Priscila ya llevaba más de un año trabajando en un hospital público, aunque a lo primero su abuela se opuso a que ella trabajara en aquel lugar.
Porque según su familia, aquel hospital estaba en una zona muy peligrosa de la ciudad y casi todas las personas que acudían allí, eran delincuentes, pero eso a ella no le importaba, ya que lo único que quería era ayudar a las personas que buscaban ayuda médica en aquel sitio.
Ella sabía muy bien que esa zona era muy peligrosa y que había mucha delincuencia, sin embargo, sabía también que allí había mucha gente buena que necesitaban una buena atención médica.
Además, lo hacía porque le gustaba ayudar a los necesitados, por ese motivo escogió esa carrera y en ese lugar donde estaba trabajando era el sitio perfecto para poder ayudar a más personas de bajos recursos.
Por otro lado, no creía que las personas involucradas en su conflicto armado le hicieran algún daño, a personas como ella, que solo estaban buscando mejorar la salud de sus habitantes.
Y aparte de ella había otros médicos que fueron lo suficientemente valientes para aceptar trabajar en aquel sitio y ya llevaban mucho tiempo y no les había pasado nada aún, así que ella no iba a ser la más de mala.
Ella no había conseguido trabajo allí por el salario, ya que su familia le proveía todo lo que necesitaba y lo único que sinceramente quería era ayudar a la gente de esa zona que en verdad necesitaba atención médica especializada y con suma urgencia.
Sin saber que esa terquedad de trabajar y ayudar a esa comunidad la llevaría a pasar uno de sus peores momentos, puesto que desde el mismo momento que se dieron cuenta del apellido de la doctora que atendió a tres delincuentes con heridas de bala, ya estos le habían echado el ojo por sus apellidos.
Luego de haber sido dados de alta, buscaron información sobre el parentesco que tenía esa médica que les había salvado la vida, con la familia Robles de la ciudad.
Ya que esta familia era muy reconocida por esos lugares, y dándose cuenta luego de que ella era una de los herederos de esta poderosa familia.
Priscila, solo iba a ese hospital desde las siete de la mañana, hasta la cinco de la tarde y no se podía quedar más tiempo, aunque lo quisiera, porque su familia esta fue la única condición que le habían puesto para dejarla trabajar en aquel sitio.
Ya que tenía que estar a las siete en punto en la casa, porque era la hora que se servía la cena y debía de estar presente igual que el resto de la familia.
Sin embargo, ese día no pudo cumplir con aquella promesa hecha a su abuela, pues antes de salir llegó un chico de solo quince años con una herida de bala y necesitaba intervención quirúrgica urgente y ella era la única que estaba sin paciente en ese instante, ya que era su hora de salida.
Así que dejó su bolso a un lado y se dirigió a la sala de cirugía. Tres horas duró esta intervención. Y apenas salió de aquella cirugía, miró su reloj y se asustó mucho por la hora que eran, así que lo primero que hizo fue llamar a su madre para decirle que no se preocupara que ya iba en camino, solo que tuvo un paciente de último minuto.
Sin saber que ya los delincuentes del barrio tenían un plan para secuestrarla y pedir dinero por su rescate a su familia.
A las ocho y media de la noche, Priscila salió de cirugía y se dirigió a su coche sin siquiera bañarse y cambiarse el uniforme. Ya que se le hizo muy tarde para llegar a su casa y aunque ella era mayor de edad, respetaba mucho las órdenes de su familia y no solo era ella, sino que todos sus hermanos eran iguales.
Pero no se había montado a su carro cuando dos tipos le cerraron el camino y cada uno llevaba consigo una pistola, haciéndola retroceder del miedo.
Igual no tuvo mucho tiempo para pensar que era lo que estaba pasando, porque en un instante le taparon su cabeza con una capucha y al otro la arrastraron y la subieron en una camioneta, amarrándola de pie y manos y para que no gritara le pusieron cinta en la boca.
Sinceramente, Priscila en ese momento sentía mucho miedo, ya que no sabían que querían aquellos tipos de ella y tampoco para dónde la llevaban, puesto que tenían varias horas que el vehículo iba en movimiento y nada que se detenían en ninguna parte.
Solo se imaginaba que lo que iban a hacer con ella, no era nada bueno, pues solo escuchaba que hablaban entre ellos, sobre que le iban a hacer y lo que más nerviosa la puso fue cuando uno dijo que antes de entregarla a sus familiares se iban a divertir con ella un buen rato.
En ese instante ella pensó en lo peor, pues de seguro le iban a pedir dinero a su familia por su liberación, pero eso no era lo que la inquietaba, por el hecho de que sabía que su familia pagaría todo lo que esta gente pidieran por su rescate.
