Doris escuchó a su amiga, pero no podía creerlo. “¿Qué?”.
Grecia siguió. “No es todo. Quiere que vivamos juntos… Me pidió que nos casemos”. Ella dijo eso último mostrando el anillo en su dedo.
Inmediatamente Doris tomó la mano examinando el anillo. “¡Es muy bonito!”. Miró a su amiga. “¿Porque no estas feliz?” La interrogó. “¿No lo amas?”.
Grecia suspiro largo. “No es eso… solo que me hubiera gustado que hablara conmigo primero… Nuestra relación era perfecta, él iba y venía, yo lo visitaba, estábamos bien”.
“Han estado juntos bastante tiempo, Noa debe querer algo más serio, de verdad te ama Grecia”. Doris le recordó.
Grecia sonrió pensativa. “Lo sé... Es solo que… Todo ha sido una gran noticia, es difícil de procesar”.
Doris se levantó de su asiento. “Vamos a entrenar, te ayudará a despejarte, las chicas ya deben estar en el campo”.
Grecia aceptó, levantándose, cuando iban por el pasillo, uno de los empleados la llamó desde lejos. “Señorita Medina, el señor Alarcón quiere verla en su oficina”.
Doris y Grecia inmediatamente se miraron en silencio, Grecia agradeció. “Iré en un momento”.
Cuando el chico se fue, Doris comentó. “¿Qué querrá el jefe?”.
Grecia estaba algo inquieta. “Recuerda las fechas… Casi es el tiempo”.
Doris afirmó. “Iré a entrenar a las chicas ¡Suerte!”.
Grecia se fue al contrario de Doris. Entró a una zona muy elegante, desde que caminabas por el pasillo, había fotografías alusivas a la universidad, de ambos equipos entre muchas otras que demostraron lo grande que era la escuela en todo el país y partes del mundo. Grecia llegó hasta el escritorio de la secretaria. “Buenos días”.
La mujer le sonrió de manera altanera. “Señorita Medina…” Lo dijo de forma amarga.
Ignorando su actitud, Grecia no dijo nada, lo último que quería es un problema con la mujer a leguas se notaba que no era de su agrado. “El señor Alarcón quiere verme”.
La secretaria afirmó levantándose de su escritorio, tocó la puerta de su jefe quien pidió que pasaran, ambas entraron, la secretaria la anunció. “Señor, la señorita Medina está aquí”.
El hombre al levantar la mirada se encontró con la de la chica, él era muy serio y reservado. “Bien, puedes irte”.
La secretaria se fue cerrando la puerta. El señor Alarcón volvió a sus papeles.
Grecia se quedó en silencio de pie esperando a que el hombre hablara.
El señor Alarcón se levantó de su lugar y caminó por la oficina. “Grecia…” Mencionó de forma despectiva. “Como recordarás, tu contrato como entrenadora con la universidad pronto terminará y debemos prepararnos para el futuro del equipo…”
Grecia se acomodó en su lugar y sin miedo contestó. “Lo sé”. Ya estaba preparada para esta conversación, tarde o temprano llegaría el día.
“Es por eso que quiero que empieces a preparar a la nueva entrenadora”. Soltó con voz profunda.
En eso la puerta se abrió. “¡Papi!”.
El semblante del hombre cambió por completo abriendo sus brazos hacia la linda mujer elegante que entró. “Hija”.
La chica vestía a la moda y su maquillaje era delicado, tenía una buena figura y llamaba mucho la atención. “Perdón por llegar tarde, el tráfico, ya sabes cómo es en la ciudad”. Ella giró para que su mirada se encontrara con la de Grecia, no era de su agrado tampoco. “Grecia…”
Grecia solo la miro en silencio, esta chica era muy difícil de tratar, era hija del jefe y por ende una niña rica y caprichosa.
El señor Gonzalo Alarcón sin dejar de abrazar a su hija dio la noticia. “Mi pequeña Jimena está lista para quedarse con el equipo de Animadoras”.
