Las chicas en la cancha estaban concentradas en cada paso, en las cargadas y las indicaciones que gritaba la capitana.
Ambos equipos tenían entrenamientos fuertes, también llevaban rigurosas dietas y muchas reglas, sin embargo, para las mujeres que pertenecían al equipo todavía era más duro, se necesitaba demasiado temple, fuerza, fortaleza y convicción, las aspirantes se preparaban muchos años antes, desde pequeñas debían tener las mejores calificaciones y un comportamiento adecuado para poder ser alumna de la universidad.
Cuando eran aceptadas empezaban entrenamientos largos y cansados, donde llevaban clases extracurriculares, baile, ballet, canto, gimnasia entre otras disciplinas antes de querer ser parte o convertirse en una estrella de los Centuriones.
Ya listas se inscriben en la audición de cada año, se hacían filas muy largas para poder tener la oportunidad de presentarte ante los encargados del equipo, desde la entrenadora, capitana, médicos especializados, los altos mandos entre otras personas y marcas importantes que patrocinaban al equipo, eran los que escogen a las mejores futuras animadoras, solamente quedaban cinco de los cientos que iban a las pruebas, era una locura más sin embargo las estudiantes querían ser parte de este equipo a pesar de todas las exigencias que se pedían, las aspirantes estaban dispuestas a cumplir todo eso y más, ya que ser una estrella de los Centuriones te habría muchas puertas en tu vida futura como una mujer profesional.
Grecia entrenadora de las estrellas era una mujer que a pesar de ser muy joven era la mejor que habían tenido en mucho tiempo, había ayudado al equipo a traer trofeos nacionales e internacionales por 4 años consecutivos haciendo al equipo de animadoras el mejor a nivel mundial.
Era una mujer muy bella, dura y de carácter fuerte pero en el fondo con un gran corazón, fue animadora hace ya 5 años, poco a poco fue avanzando para hacer una de las mejores hasta convertirse en capitana, su trabajo fue recompensado con varios premios, la entrenadora anterior notó sus capacidades y en aquel tiempo le enseñó mucho, el día que la mujer mayor se jubiló Grecia se hizo la nueva entrenadora, muchos estaban a favor pero otros estaban muy en contra, con el tiempo y todos los campeonatos ganados ella demostró su capacidad, trabajo y liderazgo.
“Grecia”. Se escuchó que la llamaron, ella estaba algo perdida en sus pensamientos y volvió girándose. “¿Qué pasa?”.
Doris rodó los ojos. “Te estoy hablando y no me contestas”. La capitana venía limpiando su sudor con una toalla.
Grecia sonrió bajando la cabeza. “Lo siento… ¿Qué decías?”.
“Terminó la práctica”. Dijo al final Doris, Grecia se volvió hacia las chicas que ya recogían sus cosas para irse a los vestidores. Conversaban entre ellas mientras todas se retiraban, solo una estaba en las bancas, se notaba que algo estaba mal con ella, estaba sola y muy callada, Grecia entrecerró los ojos y caminó detrás de todas.
“Vamos a mi oficina”. Le dijo a Doris y ambas se fueron.
Doris se recargó en la silla cerca del escritorio, estaba en la pequeña oficina de Grecia. “Las rutinas están casi listas, pero debemos mover a Alicia y Bere, no están al tiempo de las demás”.
Grecia afirmó revisando los papeles que Doris le mostraba.
“Además Jenni ha estado algo extraña, al hacer las cargadas tiene miedo”. Doris mencionó preocupada por la chica.
Grecia recordó que la chica era muy joven, simpática y alegre, tenía apenas unos meses en el equipo, al principio se había integrado muy bien con las demás, era extraño su nuevo comportamiento. “Hablaré con ella”.
Doris asintió levantándose y revisando el reloj en su teléfono. “Ya es hora, las chicas deben estar terminando de lavarse”.
Ambas salieron de la pequeña oficina vieja y pequeña, era extraño todo el gimnasio tenía materiales y muebles de primera calidad solo este lugar estaba descuidado pero limpio.
Llegaron a los vestidores, las chicas estaban listas, Grecia les regaló una corta y pequeña sonrisa, Jenni se acercó en silencio.
“Fue un buen entrenamiento, descansen, nos vemos mañana”. Grecia se dirigió a la chica. “Jenni acompáñame por favor”. La chica se sobresaltó y obedeció despidiéndose de sus amigas.
Doris las siguió a la oficina de Grecia. Entraron y cada una tomó un lugar, ambas examinaron a la chica mientras Jenni nerviosa jugaba con sus manos.
“Jenni quisiera saber si pasa algo…” Dijo Grecia. Doris siguió. “Intentaremos ayudarte en lo que podamos”.
Jenni miró fijamente a Grecia y empezó a llorar muy angustiada. “No me he sentido bien estos días…”
Doris le comentó. “Debe ser tanta presión para el próximo concurso, té llevare con el médico del equipo y te recetara algunas vitaminas o…”
Jenni negó inmediatamente. “¡No!”.
Doris y Grecia se miraron entre sí. Esperando a que hablara.
