I
Tenía por fin un sueño profundo. Uno de esos que no tenía en meses desde que iniciaron las fuertes jaquecas.
Sentía la brisa helada colarse por bajo de la manta, enfriando mis pies, entumeciendolos.
Un silbido por lo bajo se escuchaba al fondo. Y entonces, cuando estaba en mi mejor momento, sucedió.
La lámpara que acostumbro a colocar cerca de la mesita de noche que está a escasos centímetros de la ventana, sonó. Pero no como de costumbre, esta noche no.
Se quebró.
Abrí los ojos espantada, no era de las personas que al despertar tras un sonido extraño se desperezaba y luego pensaba... No, yo nunca fui así.
No más al escuchar el ruido abrí mis ojos asustada, el corazón lo tenía latiendo a millón y me tapé tanto como pude con la manta purpura. Espere minutos con el miedo intacto hasta que luego de un rato al darme cuenta que no había nadie, saqué la cabeza del escondite y mire alrededor.
Había tanta oscuridad que temía que en cualquier momento saliera algo de entre las sombras, pero no fue así.
Saqué un pie, luego el otro y temblando camine alrededor de la cama. La brisa azotaba con fuerza la ventana, entre fruncí el ceño y me acerque a ella dando grandes zancadas. Al estar a solo un paso y maldecir por lo bajo el haber dejado el pestillo flojo, lo vi.
Una sombra pasó rápido entre los arbusto hasta perderse en el callejón de la otra acera.
Di un paso atrás. Luego otro. Y otro. ¡Corrí!
— ¡Mamá!
Grité con los vellos de la piel de punta por el terror, mi voz sonó más fina de lo normal y casi no podía pronunciar bien la palabra.
Azote la puerta y salté sobre su cama, estaba cubierta hasta arriba con las mantas de color azul marino y roncaba cada que respiraba. Caí sobre ella, causándole tanto terror que me golpeo con la palma de su mano, al caer en la cuenta de quién era se disculpó de inmediato y sobo mi mejilla.
— ¡Había alguien entre los arbustos!
Horrorizada me echó a un lado y se dirigió al armario, tomó la escopeta que siempre acostumbra amantener cargada pero bien escondida y salió corriendo. — ¡Lo vi desde la ventana!— informé.
Me cubrí con las mantas temblando y espere... Espere...
Pero nada sucedió. Mamá volvió con la mirada cansada y leves ojeras bajos sus ojos.
—Hoy duermes conmigo, mañana reviso.
Dijo colocando seguro a la puerta y colocando el arma sobre la mesa de noche que está a un lado de su cama— Gracias a Dios no encontré nada, sino, no podría ni pegar un ojo.
Se echó las mantas encima y me abrazo.
—Duerme un poco pequeña.
De pequeña no tenía nada. Dieciséis años bien cumplidos el primer mes del año y mal transitados por el colegio.
Luego de eso, no pasó nada más y al apenas cerrar los ojos caí en un profundo sueño.
Sangre.
Gritos.
Lamentos.
El fondo de la habitación en la que estaba era de color blanco, parecido al de un manicomio. Por todos lados se escuchaban gritos y llantos de mujeres, parecía una masacre y yo estaba en medio, corrí sin rumbo fijo hasta caer de boca contra el suelo... Mire lo causante y ahogué un grito.
El cadáver de una rubia yacía inerte bajo mis pies. Un charco de sangre cubría el cabello sobre su rostro, el cual tapaba la mayor parte del mismo, tenía una especie de bata blanca y un enorme hoyo en su estómago.
—Dios mío...
Me levante tan rápido como pude y salí disparada a quien sabe dónde, porque la escena cambió de forma radical. Ahora me encontraba en una especie de lago con un pequeño puente guindando, hincado y con capucha se encontraba alguien quien cada dos minutos murmura palabras en otro idioma.
—Falta poco, muy poco. — Murmuró a la nada y cuando estaba por ver su rostro.
Desperté.