Jimena sonrió de oreja a oreja.
Grecia no dijo ni pío… Respiro profundamente ante la noticia, pero respetó las decisiones del señor. “Lo entiendo”.
El señor Alarcón le dio unas últimas indicaciones. “Te pido que por el momento esto lo mantengamos en secreto, más adelante haré una rueda de prensa dando las nuevas noticias, por lo pronto Jimena debe ir conociendo a las animadoras y la forma de trabajar”.
Ambas salieron juntas. Caminaban hasta el campo en silencio, una no tenía nada que decirle a la otra. Jimena observó a los jugadores. “Debe ser increíble estar frente a hombres tan guapos todos los días”.
Grecia no dijo nada, no quería discutir con la chica. Jimena siguió. “Se que pronto habrá nuevos jugadores, papá ha hecho muy buenos negocios, el equipo será el mejor de nuevo”.
Recordando a Noa, Grecia solo hizo una línea de su boca, ese también era un asunto que debía resolver con su novio.
“Mis hermanos Farid y Emmanuel están felices en el extranjero con sus esposas, parece que pronto seré tía… ¿No te alegra?”.
Grecia se detuvo por unos segundos al escuchar los nombres. Reaccionó rápido. “Si. Me alegra”.
Jimena se quedó mirándola buscando algún indicio de cambio en Grecia, sin embargo, no mostraba nada. Al no tener resultado siguió caminando y se centró en las animadoras. “Ahora que sea la entrenadora habrá muchos cambios… “
Grecia giró su mirada hacia las chicas, algunas conversaban mientras descansaban unos minutos para seguir con la rutina, Doris estaba con Jenni conversando. Grecia inmediatamente entendió las intenciones de la joven recién llegada.
Jimena aun así siguió. “La capitana ya es algo vieja, deberíamos buscar gente nueva, sangre fresca ¿No crees?”. Quería molestarla.
Grecia aguantó su molestia sin decir nada, de ahora en adelante tenía que ser más precavida.
Llegaron al campo. Todas las animadoras se reunieron, Grecia observó a cada una, a pesar de ser dura con ellas las quería y conocía a todas y a sus familias, sin embargo, el futuro era incierto para muchas de ellas, todo cambiaría. “Buenos días chicas, les presento a la señorita Jimena Alarcón”.
Todas susurraron se miraron entre sí, conocían su identidad, era hija del dueño de la universidad, era extraño que ella estuviera aquí, se decía que estudiaba en el extranjero en las mejores escuelas.
Grecia prosiguió. “A partir de hoy estará en el equipo”.
Jimena sonrió. “Me alegra estar aquí, espero que todas me acepten”. Todas las animadoras se acercaron para darle la bienvenida.
