No obstante, Marcos no estaba ni cerca de parar ahí, y mucho menos aniquilando a un solo lobo, de los cuatro culpables que por ahora tenía en sus manos, pues en solo pensar lo que sufrió su luna le hervía la cabeza de la ira.

Luego de haber cobrado la vida del primer culpable, de inmediato se dirigió a donde estaba el otro lobo de la manada de los Green, el cual se encontraba pidiendo perdón desesperadamente por lo que había hecho, pues según él, no era el culpable de lo sucedido, ya que ellos eran mandados por su alpha.

Sin embargo, Marcos no estaba por la labor de escuchar explicaciones de nadie, ya que sin pensarlo dos veces le sacó el corazón de su pecho, para en seguida alzarlo en sus manos y decir "Este es el mismo destino para los otros traidores que todavía están camuflados en mi manada".

Luego de esto le ofreció el corazón todavía latiendo en sus manos a Endry, mientras le decía: hoy quiero ofrecerle este corazón de uno de nuestra raza de los hombres lobos a Endry, uno de los