La chica bajo su rostro y con lágrimas en los ojos les dio la noticia. “Yo…. Estoy… estoy embarazada”.
Doris se levantó de su lugar estaba a punto de reprenderla, pero Grecia la detuvo levantando la mano y negando su intención de regañar a la chica”.
Grecia se acercó a un lado de Jenni tomó su mano tratando de darle ánimos. “¿Estás segura?”.
Limpiando su rostro la chica afirmó. “Hice una prueba de embarazo y.… fui al médico, tengo dos meses…”
Tanto la capitana y entrenadora estaban en silencio, era muy difícil ser una animadora, pasaban por muchas pruebas y además a cada una se le hacía firmar un contrato donde no podían tener pareja durante los primeros tres años en el equipo, esto incluía no embarazos, ni bodas, ni escándalos, entre otras restricciones que cada mujer debía pasar si quería formar parte del equipo. Ahora Jenni estaba en problemas, la multa y sanciones eran muy altas.
“¿El padre del bebé lo sabe?”. Preguntó Grecia con la intención de ayudarla.
Jenni afirmó con la cabeza. “Él… término conmigo cuando se lo dije… Dice que no es de él… Que lo mejor es que me deshaga del bebé”.
Doris estaba furiosa, era una mujer extrovertida de carácter fuerte. “¡Ese maldito! ¡Dime quien es! ¡Voy a ponerlo en su lugar!”.
Jenni se asustó un poco por la reacción de su entrenadora. Grecia trató de calmar a su amiga y pensó un poco preguntando. “¿Es alguien de la universidad?”.Jenni afirmó.Indagando más siguió. “¿Es alguien del equipo?”. Esperaba una respuesta negativa, pero Jenni volvió a afirmar.Doris no podía creerlo. “Jenni ¿¡Cómo pudiste?! Se sabe que con los jugadores no se puede salir, está prohibido, firmaste un contrato”.Jenni sollozó. “Lo sé… Lo sé… Nos encontramos en una fiesta, hablamos y es muy guapo, yo solo… me enamore...”Doris se dejó caer en la silla. “¿Cómo se llama? ¿Quién es?”. Quería saber cuál de todos los idiotas la había engañado, a leguas se notaba que la chica era muy ingenua y fácil de engañar.Jenni lo pensó por unos segundos, pero bajó tímidamente su rostro.Suspirando largo Grecia con la mirada le pidió a Doris que se tranquilizara. “Ve a descansar, hablaremos con más calma mañana”.La chica salió de la oficina con pésimo ánimo.Doris estacionó el auto en el edificio don
Doris escuchó a su amiga, pero no podía creerlo. “¿Qué?”.Grecia siguió. “No es todo. Quiere que vivamos juntos… Me pidió que nos casemos”. Ella dijo eso último mostrando el anillo en su dedo.Inmediatamente Doris tomó la mano examinando el anillo. “¡Es muy bonito!”. Miró a su amiga. “¿Porque no estas feliz?” La interrogó. “¿No lo amas?”.Grecia suspiro largo. “No es eso… solo que me hubiera gustado que hablara conmigo primero… Nuestra relación era perfecta, él iba y venía, yo lo visitaba, estábamos bien”.“Han estado juntos bastante tiempo, Noa debe querer algo más serio, de verdad te ama Grecia”. Doris le recordó.Grecia sonrió pensativa. “Lo sé... Es solo que… Todo ha sido una gran noticia, es difícil de procesar”.Doris se levantó de su asiento. “Vamos a entrenar, te ayudará a despejarte, las chicas ya deben estar en el campo”.Grecia aceptó, levantándose, cuando iban por el pasillo, uno de los empleados la llamó desde lejos. “Señorita Medina, el señor Alarcón quiere verla en su o
Doris estaba inquieta al ver que la chica se unirá al equipo, ya tenía una idea de lo que pasaría. El entrenamiento siguió, Grecia le explicaba cómo trabajaba el equipo diariamente a Jimena y ella estaba atenta aprendiendo todo, algunas cosas no eran de su agrado y se molestaba, en otras inmediatamente mencionaba que serían removidas, fue una mañana tediosa y larga para Grecia.Al terminar Doris y Grecia se fueron a su oficina. Doris estaba exhausta. “¡No puedo creerlo! Esa chica es una …”Grecia estaba tranquila y observaba algunas fotos en una repisa, era de sus cinco años en la universidad. “Sabíamos que este día llegaría. Era solo cuestión de tiempo”.Doris resopló. “Pues sí, pero… No se… me imaginaba que por tu trabajo y trayectoria harían una excepción… Pensé que los directivos votarían para renovar tu contrato… no se algo… mágico pasaría al final”.Grecia negó con la cabeza burlándose de las ocurrencias de su amiga y se sentó en su escritorio. “Igual no pensaba quedarme”. Ella