Doris estaba inquieta al ver que la chica se unirá al equipo, ya tenía una idea de lo que pasaría. El entrenamiento siguió, Grecia le explicaba cómo trabajaba el equipo diariamente a Jimena y ella estaba atenta aprendiendo todo, algunas cosas no eran de su agrado y se molestaba, en otras inmediatamente mencionaba que serían removidas, fue una mañana tediosa y larga para Grecia.Al terminar Doris y Grecia se fueron a su oficina. Doris estaba exhausta. “¡No puedo creerlo! Esa chica es una …”Grecia estaba tranquila y observaba algunas fotos en una repisa, era de sus cinco años en la universidad. “Sabíamos que este día llegaría. Era solo cuestión de tiempo”.Doris resopló. “Pues sí, pero… No se… me imaginaba que por tu trabajo y trayectoria harían una excepción… Pensé que los directivos votarían para renovar tu contrato… no se algo… mágico pasaría al final”.Grecia negó con la cabeza burlándose de las ocurrencias de su amiga y se sentó en su escritorio. “Igual no pensaba quedarme”. Ella
Roció se armó de valor diciendo. “Yo… si deseo algo…y mucho”. Bajo la mirada tímida.Emanuel entendió. “Lo hablaremos en la noche”.Roció alzó su mirada con una gran sonrisa. “¿En serio?”.Emanuel afirmó. “Te veo en casa”.Roció subió al auto y Pamela la felicitaba por ser valiente. “Vez, Te dije que si te comunicas más con él la relación prosperará”.Roció asintió sobre lo que su concuña decía, pero no le importaba mucho, estaba muy feliz porque festejará su aniversario juntos.Pamela parloteaba. “Debes hacer algo casero y rico…mmmm. Y un buen vino”. Tuvo una idea. “¡Ah! Vamos al centro comercial, te llevaré a comprar lencería sexy”.Roció giró a ver a la mujer. “¿Qué? ¿Cómo crees? ¡Qué vergüenza!”.Pamela la regañó. “Roció a este paso lo perderás, su vida es tan monótona, debes ser atrevida para que él esté más interesado”.Roció no dijo ya nada, era cierto, aunque estaban casados la relación de ellos era muy insignificante, Emanuel estaba completamente ocupado con el negocio, a vec
Norte de México, Monterrey.Habían pasado dos semanas desde que Noa le pidió matrimonio a Grecia, todo se calmó y ella agradeció, sin embargo, la fecha prevista estaba por llegar, el fin de semana Noa seria presentado como el nuevo jugador de los Centuriones.Doris y Grecia estaban en el centro comercial buscando un vestido para la gala. “¿Te parece este?”. Grecia negó ante la prenda que su amiga le mostró. “Es muy llamativo”.Doris se molestó reclamando y haciendo movimientos exagerados burlándose. “Es la presentación de tu prometido, debes estar a la altura”.“Nadie sabe que es mi prometido ni quiero que lo sepan todavía”. Grecia informó encontrando un vestido gris plata y se lo midió encima finalizando. “No es buena idea decirlo, sé que él quiere ganarse su lugar con sus propios méritos, si damos la noticia y nos vinculan tendremos a la prensa encima”. “Cierto, debes esperar un mejor momento”. Doris estuvo de acuerdo.En la caja pagaron sus vestidos, en ese momento entró Jimena co
Grecia y Doris desde su asiento no dejaban de ver la escena, Noa caminaba y saludaba a la gente alrededor con una gran sonrisa, todos querían fotografiarse con el nuevo jugador, Jimena nunca lo soltó, estaba muy animada y se recargaba en Noa siempre que tenía oportunidad. Doris susurró. “Amiga… ¿Quieres que nos vayamos?”. Grecia negó con la cabeza, se levantó apresurada. “Vuelvo enseguida”. Ella pasó entre la gente. “Permiso”. Estaba ofuscada, su corazón latía muy rápido. Noa que la buscaba desde hace un tiempo la vio irse, alejó la mano de Jimena y amablemente le dijo. “M permites unos minutos”. Jimena no podía hacer una escena frente a él, pero estaba disgustada. “Está bien”. Noa siguió el camino por donde Grecia desapareció. Ella se miraba en el espejo del baño mientras otras mujeres entraban y salían, su conversación era acerca de la pareja. -Viste a Jimena y Noa. -Si, se ven tan bien juntos… -Son perfectos, parece que tienen algo… Se nota que se gustan… Grecia escuchab
