe a usted sanguijuela, él es mío!—Quisiera saber qué harás con él en prisión, porque de una manera u otra me quedaré con el bebe, y tú iras prisión por incumplimiento del contrato que firmaste e incluso recibiste un dinero por tus servicios—¿Prisión?, pero él es mío, es mi bebe, yo lo he llevado en mi vientre, me he cuidado por él,—¿Eres tonta o te haces? Él bebe, es mío, tú solo te ofreciste a cargarlo y mantenerlo con vida—Usted tiene dinero, puede tener otro, yo realmente no puedo entregar al bebe, me moriría. ¡Váyase y busque a otra mujer, páguele para que tenga a su bebe!— ¿Estás rematadamente loca mujer? ¿Quieres que deje a mi bebe contigo, una delincuente, disfrutaste de mi dinero y ahora quieres tener a mi hijo, quién sabe con qué intención ¿Me crees tan despiadado?—Si lo es, es un despiadado, usted me quiere separar de mi hijo, soy su mamá, usted puede tener otro—¡Te pagué por todo, tu óvulo, tu vientre todo, tomaste el dinero!, Tu muchachita, firmaste un contrato, aceptaste ser mi empleada, eres solo un vientre de alquiler, No te puedes echar para atrás!, y recuerda, tendré a ese bebe, lo quieras o no—le parecía increíble que la pequeña cosa lo desafiará—Lléveme a casa —le dijo ella sollozando—. Mañana podemos hablar—Y darte la oportunidad de que vuelvas a huir, ni loco, te quedaras aquí, y no intentes escapar, tengo personal vigilándote, de ahora en adelante estarás vigilada las 24 horas, no volverás a escapar. No cometo dos veces el mismo error¿Cómo pudo pensar que podría entregar a su bebe después de darle a luz? ¿Cómo pudo haber firmado que renunciaba a sus derechos de madre? Era una gran tonta inmadura, por eso había preparado su fuga, tenía que huir, a medida que pasaban las semanas sentía más apego por su pedacito de cielo, sabía que la perseguirán y de que, lo más probable, acabarían encontrándola… lo que desgraciadamente sucedió.Abigaíl estaba desesperada, de pronto sintió unas punzadas fuertes en su vientre, pensó que el dolor que había venido sintiendo en la espalda era normal dado el peso del niño,Este dolor, no era normal, y quiso mentalmente mandarle un mensaje al bebe. «No, bebe, espera que nos vayamos, no es el momento—le dijo angustiada—ese demonio nos va a separar, no vengas todavía, espera a que podamos irnos, mi amorcito, bebe por favor, por favor»Capítulo 3 ¡Esta situación es temporal! —Mi bebe ¿Dónde está? —Abigail se despertó, solo recordaba que quiso salir corriendo cuando el dolor le atravesó el cuerpo, sabía que él bebe llegaba al mundo y no quería que viniera en esta casa, ¿estaba loca por desear quedárselo?, al intentar irse choco con el hombre y a pesar de que lo empujo y quiso hacerlo a un lado, él era como una pared inamovible, después sintió que el dolor la partió en dos y de allí en adelante él se encargó de trasladarla y cuando se dio cuenta estaba rodeada de médicos y enfermeras, el dolor nublaba su vista, no podía sino gritar, apenas escucho la voz del hombre que preguntaba que pasaba, porque sentía tanto dolor, alguien le dijo que el niño era muy grande y ella muy pequeña, debía practicársele una cesárea, según los informes que ella traía consigo con sus distintos controles, había que hacerle una cesárea—el parto se adelanto aunque esta viable, todo saldrá bien no se preocupe—le dijo un medico —Lo siento Señor
Capítulo 4¿Por qué me separaste de mi madre? — ¿Cómo se te ocurre traer esa mujer a tu casa?—Zacarías observo con una expresión fria a Nora, su madrastra, ellos tenían la misma edad y antes de que se casará con su padre eran amigos intimos, siempre pensó que algún día se casarían. Ese pensamiento murió, cuando ella apostó más alto al ver que él no se decidía a casarse, termino casándose con su padre, con la excusa de que estaba embarazada, lo cual fue satisfactorio para Tobías West, quien a los 60 años volver a tener un hijo era una gran proeza y más cuando fue con una mujer de 25 años. De ese suceso habían trascurrido cinco años, ambos tanto ella como su padre no podían disimular su infelicidad ante el aborto del bebe, meses después de la boda, Durante ese tiempo ella no había vuelto a quedar embarazada, el embarazo inicial cumplió su propósito, en la actualidad cada uno de ellos hacian lo que querian, eso si por separado, y la mision de Nora era meterse en la vida de Zacarias. —No
Capítulo 5 ¡Yo te voy a ayudar! Zacarías salió rápidamente de la habitación, en el camino pensaba«¿Cómo pudo complicarse algo que vio tan fácil?» En un principio esta frágil mujer le pareció la persona idónea para traerá su hijo al mundo. Su necesidad económica y su modo de ser le parecieron perfectamente manipulables, entonces… ¿Cómo vino a suceder esto? Algo que para otras personas es tan fácil, ahora tenía a su hijo, es verdad, pero también a una mujer que nunca quiso y que se había añadido ella misma. Se preguntó a sí mismo ¿Qué hacer? — ¿Zacarías? —escucho una voz muy suave —Abuela que haces fuera de tu cama, debes reposar ¿te sientes mal? —le dijo con preocupación —Estoy bien, ya quédate tranquilo—le dijo ella moviendo las manos en negación — ¿Qué te pasa hijo? Porque tratas así a esa niña, tus gritos se escuchaban desde mi habitación — ¡No exageres abuela! — ¿Podrías dejarla en paz? Es la madre de tu hijo — ¡Abuela ella irrespeto nuestro acuerdo! Se fue con mi hijo no n