II— ¡Lana vas a llegar tarde!Lana Odette Roswell Vanstick, ese es mi nombre.Chica promedio. Malas calificaciones, una sola amiga de la cual tengo semanas sin saber por ir de viaje con su familia al extranjero, de cabello color negro y ojo café ¿Más común?, no; no pude ser.Corrí por la pequeña sala de mi casa hasta llegar a la cocina, mi madre cuyo nombre es Louisa de cabello color marrón claro y ojos verdes me espera con su mirada fulminante y entrecejo fruncido.— ¿Que te he dicho sobre la primera impresión? — dice al
IIIEn mi vida nunca había caminado tan rápido como esta mañana, y es que, no era para menos si quería quitarme de encima aquel chico de ojos verdes que estaba por pisar mis talones. Mientras más rápido caminaba, él aumentaba aún más sus pasos... Me aterraba la idea de tener un acosador tras de mí pero de tan solo saber que es Kyle cada que miro por sobre el hombro me da un poco de calma.— ¿No te cansas de seguirme?— Objeto dando media vuelta en el pasillo, quedando a tan solo unos pasos de la salida.Son las 9:30 de la mañana y esa nota con nombres me cayó tan mal que me decidí por huir a un mejor lug
IVLa policía inundó el instituto.No pasaron ni diez minutos cuando estaban desalojando las aulas de clases. Los profesores sacaron a sus estudiantes lo más rápido que pudieron, los colocaron en filas y por grupos frente a las redes de seguridad que rodean nuestra casa de estudios mientras buscaban lo que ocasionó la activación de la alarma.Un candado roto. Una chica desaparecida. Y, un cadáver.Se rumoreaba que Zoe estaba haciendo un espectáculo para obtener más seguidores en el twitter de la emisora radial que manejaba, pero luego de ver como sacaban el cuerpo inerte del vigilante de las instal
VHabía pasado ya, un largo y oscuro día lleno de malas noticias luego del lunes donde por fin el tonto bebe con pañales se atrevió a pasar entre Kyle y yo. Luego de dejarlo en su casa, la cual estaba ubicada en uno de esos barrios costosos que están fuera de la ciudad, volvimos a la nuestra para comer y ver unas películas antes de dormir.Era miércoles por la mañana.Desperté con una pereza enorme y me dispuse a vagar por la habitación decorada de peluches que mamá con mucho esfuerzo y trabajo me había regalado año tras año.Me coloqué mis pantuflas de con
VIMamá levantó un cuerpo débil y frágil del suelo de la habitación.No la culpo de quejarse la mayor parte del tiempo sobre mi falta de confianza hacia su persona, tanta como para no comunicarle sobre los recientes problemas y conflictos que estaba atravesando.Compañeras desaparecidas y sin pistas de su paradero.Una alarmante similitud en las vocales de sus nombres.Falta de un hombro amigo, pues mi querida amiga no me daba señas de volver. No escribía, no mandaba mensajes y tampoco se sabía nada sobre su familia, en nuestra última conve
VII— ¡Cuidado con esa caja!, Lana despierta por Dios.Despabile y justo a tiempo, solo quedaba poco para que la caja con las pertenencias de vidrio con las que mamá acostumbra a decorar la sala se cayera y reventara todo. En definitiva iba a ser el mayor escándalo que ella haría, tendría que soportar por meses su mal humor.Era sábado por la mañana, ya solo restaba un día para volver a clases y tenía la cabeza por las nubes de tanta tensión. Mamá rentó una pequeña cabaña a las afueras, lo suficientemente lejos para que cualquier persona de la ciudad no se atreviera a seguirnos pero a su vez cerca de la parada
VIII"La sangre escurría tras las mantas negras que yacían en frente, un hediondo olor llegó hasta mis fosas nasales y entonces giré en busca de la razón. Pegué un brinco que derribó algo detrás pero no le preste tanta atención como la que le di a los cuerpos inertes de dos chicas de cabello rubio que se encontraban en descomposición sobre el piso, un sonido extraño levemente parecido al de un reloj se hacía presente cada segundo que pasaba.—¡Corre!—Giré sobre los pies y la vi.Tenía el cabello sucio y despeinado, con un vestido blanco largo que le llegaba hasta por las rodi
IXLunes por la mañana y camino por los pasillos a paso indeciso.El sueño me está matando, las ojeras se me ven horribles y siento el cansancio como si tuviera meses así.Para colmo los demás estudiantes me han estado mirando raro desde que entre, Emma mi mejor y única amiga me bloqueó en todas las redes sociales y también parece haber cambiado el número de teléfono. Silvya, la parlanchina chica de la cabaña hizo todo lo posible por no verme e ignorarme luego de aquella conversación espeluznante en el bosque.Lo único que falta es que me envíen a la direcci&oacut