#11:
Estaba loco por aquella mujer.

Era un cínico, un asesino y un mafioso hijo de puta, pero tenía que reconocerlo.

Ella le encantaba.

La tenía allí, sentada sobre sus rodillas, y la deseaba con una ferocidad tormentosa. Además, sabía que ella también le deseaba a él.

El beso no era un remolino de deseo oscuro y pasional , como lo hubiera querido, era una danza delicada, suave y dulce de sus labios sobre los de ella y lo estaba poniendo impaciente.

Sus dedos se deslizaron lentamente por la espalda de ella, recorriéndola y acariciándola con una lentitud enloquecedora. Para su sorpresa, Aiko no se apartó.

Sino que se acercó más de forma instintiva, suspirando bajo sus caricias.

En un instante, ella liberó un sollozo ahogado, tomando la iniciativa y cambiando de posición, sentándose sobre él a ahorcajadas.

Sus pequeñas manos aferradas a su nuca le hicieron imaginarse otros momentos, otros escenarios y posiciones que avivaron sus ganas. Tenía los femeninos senos de ella aplastados con
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo