Continuamos con la sesión de compras, trabajando juntas para encontrar las prendas que se adapten a mi estilo y personalidad. Agradezco haber encontrado a alguien como Estela, quien no solo entiende mis preferencias.

Aunque no sé que me ve de hermosa, soy horrible, con estas enormes caderas y colon que me gasto. Si al menos fuera más alta. Pienso mientras la observo traer ropa.

Y me paso casi todo el día, metida en la tienda probándome diferentes estilos, hasta que, al fin logramos uno que me agrada y no hace que cambie mucho. Le doy la dirección de mi casa, para que lo envíe todo allá. También, pienso que, si voy a dirigir la farmacéutica, debo vestir mejor. Papá se va a alegrar, nunca le han gustado mis ropas.

Le he gastado una fortuna a Gabriel. Realmente eran muy caras, pero, aunque no me gusta derrochar dinero en eso, para continuar con esta farsa, debo vestir ropa de marca.

Al llegar a mi casa, suspiro. Me meto en la habitación para bañarme y cambiarme de ropa, pensando en qu