Roció se armó de valor diciendo. “Yo… si deseo algo…y mucho”. Bajo la mirada tímida.Emanuel entendió. “Lo hablaremos en la noche”.Roció alzó su mirada con una gran sonrisa. “¿En serio?”.Emanuel afirmó. “Te veo en casa”.Roció subió al auto y Pamela la felicitaba por ser valiente. “Vez, Te dije que si te comunicas más con él la relación prosperará”.Roció asintió sobre lo que su concuña decía, pero no le importaba mucho, estaba muy feliz porque festejará su aniversario juntos.Pamela parloteaba. “Debes hacer algo casero y rico…mmmm. Y un buen vino”. Tuvo una idea. “¡Ah! Vamos al centro comercial, te llevaré a comprar lencería sexy”.Roció giró a ver a la mujer. “¿Qué? ¿Cómo crees? ¡Qué vergüenza!”.Pamela la regañó. “Roció a este paso lo perderás, su vida es tan monótona, debes ser atrevida para que él esté más interesado”.Roció no dijo ya nada, era cierto, aunque estaban casados la relación de ellos era muy insignificante, Emanuel estaba completamente ocupado con el negocio, a vec
Norte de México, Monterrey.Habían pasado dos semanas desde que Noa le pidió matrimonio a Grecia, todo se calmó y ella agradeció, sin embargo, la fecha prevista estaba por llegar, el fin de semana Noa seria presentado como el nuevo jugador de los Centuriones.Doris y Grecia estaban en el centro comercial buscando un vestido para la gala. “¿Te parece este?”. Grecia negó ante la prenda que su amiga le mostró. “Es muy llamativo”.Doris se molestó reclamando y haciendo movimientos exagerados burlándose. “Es la presentación de tu prometido, debes estar a la altura”.“Nadie sabe que es mi prometido ni quiero que lo sepan todavía”. Grecia informó encontrando un vestido gris plata y se lo midió encima finalizando. “No es buena idea decirlo, sé que él quiere ganarse su lugar con sus propios méritos, si damos la noticia y nos vinculan tendremos a la prensa encima”. “Cierto, debes esperar un mejor momento”. Doris estuvo de acuerdo.En la caja pagaron sus vestidos, en ese momento entró Jimena co
Grecia y Doris desde su asiento no dejaban de ver la escena, Noa caminaba y saludaba a la gente alrededor con una gran sonrisa, todos querían fotografiarse con el nuevo jugador, Jimena nunca lo soltó, estaba muy animada y se recargaba en Noa siempre que tenía oportunidad. Doris susurró. “Amiga… ¿Quieres que nos vayamos?”. Grecia negó con la cabeza, se levantó apresurada. “Vuelvo enseguida”. Ella pasó entre la gente. “Permiso”. Estaba ofuscada, su corazón latía muy rápido. Noa que la buscaba desde hace un tiempo la vio irse, alejó la mano de Jimena y amablemente le dijo. “M permites unos minutos”. Jimena no podía hacer una escena frente a él, pero estaba disgustada. “Está bien”. Noa siguió el camino por donde Grecia desapareció. Ella se miraba en el espejo del baño mientras otras mujeres entraban y salían, su conversación era acerca de la pareja. -Viste a Jimena y Noa. -Si, se ven tan bien juntos… -Son perfectos, parece que tienen algo… Se nota que se gustan… Grecia escuchab
Por la tarde Jimena visitó a su padre. “Estoy decidida papá, quiero a Noa para mí”. El señor Alarcón tenía curiosidad. “No crees que eres muy joven para eso”. Jimena defendió su sentir. “Es el indicado para mí, se convertirá en el mejor mariscal de campo del país y yo seré su futura esposa”. El hombre se río de las ocurrencias de su hija, se acercó dándole un abrazo. “Será como mi princesa quiere”. Noa apareció en la puerta de Grecia, ella dejó que entrara. “¿Por qué te fuiste de la fiesta?”. Preguntó Noa caminando por la sala. Grecia avanzó detrás de él, invitándolo a sentarse. “Estaba cansada”. Le explico. “Lo de anoche… el señor Alarcón me pidió que aceptara a su hija como acompañante, no pude negarme, espero no te hayas molestado”. Noa no quería malos entendidos con Grecia. Grecia lo escuchaba atenta. Él acortó la distancia tomando sus manos. “Todo lo que hago en este momento es para nosotros, es… solo… formalidades, pronto podremos estar juntos y decírselo a todos, estarem
Después de que Rogelio se fue, Grecia fue directo a la habitación, donde Doris lloraba en silencio, al ver a su amiga aseguró. “Se acabó”. Grecia entendió de inmediato y se acercó a su amiga abrazándola. Unos días pasaron… Grecia seguía preparando a las animadoras, ahora ya con Jimena más metida en la organización, daba su opinión y cambiaba cosas, Grecia las aceptaba sin decir nada, los cambios que hacía no le beneficiaban al equipo y en el futuro se iría para abajo, el próximo concurso estaba en puerta y las estrellas no estaban listas por el cambio de coreografías o pasos. Doris tampoco se quejó, le dio la oportunidad de que hiciera lo que quería. En el otro lado de la cancha, Noa entrenaba acoplándose al equipo, en momentos buscaba a Grecia con la mirada, no había tenido la oportunidad de hablar con ella en persona solo por mensaje o llamada, deseaba verla y abrazarla, cuando quería hacerlo siempre aparecía Jimena para interrumpirlos, sentía que Grecia se alejaba de él poco a po