II
— ¡Lana vas a llegar tarde!
Lana Odette Roswell Vanstick, ese es mi nombre.
Chica promedio. Malas calificaciones, una sola amiga de la cual tengo semanas sin saber por ir de viaje con su familia al extranjero, de cabello color negro y ojo café ¿Más común?, no; no pude ser.
Corrí por la pequeña sala de mi casa hasta llegar a la cocina, mi madre cuyo nombre es Louisa de cabello color marrón claro y ojos verdes me espera con su mirada fulminante y entrecejo fruncido.
— ¿Que te he dicho sobre la primera impresión? — dice al apenas verme tomar el primer bocado del pan tostado que cocinó para el desayuno.
—Que lo son todo, porqué por ella nos definimos ante los demás. — Trago grueso y bebo lo más rápido que puedo el jugo de naranja.
—Correcto. Debes llegar temprano para que los profesores no digan lo mismo que el año pasado "Su hija siempre llega tarde y no presta atención en clases..." Haz el favor de si quiera fingir que escuchas algo de lo que dicen. — Comenta haciendo una mala versión del tono que usa el director Máximo, alias el Ex novio del colegio de mamá.
— ¡Sí!— emití feliz de empezar un nuevo y último año escolar. — ¡Me voy, viene el bus!
Doy un beso sonoro a su mejilla y corro, últimamente mi vida se basa en correr de un lugar a otro rápido para no llegar tarde y perderme de alguna cosa importante. Lo bueno de todo es que mantengo el físico, lo malo es que igual llego tarde, justo como ahora.
Por despertar tarde, desayune tarde y tomé el último bus. Ese que está lleno de personas a las que les importa un bledo lo que pase a su alrededor, como el año pasado y el antepasado el montón de metal de color amarillo y franjas negras se detiene en la parada de la esquina y como siempre yo, subo saludando a Fredd el chófer que con un asentimiento se pone en marcha.
La fila del lado izquierdo está repleta, los góticos, punks y las fresas se sentaron de ese lado. Así que me siento en uno de los puestos libres del lado derecho, donde solo está Jenna una morena de ojos negros que siempre está perdida en su mundo de fantasía donde dice que es la reina y esas niñerías.
Antes, mucho antes de empezar el instituto fuimos muy buenas amigas, pero luego llegó lo que llaman "madurar" y eso hice. Lo malo es que ella no y cada que hacía o decía algo le molestaba, fueron tantas discusiones sin sentidos que al final dejamos nuestra amistad.
El bus se detuvo justo al frente, cinco minutos antes de que cerraran la puerta del instituto. Con pasos apresurados baje y entre, mientras más apresurada estaba más sonoras eran mis pisadas puesto que hoy me decidí por llevar unas lindas botas de tacos altos que encontré en el armario.
Primer pasillo, nada.
Segundo pasillo, vacío.
Mierda, ya habían comenzado las clases y de nuevo sería la burla.
Tercer pasillo, mi primera clase y estaba repleta.
Solo una banca vacía y estaba justo al frente de la profesora Sonia, a un lado de Kyle el rubio que no sabe pronunciar bien nuestro idioma y al otro la pared.
Genial, sumamente genial.
Debía solo esperar a que la profesora explicara de que trataría la clase y listo, podría entrar sin ser descubierta. Y así fue, o al menos intente que sucediera así.
La profesora se volteó y me arrojó el borrador que tenía en la mano.
—Cuando no, Lana. — Murmuró molesta y las carcajadas estallaron alrededor.
Con mis brazos me cubrí sobre el asiento en espera de que cesaran los murmullos y comentarios burlescos sobre mí, para buena fortuna no duraron tanto por primera vez en olvidar y es que, había algo mejor que una tonta llegando tarde y siendo atrapada.
—Dicen que es la número diez, que han habido más desapariciones... —Murmuro Sol a su amiga Alice quien fingía no importarle nada.
— ¡Silencio!— Sonia se había volteado y todos quedaron mudos. — Si vuelvo a escuchar de nuevo sobre las noticias de esta mañana mientras explicó, cada uno de ustedes ira a detención como regalo de bienvenida.
Como mi intuición me decía que debía ser algo importante y también que mi lado curioso salía a la luz, no dude en preguntar a Kyle con señas de que tanto hablaban, pero claro como no tenía una inteligencia tan aguda no repare en que el chico no entendía nada de lo que decía o eso creí...
Volteé cuando me hizo una seña con su dedo índice al aire, no perdería tiempo con alguien que no sabe ni pronunciar un "hola" bien.
Una bola de papel que usaron de proyectil pegó en mi ojo, aguanté las ganas de pegar un grito y tomé la bala entre mis dedos. Busqué a mí alrededor el responsable y entonces con un perfecto "lo siento" susurrado, Kyle hizo señas para que abriera la bola de papel.
En efecto, eso hice porqué mi curiosidad podía más que cualquier otra cosa.
Tara. Hanna. Sara. Carla. Bianca.
Alana. Amanda. Alexa. Alissa. Alicia.
