CAPÍTULO 22. PASIÓN DESATADA

Camil me dio un pisotón que casi me rompe el pie, me voy caminando a mi silla y me quito el zapato y el calcetín, me arde el pie, me siento para calmarme porque me cabrea su actitud infantil, bueno Camillo "que puedes esperar si ella aún es una chiquilla" me digo en la mente para tratar de justificarla.

Tomo los documentos de mi escritorio y estoy decidido a ignorarla para que sepa que estoy molesto por su actitud, se para frente a mi escritorio con las manos en la cintura y yo trato de ignorarla, pero mis intentos resultan infructuosos cuando la veo que se dirige a la puerta, le pone seguro y se zafa

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