Dejaré de ser tu amante

—que equivocado estas, a partir de hoy, escúchame muy bien Lisandro, dejaré de ser tú amante— se aparta bruscamente de él

—sube al auto— le pide Patrick mirando desafiante de Lisandro y viceversa

Caroline obedece al hombre que es desconocido para ella, pero es porque está consternada con tanta información nefasta, está herida por lo falso que fue su ahora ex marido.

—¡Caroline, no puedes irte con él! ¡Baja del auto ahora mismo!— su orden no fue concedida, porque Patrick subió al auto y se apresuró a arrancar —¡Caroline!— Caristeas la menciona desesperado

—vamos rápido por favor— suplicó la mujer para no escucharlo más

Lisandro pasa su mano derecha por la cabeza del desespero, al ver que la madre de sus hijos se ha ido con su peor enemigo y que él ha roto el encanto del amor.

Tuvo que regresar a casa caminando y lo peor de todo es que al ingresar, su madre lo espera junto a Irene, la cual está llorando haciendo semejante teatro.

—¡Joder!— musitó y camina hacia su despacho, necesita estar solo

—¡Alto ahí, Lisandro Caristeas!— su madre Berenice de Caristeas, le habla con autoridad

—ahora no madre— continúa caminando

—¡Detente!— vociferó la mujer caminando hacia él con firmeza y elegancia

Lisandro tensa su mandíbula y empuña sus manos. —¡Hiciste llorar a tu esposa! ¿Y no eres capaz de consolarla?— lo mira con enojo

—Irene está alucinando, quiero estar solo y que nadie me moleste

—¡Soy tu madre y me respetas!

—¡Pues me harte de tu ladilla!— por primera vez le alza la voz a su madre —resulta que soy un hombre de 34 años que siempre te ha obedecido, pero esta obediencia me a arrastrado a ser infeliz— la confesión de Lisandro incitó a que su madre le diera una bofetada bien fuerte —¡Joder!— bufo aún más airado y se marcha

—¡Lisandro!— Berenice es muy manipuladora, a ella le gusta tener el control de todo —¡Deja de llorar Irene!— la reprende acercándose a ella —ya mande a investigar a esa insignificante mujer, veremos que es lo quiere, seguramente dinero, así que no te preocupes ella ni siquiera tiene clase, no es bonita

—¿La viste?

—¡Claro! Pero no podía intervenir en ese momento. Seguramente es una empleada de quinta

—¿Y si Lisandro se acostó con ella?

—¡Deja de sufrir! Todos los hombres son infieles Irene, tú eres la esposa y eso es lo que importa, las demás mujeres son un desliz

—con todo respeto señora Berenice, mi madre no me enseño eso y estoy cansada de esperar que Lisandro se enamore de mi, lo mejor es que le diga a mis padres

—¡Ni se te ocurra Irene! Dale tiempo a Lisandro, él aún piensa que es un adolescente, en cualquier momento asienta cabeza y te verá con otros ojos— la familia Caristeas tiene asocian con la familia GEORGIOU, la Alianza familiar se realizó cuando Irene y Lisandro se casaran, a cambio de enriquecer a los Caristeas por 10 años como se había establecido en el contrato matrimonial por petición de Irene que ha amado a Lisandro desde jovencita

Lisandro esta encerrado en el despacho, quiere acabar con todo a su paso, Caroline y sus hijos son importantes para él, pero lastimosamente ha tomado malas decisiones y sí, él conoció a Caroline estando casado, pero no pudo evitar dejarse atrapar por ella con esa sonrisa y su alma tan buena.

*Recuerdo hace 8 años atrás*

La fría noche tenía a Irene temblando, la cual caminaba sola por la desolada calle sin mirar atrás con los nervios de punta. Estaba buscando trabajo y no tenía ni un dólar para el transporte de regreso a casa.

Precisamente Lisandro iba caminando porque su auto había quedado varado a unas calles atrás y sin tener como comunicarse, camino con el deseo de que un taxi pasará para que lo llevará a su suite.

Cuando Caroline fue a dar la vuelta para tomar la vía hacia la derecha de topa con Lisandro quien de manera inmediata iba a reaccionar con su carácter de los mil demonios, pero al verle el rostro a Caroline y la tristeza que reflejaba su mirada, fue amable y ella tampoco pudo evitar no mirarlo, era el hombre más guapo que habían visto sus ojos, era el hombre de sus sueños y desde ese momento el choque eléctrico del amor los dominó a ambos donde todo surgió y Lisandro podía ser el mismo, sin nada de lujos con una chica humilde

*fin del recuerdo*

—¡No quiero perderte Caroline! Eres mi mujer, eres mía, carajo— su angustia lo hace tener muchos pensamientos negativos, tan solo son 5 meses y podrá ser libre de un matrimonio que él no desea.

Saca su móvil y llama a Bastián, su asistente eficiente con la única diferencia es que es gay. Al principio Lisandro le hizo la vida imposible para que renunciara, pero Bastián se supo ganar su puesto como asistente

—¡Hola querido Caristeas!

—no es momento para tus bromas, Caroline ya me descubrió

—noooo

—alista mi jet privado, necesito ir por ella, mi hijo está grave de salud

—¿Y el evento con los árabes, jefecito? Estoy en el Museo y todo está quedando súper top

—primero mi familia, así que has lo que te ordenó

—como usted mande jefe gruñón y lamento lo de tu pequeño, ya mismo me pongo manos a la obra

Lisandro cuelga la llamada, a veces Bastián lo saca de sus casillas con sus comentarios.

Por otro lado, Caroline está con Patrick y en el aeropuerto. —de verdad señor, no tengo como pagarle lo que está haciendo por mi

—Llámame Patrick. Como te pudiste dar cuenta, Lisandro y yo tenemos una brecha muy grande de enemistad, lo conozco hace muchos años atrás.

—no quiero hablar de ese traidor

—lamento lo que te hizo y como yo soy un caballero iré contigo y te ayudaré para que tu hijo sea salvo

—¿Qué? Señor... Patrick— dice su nombre al ver que frunció el ceño —no nos conocemos y no tengo ni como pagarle lo que está haciendo por mi

—luego te diré la forma en que me pagarás

—¿Acaso quiere que me acueste con usted?

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