Por la tarde Jimena visitó a su padre. “Estoy decidida papá, quiero a Noa para mí”. El señor Alarcón tenía curiosidad. “No crees que eres muy joven para eso”. Jimena defendió su sentir. “Es el indicado para mí, se convertirá en el mejor mariscal de campo del país y yo seré su futura esposa”. El hombre se río de las ocurrencias de su hija, se acercó dándole un abrazo. “Será como mi princesa quiere”. Noa apareció en la puerta de Grecia, ella dejó que entrara. “¿Por qué te fuiste de la fiesta?”. Preguntó Noa caminando por la sala. Grecia avanzó detrás de él, invitándolo a sentarse. “Estaba cansada”. Le explico. “Lo de anoche… el señor Alarcón me pidió que aceptara a su hija como acompañante, no pude negarme, espero no te hayas molestado”. Noa no quería malos entendidos con Grecia. Grecia lo escuchaba atenta. Él acortó la distancia tomando sus manos. “Todo lo que hago en este momento es para nosotros, es… solo… formalidades, pronto podremos estar juntos y decírselo a todos, estarem
Después de que Rogelio se fue, Grecia fue directo a la habitación, donde Doris lloraba en silencio, al ver a su amiga aseguró. “Se acabó”. Grecia entendió de inmediato y se acercó a su amiga abrazándola. Unos días pasaron… Grecia seguía preparando a las animadoras, ahora ya con Jimena más metida en la organización, daba su opinión y cambiaba cosas, Grecia las aceptaba sin decir nada, los cambios que hacía no le beneficiaban al equipo y en el futuro se iría para abajo, el próximo concurso estaba en puerta y las estrellas no estaban listas por el cambio de coreografías o pasos. Doris tampoco se quejó, le dio la oportunidad de que hiciera lo que quería. En el otro lado de la cancha, Noa entrenaba acoplándose al equipo, en momentos buscaba a Grecia con la mirada, no había tenido la oportunidad de hablar con ella en persona solo por mensaje o llamada, deseaba verla y abrazarla, cuando quería hacerlo siempre aparecía Jimena para interrumpirlos, sentía que Grecia se alejaba de él poco a po
Grecia no negaría que salía con Noa. “No sabía que me seguía”.Julia la regañó, su tono era fuerte. “Debiste tener más cuidado”. Podías notar su molestia. “Ahora arregla el problema, no quiero gente desconocida aquí de nuevo”.Grecia aceptó lo que la mujer decía.Grecia aprovechó que estaban solas para informarle de sus planes. “Pronto terminara mi contrato, vendré a vivir aquí”.Julia le dejó claro que no la quería ahí. “Esta es mi casa”.Grecia no lo discutió. “Lo sé, compraré alguna cerca y empezaré una escuela de ballet”.Julia resopló. “¿Escuela de Ballet? ¿Aquí? Vas a quedar en la ruina”.“Igual voy a intentarlo”. Decretó. No le importaba lo que dijeran los demás, ella intentaría salir adelante.Julia la ignoró y fue al comedor, la sirvienta ayudó a Lalo y Noa sirviendo la comida.En Monterrey…La mansión de los Alarcón era inmensa, llena de habitaciones y elegancia por donde la vieras, Una mujer de cabello negro largo y lacio paseaba por el jardín junto a su empleada de confian
Grecia no quería soltarla, la extrañaba mucho y se dio cuenta que la pequeña estaba creciendo muy rápido. “No te preocupes, mamá siempre estará para ti, pronto vendré a vivir aquí”. La niña estaba emocionada. “¿De verdad?”. Grecia afirmó. “Buscaré una casa cerca de aquí, para que sigas viendo a tu nana”. La niña se levantó brincando. “¡Si! ¡Mamá vendrá a vivir conmigo!”. Grecia la detuvo poniendo un dedo en sus labios haciendo la señal de silencio. “!Shhh¡, Recuerda”. La niña se sentó y dijo bajito imitando el gesto de Grecia. “No deben saber que eres mi mami, es un secreto”. Grecia sonrió alegre de que su hija fuera tan inteligente. “Bien, vamos a terminar de cambiarte”. La niña se levantó parloteando sobre sus cuentos y muñecas, Grecia la escuchaba atenta mientras terminaba de arreglarla. Abajo… Después de charlar un buen rato de equipos quedaron en silencio, Lalo miró al hombre. “¿La quieres?”. Noa se giró y afirmó rápidamente. “Si, le pedí que nos casáramos”. “¿Aceptó?”.