Después de que entrara Regina, junto a aquella enfermera, Marcos miró a aquellos lobos que estaban en el piso.

Para luego mirar a Antonio nuevamente, mientras le decía esto que ves aquí y señalaba las inyecciones en la bandeja, fue desarrollado por mi equipo de investigación.

Y es un suero al cual llamamos "el suero de la verdad", ya que a todo aquel que se lo aplicamos, aunque no quiera decir nada, al final termina confesando todos sus pecados y delatando a sus cómplices.

Siempre lo hemos aplicado a los lobos que tenemos en cautiverio, y a ellos se lo hemos puesto en contra de su voluntad, Pero tranquilo, Alpha Antonio, que contigo, no tenemos que hacer lo mismo, ya que tú mismo aceptas que te ponga esta inyección, ¿cierto?

Puesto que ahora mismo acababa de decir que no sabías nada sobre el secuestro de mi compañera y si es así, no tienes por qué preocuparte por nada, ya que te puedo asegurar que tus otros secretos los protegeré para que nadie más lo sepa.

Antonio, al ver esto se asu