—Aborrecí enormemente a ellos dos, había entregado todo de mí aunque sabía que él no me amaba como yo lo hacía. Dos meses después de haberme roto el corazón, él y ella se paseaban por toda la preparatoria de la mano, haciendo público lo enamorados que estaban. Él la miraba como siempre soñé que me mirase a mí; y ese día jamás llegó. Eran la pareja perfecta, todo el mundo estaba felices por ellos, menos yo. Estaba despechada y rápidamente pase del amor al odio. Deseé que les fuera mal con todas mis fuerzas, pero ese amor que se tenían era indestructible. Siguieron juntos aun cuando él terminó el secundario, todos los días iba a buscarla con algún detalle: ya sean flores, chocolates, cualquier cosa que a las mujeres nos gustan. Yo no volví a creer en el amor hasta que llegó Sam, pero igualmente una parte de mi corazón se había ido con él… ni siquiera Sam pudo apartarlo de mi mente, tuvo que luchar mucho para tener mi corazón completo el pobre de mi marido, hasta que lo consiguió –. Sonr
NARRA EMERSON Me desperecé lentamente estirando todos los músculos de mi cuerpo. Extendí mi brazo derecho en busca del cuerpo de mi ángel, pero no estaba allí. El lugar de la cama que le pertenece a ella se encontraba frío, así que deduzco que se había levantado hace rato. Abrí solo un ojo y visualicé los rayos de sol que se filtraban por la ventana. Me tapé los ojos con el dorso de mi brazo y dormité unos minutos más. Miré el reloj de la mesa de luz y ya era el mediodía. ¡Vaya! Había dormido bastante. Una sonrisa traviesa se formó en mis labios al recordar el porqué de mi placentero descanso. Nos habíamos entretenido más de la cuenta entregándonos el uno al otro con mi hermoso ángel. Era increíble como mi cuerpo reaccionaba a la mínima caricia de su piel. La amaba tanto que dolía, no concebía una vida sin ella. Perezosamente me levanté y aparté mi ropa para ducharme. Una vez debajo de la ducha mis pensamientos volaron a los acontecimientos de ayer. Sobre todo en esos sobres fucs
—Habla –dijo con voz autoritaria Peter. El chico abrió y cerró la boca dos veces y se removió en su sitio. Seth puso fuertemente uno de sus brazos en el hombro del sujeto desconocido fijándolo en su sitio—. ¿Quieres que te saque las palabras por la fuerza? –volvió a exigir mi jefe de seguridad y el chico se puso aun mas pálido. Una gota de sudor cayó desde su frente.—Espera Peter –dije calmando las aguas. Él asintió—. ¿Cómo te llamas muchacho? –pregunté ahora dirigiéndome a él, tratando de que mi voz no saliera muy intimidante.Me miró con temor y no dijo ninguna palabra.—Contéstale mocoso –reclamó Peter.—Nadie te hará daño, necesito entender qué es lo que sucede –. Peter murmuró algo como: “si no cooperas veremos si nadie te hace daño”, a veces podía llegar a ser muy exagerado.El muchacho me volvió a mirar y soltó un suspiro pesado—. Jo… John –dijo por fin tartamudeando.—Bien John, yo soy Emerson Harker –me presenté tratando que el chico se calmara—. Te daré la oportunidad que m
Seth le pidió los datos al joven y luego John se fue, dándome las gracias por no haber sido malo con él. ¿Cómo podría comportarme mal? No era su culpa, fue embaucado por el jodido hijo de puta de James, que pronto pagaría.Mi celular vibró en mi bolsillo del pantalón y una sonrisa se instaló en mis labios al ver que era de mi hermoso ángel.“Estás tardando demasiado. ¿Está todo bien? – Berenice”.Tecleé rápido una respuesta.“Todo está bien y estará mucho mejor cuando regrese a casa. Te amo –Emerson”.Al cabo de unos instantes recibí otra respuesta.“Yo también te amo, no tardes mucho. Ya te extrañamos –Berenice”.No pude responder más, ya que la voz de Peter me sacó de mis actividades.—Ya lo tienen señor, estaba preparándose para realizar un viaje al exterior.El muy cobarde quería escapar. Te falta mucho James para poder ganarme, pensé en mis adentros.—Gracias Peter. No sé que hubiera hecho sin ti y tu equipo –agradecí sinceramente poniendo una de mis manos en sus hombros.—Es mi
