En medio del caos que se había desatado en la mansión, Chris logró expulsar todo lo que había comido, dejando un rastro de comida destrozada de color verdoso.—Mamá me duele la garganta—. Lloraba el niño con miedo, ver a Aylin tan intensa lo asustó.—No sería mejor que lo llevemos a un hospital—, propuso Helen, muy preocupada.—Ya le hice un lavado estomacal. Como no ingirió mucho alimento, no hay problemas—, le contestó Aylin muy firme de que el niño está muy bien. Su experiencia como doctora le daba esa seguridad.Con meticulosa atención, comenzó a registrar cada alimento y entre ellos, encontraron un aderezo con un color idéntico a la salsa que antes había derramado Karen.Quien, quedó sin palabras, la sorpresa se apoderó de su rostro mientras veía el aderezo. Miró a Aylin y, después de un momento, se llevó un dedo a los labios, mostrándose pensativa.—Esto no es coincidencia, ni creo que sea que esté caducado.Aylin asintió.Con determinación, se dirigió hacia Indira, que temblaba
Con semblante fuerte y mirada penetrante, Damián agarró la mano de Aylin, y se dirigieron juntos al salón principal de la mansión. Al ver a Damián, Lorenny sonrió de manera ladina, y sus ojos chispeaban con una especie de triunfo oculto. Pero cuando fijó su mirada en Aylin, sus labios se torcieron en una mueca de irritación. Sin embargo, rápidamente volvió a su apariencia indiferente y se acercó a Damián con paso decidido.—¡Damián! —, exclamó, lanzándose hacia él y depositando un rápido beso en la comisura de sus labios.Él se quedó paralizado por un instante, sorprendido por la audacia de esta mujer que parecía haber olvidado como él la había echado de la mansión.Aylin aclaró su garganta con fuerza. —Para la próxima con estrechar mi mano es suficiente saludo—, le dijo Damián con un tono de advertencia.Fingiendo pena, Lorenny asintió y respondió con una voz suave:—Lo siento, mi intención no era incomodar—. Soltó una risita, mientras se cubría la boca de manera ridícula. —La cost
Lorenny frunció el ceño.—¿Estás insinuando que yo he manipulado a Sergio? —, le preguntó a Aylin con indignación fingida.—Por si no te has dado cuenta, lo que estoy haciendo no es una insinuación, sino una afirmación. ¡Atolondrada!—No será que no quieres al niño aquí e inventas eso para justificar tu enojo. Es natural que sientas celos, al final eres la madre de dos de los hijos de Damián.Esa acusación hizo que todos los demonios dormidos en el interior de Aylin despertaran. Se carcajeó carente de gracia y la vio con desdén.—¡Échala ahora mismo! —, le exigió Aylin a Damián.En ese momento, Helen interrumpió la discusión aclarándose la garganta.—Niños, vengan, vamos a la cocina. Partiremos este pastel — les dijo, agarrando el pastel que era para la bienvenida de Sergio y los niños corrieron detrás de ella, emocionados por el pastel.Los dedos finos de Damián se cerraron con firmeza alrededor del delgado brazo de Aylin, y la sintió tensarse.—Vamos, hablemos nosotros en privado —,
—Cuñadita. Me estás llamando para darme las gracias. Mi contacto me contó que Damián está muy feliz —, le dijo Darío con una sonrisa burlona. A pesar de que Lorenny no podía verlo, frunció el ceño sintiendo enojo.—Dejemos las máscaras, sé que tu contacto es tu amante. Lara no ha parado de beber después de descubrir tu infidelidad, pero ya sea que seas homosexual o no, a mí no me importa. Esos no son mis problemas. Lo que sí es mi problema es que presiento que tu estúpido plan no está resultando y si Damián descubre que lo engañé, esta vez no me dejará ir tan fácilmente —, le expresó con preocupación.La risa de Darío resonó del otro lado de la línea.—No seas tan miedosa, te aseguro que mi hermano no va a descubrir nada. Me he encargado de que todo parezca muy creíble. Juega con su vulnerabilidad paterna, hazlo separarse de esa mujer, cumple con tu parte, y de paso, haz que ponga la mitad de su fortuna a nombre de ese niño. Yo me estoy encargando de que nada salga mal—, le exigía con