Lo que en realidad la asustaba era lo que acababa de escuchar, ya que lo más seguro era que la violaran y como podía vivir con ese trauma en su vida y menos siendo virgen a su edad, ahora se estaba arrepintiendo no haber tenido relaciones sexuales con ninguno de sus novios anteriores.
En ese momento ya estaba muy arrepentida de no haberle hecho caso a su familia cuando le habían dicho que buscara cualquier otro lugar para trabajar o a su vez le montaban una clínica, para que ella hiciera lo que quisiera, pero que no fuera a meterse a ese barrio tan peligroso y olvidado por todos.
Sin embargo, en ese mismo instante que le llego ese pensamiento lo desecho, ya que se dijo que los buenos eran más y si todas las personas con ganas de ayudar a la gente que en verdad lo necesitara se arrepintiera por algún tropiezo de seguro que con el tiempo no quedaría nadie que quisiera ayudar a los demás.
Ya que los políticos de esa ciudad solo iban a aquel sitio, solo cuando estaban buscando los votos, pero después de que ganaban se olvidaban de estas personas que en realidad necesitaban mucha ayuda del gobierno o de cualquier persona que quisiera ayudar de corazón para que tuvieran una mejor vida.
Pensando en esto, se dijo que, si lograba salir con bien de aquella situación, iba a buscar un hombre con cara de malo y a su vez musculoso, para que figurara como su novio o prometido, y así no hubiera nadie quien se metiera con ella, así como sucedía en las películas.
Después de haberle pasado este pensamiento por su mente, Priscila se regañó internamente, porque siempre que estaba en una situación de mucho peligro o estrés, su mente le daba por divagar en cosas estúpidas, que ni al caso con el tema, lo que tenía que pensar ahora, era una manera de poder escapar de estos cuatro maleantes.En ese momento el carro se detuvo y luego la estaban sacando de adentro, ella lo único que le paso por sus pensamientos en aquel instante, era que la dejaran ir al baño y así poder escapar.Sin embargo, como tenía los ojos cubiertos con la capucha que le habían puesto y tampoco podía hablar, solo podía decir mmm y moverse muy constantemente, hasta que aquellos tipos decidieron quitarle la capucha y posterior la cinta que le cubría los labios.Pero al hacer este movimiento le arrancaron la cinta que le cubría su boca de un jalón y le dolió un poco, instantáneamente se quejó por el dolor que sintió y miro con cara de enojo al tipo que se la quitó.Sin embargo, en es
Priscila no pensó mucho en que decirles a esos rufianes, para que la dejaran en paz, ya que apenas se había alejado un poco de aquel individuo. Observó un árbol de gran magnitud, mientras lo señalaba, y decía: detrás de ese árbol puede ser, con permiso, y estaba a punto de tomar su camino. Sin embargo, no se percató de que todavía tenía sus dos manos atadas.Ella apenas se dio cuenta de esto, dijo, pero antes de irme, por favor me pueden desatar mis manos, ya que estando de esta forma es muy difícil bajarme los pantalones.Aquel hombre que le decían orejas comentó, ¿y tú nos crees estúpido, o qué?, ¿acaso, crees que te vamos a dejar ir sola?, si quieres hacer tus necesidades, te va a tocar hacerla delante de nosotros.Priscila no se esperaba esto, ya que ella lo único que pretendía hacer cuando estuviera fuera de la mirada de esos tipos era echar a correr como alma que lleva el diablo y sin mirar atrás. Aunque sí tenía un poco de ganas de orinar, pero esta se la podía aguantar hasta c
Marcos, que estaba a punto de desnudarse y dejar salir a su lobo para que corriera, escuchó unos gritos de una mujer con desesperación pidiendo ayuda.Él sinceramente no quería ir a ver quién era la persona que pedía ayuda con tanta desesperación entre el medio del bosque, ya que él mismo tenía obligado a su manada de no ayudar a ningún humano.Sin embargo, su lobo no pensaba igual que él en ese momento, puesto que no le dio otra opción, sino ir a ver y ayudar a aquella mujer, pero en solo llegar y ver cómo cuatro hombres humanos querían violarla, casi dejaba salir a su lobo y ahí mismo comérselos a todos esos hombres de inmediato.Sin saber por qué había reaccionado de aquella forma, ya que era un hombre lobo muy paciente y no había motivo de que la furia de su lobo lo consumiera en aquel instante.No obstante, ahí estaba él con ganas de arrasar con todos esos tipos y solo por una pequeña humana que ni al caso con su raza y mucho menos con él.Por lo menos se podría decir que control