Capítulo 6 Su bebe estará bien cuidadoEn todo este tiempo pasado, Abigail no se había detenido a reflexionar sobre lo ocurrido. Desde su fuga vivió en un constante nerviosismo, miraba hacia todos lados esperando encontrar a los padres del niño. En su mente sabía que no estaba haciendo bien, pero en su corazón el amor por su hijo no nacido la impulsaba a seguir adelante.Recordó con pesar esos días pasados. El dolor, la desesperación que la orillaron a creer en que ser madre sustituta sería una opción para salvar a su mamá. Se sometió a todos los exámenes físicos y psicológicos, una parte de su mente quería aprobar en esos exámenes, la otra parte le decía que no lo hiciera, en su corazón no concebía la idea de vender a su hijo.El médico a cargo le aclaro que necesitaban sus óvulos, el padre del niño quería a una mujer con sus características. Una y otra vez le preguntaron si estaba segura de llevarlo a cabo. Una y otra vez su voz tembló a decir que sí y al mismo tiempo en su mente le
Capítulo 7¿Cree que esto es fácil para mí? La abuela le dijo que se sentara, observo a la chica frágil y atemorizada. No era para menos, su nieto gritón atemorizaba a cualquiera. Era un amargado, pero lo quería de igual modo. — ¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor? ¿Ya se te curaron los puntos? ¿Te han atendido bien? —Estoy bien abuela Perla—al llamarla abuela se sintió un sonido repulsivo que venía desde la puerta del dormitorio —Debes cuidarte tu bebe te necesita, no sé cómo se le ocurrió a mi nieto toda esta locura, pero trataremos de sobrellevarla lo mejor posible, al menos hizo algo bien, escogió a una criatura maravillosa—nuevamente se escuchó un sonido de inconformidad que venía desde la puerta —Zacarías, ¡Ven! Ya que no te quieres ir, ven que necesito hablar contigo —¿Escuchaste? Sal de la habitación, la abuela quiere hablar conmigo — ¡Ella no saldrá, quiero hablar con los dos! —al decir esto la abuela tosió un poco lo cual lleno de mayor rabia y ansiedad a Zacarías, quien si
Capítulo 8 ¿Qué has dicho? —Dígame que le sucede a ella doctor—el médico había estado con Abigaíl, después de eso ella pidió estar con el bebe, quería alimentarlo, lo escucho pegar gritos y se puso más nerviosa y melancólica.—Está débil, tensa, tuvo una baja de azúcar, ya tenía problemas desde antes con una anemia moderada que todavía continúa, debe cuidarse más, relajarse —comento el médico—le dejaré un refuerzo de las vitaminas, al parecer no se las ha tomado, deben estar pendiente de ella y de que se tome esas vitaminas Al despedirse del médico, Zacarías observo a la mujer desde la puerta de la habitación. Ella estaba sentada en un mueble, su mirada embelesada estaba dirigida al niño que se alimentaba de su pecho. Por primera vez la vio sonreír, su mano acariciaba la cabeza del niño y su cabello. Era un acto perfectamente íntimo entre una madre y su hijo, pero había tres personas siendo testigos de ese momento íntimo, cuatro si se contaba el mismo. Ella intentaba acariciar al n
Capítulo 9 ¡Necesito tu ayuda!— ¿El niño acepto el biberón?—la voz ronca de Zacarías se escucho a través del teléfono móvil—No señor—le respondió Santiago—Al parecer este niño está en mi contra también, porque no puede ser más fácil—Lo lamento señor, la salud de ambos es de lo mejor, al igual que la señora West, pero apenas intentamos darle el biberón no para de llorar desconsolado, podría jurar que vi sus lagrimas, se pone rojo de la rabia—Deja de hablar tantas estupideces, y piensa que se puede hacer, el tiempo juega a favor de ella—Jefe con mucho respeto… ¿Podría hacerle una pregunta? ¿Existe alguna posibilidad de que usted acepte que ella amamante al niño y se quede un tiempo, por el bien del bebe?— ¿Te convenció a ti también?—No es eso, si usted viera la carita de felicidad del bebe, cuando está con su madre, ya sonríe—Es un bebe, no creo que tenga emociones de ese tipo, solo quieren comer, hacer caca y dormir y si parece que sonríe es porque está satisfecho o es un refl
Capítulo 10 Maltrato físico y emocional — ¿Qué es lo que pasa? Santiago recibió una llamada de la enfermera, él bebe tenía dos horas llorando sin parar, se detenía un instante, hipaba y seguía llorando, así que fue hasta la mansión.—Lo siento Señor, la mamá del niño no está, él bebe hace rato que quiere comer, no acepta el biberón no sabemos qué hacer —He tratado de mojar una gasa con leche de fórmula, pero el bebe solo prueba y continúa llorando, no sé qué hacer —La mamá del niño ¿Dónde está?—se asombroAmbas mujeres se miraron una a la otra y las dos se encogieron de hombros—No se Señor — ¿La han buscado en la casa? —Si señor — ¡Santo Dios!—Santiago hizo una exclamación y salió a buscar al equipo de seguridad, no obstante el equipo que custodiaba la puerta no supo decirle nada, era el segundo turno, el turno anterior se había marchado sin dejarles esa información.— ¿Qué demonios paso aquí? Intenten algo, hagan algo, o estaremos todos metidos en un problema —Ya no sabemos q