Capítulo 38. Tenía al enemigo bajo el mismo techo

Marcos Al llegar a la entrada del edificio olfato en todas direcciones, esperando no encontrar ningún olor extraño y su vez encontrar cerca el olor de su pareja, ya que no la podía sentir era como si ella hubiera desaparecido por completo o estuviera en un trance mental y al no encontrar nada en su olfato, paso por el pasillo llevándose todo a su paso, ya que lo único que le importaba ahora mismo era ver a Priscila y comprobar que ella estuviera bien.

En ese instante nada le importaba más que su compañera, y al llegar a la habitación ni siquiera abrió la puerta, sino que la rompió y al estar adentro empezó a mirar a todas partes a ver si la podía ver; sin embargo, se sorprendió al ver cómo estaba la habitación vacía y con un olor extraño, el cual no le pertenecía ni a ella, ni a ninguno de sus lobos de la manada.

Él de inmediato se preguntaba qué había pasado con su compañera, luego miro que las ventanas estaban abiertas y una parte de la cortina estaba un poco desgarrada, era como si
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