Marcos se dio cuenta de que estaba un poco alejado de su manada y a esta humana, le era imposible caminar esos kilómetros de distancia que le faltaban para llegar, así que se comunicó por su enlace mental con su beta para que lo recogiera en la carretera.Él, que estaba perdido en su comunicación interna con Brando, ya que le estaba dando órdenes para que estuvieran todo listo, puesto que llevaba una invitada humana, para que todos se comportaran y así Priscila no descubriera quién eran ellos en realidad.Por ese motivo no escuchó lo que ella le había preguntado, así que Priscila, al ver que no le quería hacer caso, se detuvo y volvió a decir. Tenía entendido que por aquí no hay ningún pueblo cerca, además, si no me dices para dónde me llevas, no caminaré más.Ya que estoy siguiendo tus pasos como una loca y sin saber si estoy yendo al matadero y yo sin darme cuenta.Priscila, que estaba un poco precavida por lo que le había pasado anteriormente, sabía que no podía confiar mucho en la
Apenas llegaron al edificio de la manada, Marcos buscó a María para que le mostrara la habitación donde se quedaría Priscila. Luego se fue junto a Brando al estudio, pues tenían muchas cosas de qué hablar.Ya estando sentado en su silla, le preguntó: ¿cómo la ves?Brando, a su vez, fue muy sincero al responder, ya que le dijo: está muy bonita; sin embargo, esta no era la respuesta que Marcos estaba esperando de él", ya que de inmediato le volvió a decir, "No te estoy preguntando por su físico, sino que si notaste algo raro en aquella mujer".No, nada, solo que era una humana normal, no tiene nada de especial aparte de su belleza y luego dijo, pero creo que te gustó, pues esta es la primera vez que traes a un humano extraño a nuestro territorio.No es eso, solo que me pareció extraño que sea la única persona, a la cual no pueda entrar en sus pensamientos y así saber qué es lo que quiere, peor aun cuando estaba tratando de inmiscuirme en su mente y sentí una barrera difícil de penetrar.
Priscila, al comunicarse con sus familiares, se dio cuenta de que ya las autoridades habían desplegado su búsqueda por todas partes y hasta recompensa habían ofrecido.En ese instante, ella se dio cuenta de la magnitud del problema que se había metido y en realidad era culpa suya, pues cuando la rescataron lo primero que debió de hacer era llamar a sus padres y avisarle que estaba bien.Sin embargo, estaba muy cansada y se había olvidado. Además, era mejor no volver por el momento, pero como le estaban exigiendo que le diera su dirección, y sinceramente ella no tenía ni la más mínima idea en qué rincón del mundo se encontraba.Luego se dio la vuelta para que Marcos le ayudara con esto, pues sabía mejor que nadie que su familia no iba a aceptar, que ella no le diera su ubicación, pero cuando se dio la vuelta, se dio cuenta que estaba sola en aquel estudio.Por ese motivo, solo les dijo que no se preocuparan por ella, que yo estoy muy bien, y para evitar que le siguieran pidiendo su dir
En el campo de entrenamiento ya habían terminado y Marcos estaba a punto de volver a su estudio, ya que todo el tiempo que estuvo ocupado estuvo pensando en Priscila y lo único que lo animaba a terminar rápido sus labores, era para poder verla.No obstante, de la nada escucharon que la manada Green los estaba atacando y ya estaban a punto de llegar a la ciudad.Marcos se preguntaba cómo lograron pasar sus barreras tan rápido, ya que su seguridad en las fronteras era muy fuerte, Dejó esos pensamientos para después y de inmediato comenzó a dar órdenes a todos para que tomaran su lugar de pelea.Luego de dar esta orden, pidió que tocaran la alarma de emergencia para que los niños y los adultos se resguardaran en el sótano de sus hogares y así poderlos mantener a salvo, si la manada de los Green lograba penetrar su último esquema de seguridad. Sin embargo, lo que escuchó no les gustó mucho, pues le decían que la alarma estaba siendo preparada para su respectivo mantenimiento, ya que no
Priscila al ver que aquellos hombres cada uno la cogían de un brazo, pensó que esta gente no estaba jugando con ella como había pensado y se dio cuenta de la magnitud del asunto, así que de inmediato trato de explicar diciéndoles: pero yo no le hice nada a Mirna, antes la atarván esa, es la que debería de estar presa, ya me ha dejado mi brazo lleno de hematomas.Sin embargo, su salvador no la escuchó, pues antes de darse la vuelta e irse, solo dijo: "asegúrate que no se vaya a escapar, ya que, si eso llega a suceder, tú pagarás en su lugar".Después de haber dado esta orden a sus subordinados, Marcos se fue dejando a Priscila sin saber que había hecho y quién era él en realidad para dar orden de que la encierren.Ella de inmediato volteó su mirada a Brando, mientras le preguntaba: ¿qué está pasando, que no entiendo nada?Brando comenzó explicándole el motivo del porqué la estaban encerrando; sin embargo, ella todavía no entendía nada y se preguntaba quiénes eran la manada de los Green