NARRA BERENICEMiré mi celular por… ya ni recuerdo cuantas veces. Emerson estaba tardando más de lo planeado y no había recibido ningún mensaje más de su parte, solo esa contestación que me supo a poco. Estaba comenzando a preocuparme.Luego esa extraña llamada de Nereida… ¿de qué no me estaba dando cuenta? ¿Qué tenía que ver ella en todo esto?—¿Pod qué no vienes conmigo mamita? —preguntó la voz de mi pequeño.—Necesito hacer algunas cosas, cielo. Pero abuelita Veronica te llevará, ¿de acuerdo? —contesté abrochándole su campera —. Dale de mi parte un beso muy grande a Mía y ayuda a tía Rose en todo lo que te pida.—Si mamita, hasta luego —saludó y fue hasta Emily para despedirse de ella también.—No sé que estará pasando mi niña, pero confío en que todo se solucionará. Cuídate mucho; apenas deje a Dante en casa de Rosario vendré.—No te preocupes, Jason está aquí. Cuando regreses te explicaré todo –agregué abrazándola bien fuerte.Minutos después Veronica y Dante partieron hacia la c
Jason asintió—. Si, el muchachito —dio la razón—. Este chico habló y… aun no sé como apareció el nombre de James en el suceso. ¿James? ¿Qué tenía que ver James con Benjamín? ¿Se conocían? ¿Lo habría mandado él? —Señorita Berenice, aquí hay algo muy extraño y difícil de encuadrar. Estamos cerca de conocer la verdad, pero… —¿Pero? —pregunté con el corazón en la garganta. —Esto es peligroso también. El caso ha tomado un rumbo completamente distinto. Los guardias de seguridad están protegiéndolos, nada pasará, pero por favor… no se atreva a salir sola. Hay muchas personas malvadas en el ámbito empresarial. —¿Dónde está Emerson? —pregunté desesperada. —Está junto a Peter tratando de resolver la cuestión. Está en buenas manos, no dejarán que nada le suceda —intentó serenarme—. Ya mandaron tres guardias a la casa de su hermana, ellos también están protegidos. —Necesito ir con Emerson… por favor —rogué. —Lo lamento pero no va a poder ser. Emerson pidió expresamente que no se moviera d
NARRA EMERSON Nunca se me había pasado por la cabeza fumar un cigarrillo, pero en estos momentos estaba considerándolo muy seriamente. Necesitaba despejar mi frustración de cualquier manera, ya el café no estaba haciendo efecto. Estaba nervioso, ansioso… necesitaba a mi lado a mi ángel, pero no quería arriesgar su seguridad. Esa era la orden que había impuesto: dejarían que Berenice y Dante se resguarden en la casa hasta que yo pidiera lo contrario. Habíamos dispuesto de la mayoría de los hombres de Peter para estar seguros; tanto yo como el resto de mi familia. —¿Sigue sin haber noticias de él? —pregunté nuevamente. —Sabe que James no llegó a destino, de seguro sospechará algo —contestó Peter. Bufé exasperado, no dejaría que se escapase… esta la iba a pagar muy caro junto a todo lo demás que hizo, por supuesto. El viejo Esposito había decidido darme un golpe bajo. Él sabía que Berenice era mi punto débil y que la defendería con uñas y dientes… y se aprovechó de ello armando tod
—Es la última propiedad que le quedó —comenzó a explicar Peter—. Aunque técnicamente ya no le pertenece, la ha vendido hace meses, necesitaba dinero de donde sea. Supongo que por eso se imaginó que jamás íbamos a encontrarlo aquí ya que no figura como propietario, pero por suerte esa conjetura es errónea.Asentí y entramos. Me sentía como en una película de acción en donde por fin habíamos dado con el jefe de la mafia. Peter había dispuesto de casi todos sus hombres, hasta yo me había sorprendido de cuantos tenía a su cargo. Le debía una muy grande a Peter, gracias a él estábamos llegando al final de esta horrible etapa.Subimos las escaleras y nos dirigimos a la segunda puerta.Ahí estaba el hombre que había considerado como un tío en mi adolescencia, pero que luego ese sentimiento fue disminuyendo con el paso del tiempo.—¡Oh! El gran Emerson Anthony Harker ha llegado —fingió darme la bienvenida—. Es un placer volver a verte —exclamó con una sonrisa falsa en sus labios—. Tus matones