Al día siguiente, después de desayunar, Chris y Sergio estaban en el salón jugando con sus carritos de juguete, sumergidos en su mundo imaginario, cuando Chris se detuvo.—Sabes, Sergio, hablé con mi papá y acordamos que te buscaríamos un padre, porque él no puede ser el papá de ambos. Es mío primero. Solo puedo ser tu amigo y jugar contigo si tienes otro papá.—Yo quiero jugar contigo, pero no pienso buscar a otro papá. Yo duré mucho tiempo sin una mamá y sin un papá, y aunque la señorita Lorenny me agrada porque ella me llevó con mi papá, no es mi mamá. Y tú tienes una, quédate con ella y dile que se case con otro papá para ti.A pesar de su inocencia, Chris reaccionó a las palabras de Sergio y se levantó rápidamente para enfrentarlo.—¡No puedes decir eso! Yo solo tengo un papá. No me lo vas a quitar. ¡Mejor vete a ese lugar donde tienes muchos amiguitos! Juegas con ellos, ¡no te quiero!La tensión entre los dos niños alcanzó su punto máximo cuando Sergio, enfadado, le lanzó su car
Lorenny yacía acostada en la cama, con la mirada fija en el techo. Había pasado horas viendo la televisión sin encontrar ninguna distracción significativa.—¿Por qué me dejé convencer por Darío en esta locura? Sabía que su maldito plan mal elaborado saldría perjudicándome, Damián es un hombre poderoso y naturalmente descubrirá una mentira tan tonta —, murmuró enfrascada en una pelea interna con la soledad de la habitación, cuando justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y se levantó de un solo salto, sintiendo cómo su pulso se aceleraba.—¿Ahora qué? No he hecho nada para que entren a fastidiar —, les dijo de mala gana a los intrusos, sin embargo, ellos no mostraron ninguna reacción, simplemente la agarraron con brusquedad por los brazos y la arrastraron sin darle tiempo para ponerse el calzado.—¿Qué les pasa, par de brutos? —, gritaba mientras la llevaban a rastras hacia un automóvil. Los dos hombres se sentaron a ambos lados de ella, dejándola en medio.—¿Qué se supone q
Aylin no podía sacarse de la cabeza la respuesta de Helen, y su voz resonaba sin cesar en su mente. «Aylin, no debes sentir celos, Daniela Galvez es la madre de alquiler del hijo de Damián, y la está buscando porque ella huyó llevándose al niño». Cada palabra agravaba el nudo que se formaba en su estómago, haciéndola sentir como si estuviera a punto de desmoronarse.Se encontraba dentro de un coche, mirando a través de la ventanilla, con la mirada perdida en el paisaje que pasaba rápidamente. A su lado, los niños, Chris y Sergio, jugaban alegremente, puesto que estos ya se habían contentado, ambos infantes llenos de inocencia, acordaron que hablarían con Kevin para que este fuera su padre. «¿Qué dirá Damián, y si piensa que utilicé a Chris para llegar a él?», pensaba, a la vez que sentía cómo su corazón palpitaba con ansiedad y miedo. —Dios, tú sabes que yo no tenía idea de esto –, murmuraba para sí misma y, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, pero se apresuró a borrarlas
Lara observaba en silencio como Mauro levantó a Lorenny con cuidado mientras la misma soltaba quejidos lamentosos.Ahora su cuerpo inerte y pálido reposaba en el sofá, mientras sus quejas llenaban el aire, siendo una constante y desgarradora melodía que los perturbaba a todos.Luci la miraba con ojos preocupados, ya que la piel de Lorenny brillaba con un tono enfermizo y pálido, más aún que la de Lara, quien acababa de regresar del hospital.—Está más descolorida que un papel, ¿qué le habrá pasado a la tía, saben dónde se supone que ha estado en estos días?—No lo sabemos.Lara se encogió de hombros. Puesto que se había refugiado tanto en su bebida que, si Darío y Lorenny habían planeado algo, ella estaba completamente en la ignorancia.En ese momento, Darío entró a la sala, con el cabello despeinado, vistiendo un short de dormir. Y su pecho desnudo, junto con sus pies descalzos, le daban un aire desaliñado.Cuando Lara lo vio, hizo un gesto de asco, pero Darío, al ver a Lorenny en el