De la clase A-4
Todas desaparecidas en un laxo de setenta y dos horas, aún no dan con ellas o en el peor de los casos, con los cuerpos.
Me helé de inmediato, una brisa fría subió por mis piernas y pude sentir una respiración agitada a un lado de mi nuca. Pero, la mala dicha es que.... Ahí no estaba sentado nadie por ser la pared.
IIIEn mi vida nunca había caminado tan rápido como esta mañana, y es que, no era para menos si quería quitarme de encima aquel chico de ojos verdes que estaba por pisar mis talones. Mientras más rápido caminaba, él aumentaba aún más sus pasos... Me aterraba la idea de tener un acosador tras de mí pero de tan solo saber que es Kyle cada que miro por sobre el hombro me da un poco de calma.— ¿No te cansas de seguirme?— Objeto dando media vuelta en el pasillo, quedando a tan solo unos pasos de la salida.Son las 9:30 de la mañana y esa nota con nombres me cayó tan mal que me decidí por huir a un mejor lug
IVLa policía inundó el instituto.No pasaron ni diez minutos cuando estaban desalojando las aulas de clases. Los profesores sacaron a sus estudiantes lo más rápido que pudieron, los colocaron en filas y por grupos frente a las redes de seguridad que rodean nuestra casa de estudios mientras buscaban lo que ocasionó la activación de la alarma.Un candado roto. Una chica desaparecida. Y, un cadáver.Se rumoreaba que Zoe estaba haciendo un espectáculo para obtener más seguidores en el twitter de la emisora radial que manejaba, pero luego de ver como sacaban el cuerpo inerte del vigilante de las instal
VHabía pasado ya, un largo y oscuro día lleno de malas noticias luego del lunes donde por fin el tonto bebe con pañales se atrevió a pasar entre Kyle y yo. Luego de dejarlo en su casa, la cual estaba ubicada en uno de esos barrios costosos que están fuera de la ciudad, volvimos a la nuestra para comer y ver unas películas antes de dormir.Era miércoles por la mañana.Desperté con una pereza enorme y me dispuse a vagar por la habitación decorada de peluches que mamá con mucho esfuerzo y trabajo me había regalado año tras año.Me coloqué mis pantuflas de con
VIMamá levantó un cuerpo débil y frágil del suelo de la habitación.No la culpo de quejarse la mayor parte del tiempo sobre mi falta de confianza hacia su persona, tanta como para no comunicarle sobre los recientes problemas y conflictos que estaba atravesando.Compañeras desaparecidas y sin pistas de su paradero.Una alarmante similitud en las vocales de sus nombres.Falta de un hombro amigo, pues mi querida amiga no me daba señas de volver. No escribía, no mandaba mensajes y tampoco se sabía nada sobre su familia, en nuestra última conve
VII— ¡Cuidado con esa caja!, Lana despierta por Dios.Despabile y justo a tiempo, solo quedaba poco para que la caja con las pertenencias de vidrio con las que mamá acostumbra a decorar la sala se cayera y reventara todo. En definitiva iba a ser el mayor escándalo que ella haría, tendría que soportar por meses su mal humor.Era sábado por la mañana, ya solo restaba un día para volver a clases y tenía la cabeza por las nubes de tanta tensión. Mamá rentó una pequeña cabaña a las afueras, lo suficientemente lejos para que cualquier persona de la ciudad no se atreviera a seguirnos pero a su vez cerca de la parada
VIII"La sangre escurría tras las mantas negras que yacían en frente, un hediondo olor llegó hasta mis fosas nasales y entonces giré en busca de la razón. Pegué un brinco que derribó algo detrás pero no le preste tanta atención como la que le di a los cuerpos inertes de dos chicas de cabello rubio que se encontraban en descomposición sobre el piso, un sonido extraño levemente parecido al de un reloj se hacía presente cada segundo que pasaba.—¡Corre!—Giré sobre los pies y la vi.Tenía el cabello sucio y despeinado, con un vestido blanco largo que le llegaba hasta por las rodi
IXLunes por la mañana y camino por los pasillos a paso indeciso.El sueño me está matando, las ojeras se me ven horribles y siento el cansancio como si tuviera meses así.Para colmo los demás estudiantes me han estado mirando raro desde que entre, Emma mi mejor y única amiga me bloqueó en todas las redes sociales y también parece haber cambiado el número de teléfono. Silvya, la parlanchina chica de la cabaña hizo todo lo posible por no verme e ignorarme luego de aquella conversación espeluznante en el bosque.Lo único que falta es que me envíen a la direcci&oacut
XRondaba más la duda acerca de Kyle, que el miedo como tal por mi mente.Pero su semblante serio pasó a segundo plano de inmediato, tornando en estos momentos sus mejillas rojas como tomate y dilatando sus pupilas.Lo que hizo que dejara de pensar que podría ser el culpable de algo.—Bueno, amm... Eso es una historia aburrida. — Resta importancia con su mano y enseguida su acompañante, quien nos observaba desde la puerta entra.— ¿Jenna?— la morena me mira de arriba hasta abajo, empuja a Kyle y toma con ambas manos mi rostro en busca de algo.