VI
Mamá levantó un cuerpo débil y frágil del suelo de la habitación.
No la culpo de quejarse la mayor parte del tiempo sobre mi falta de confianza hacia su persona, tanta como para no comunicarle sobre los recientes problemas y conflictos que estaba atravesando.
Compañeras desaparecidas y sin pistas de su paradero.
Una alarmante similitud en las vocales de sus nombres.
Falta de un hombro amigo, pues mi querida amiga no me daba señas de volver. No escribía, no mandaba mensajes y tampoco se sabía nada sobre su familia, en nuestra última conve
VII— ¡Cuidado con esa caja!, Lana despierta por Dios.Despabile y justo a tiempo, solo quedaba poco para que la caja con las pertenencias de vidrio con las que mamá acostumbra a decorar la sala se cayera y reventara todo. En definitiva iba a ser el mayor escándalo que ella haría, tendría que soportar por meses su mal humor.Era sábado por la mañana, ya solo restaba un día para volver a clases y tenía la cabeza por las nubes de tanta tensión. Mamá rentó una pequeña cabaña a las afueras, lo suficientemente lejos para que cualquier persona de la ciudad no se atreviera a seguirnos pero a su vez cerca de la parada
VIII"La sangre escurría tras las mantas negras que yacían en frente, un hediondo olor llegó hasta mis fosas nasales y entonces giré en busca de la razón. Pegué un brinco que derribó algo detrás pero no le preste tanta atención como la que le di a los cuerpos inertes de dos chicas de cabello rubio que se encontraban en descomposición sobre el piso, un sonido extraño levemente parecido al de un reloj se hacía presente cada segundo que pasaba.—¡Corre!—Giré sobre los pies y la vi.Tenía el cabello sucio y despeinado, con un vestido blanco largo que le llegaba hasta por las rodi
IXLunes por la mañana y camino por los pasillos a paso indeciso.El sueño me está matando, las ojeras se me ven horribles y siento el cansancio como si tuviera meses así.Para colmo los demás estudiantes me han estado mirando raro desde que entre, Emma mi mejor y única amiga me bloqueó en todas las redes sociales y también parece haber cambiado el número de teléfono. Silvya, la parlanchina chica de la cabaña hizo todo lo posible por no verme e ignorarme luego de aquella conversación espeluznante en el bosque.Lo único que falta es que me envíen a la direcci&oacut
XRondaba más la duda acerca de Kyle, que el miedo como tal por mi mente.Pero su semblante serio pasó a segundo plano de inmediato, tornando en estos momentos sus mejillas rojas como tomate y dilatando sus pupilas.Lo que hizo que dejara de pensar que podría ser el culpable de algo.—Bueno, amm... Eso es una historia aburrida. — Resta importancia con su mano y enseguida su acompañante, quien nos observaba desde la puerta entra.— ¿Jenna?— la morena me mira de arriba hasta abajo, empuja a Kyle y toma con ambas manos mi rostro en busca de algo.
XINada más al llegar, mamá baja del auto corriendo y azota la puerta de la casa.Por primera vez en la vida que no veo a los fisgones pegados a las ventanas, en realidad no veo a nadie porque todo a nuestro alrededor está solo y silencioso.Miro en todas las direcciones y cuando mucho identifico uno que otro perro ladrando a lo lejos, pero sus dueños no salen.Esto es como de película de terror.Y, yo odio las películas de terror.Bajo del auto a buscar a mamá y la encuentro recogiendo ropa que se le
XIIDesperté en mitad de una habitación elegante.Decorada con cortinas de color vino y amueblada con muebles de primera que se ve desde lejos son de una madera costosa, tiene un espejo enorme al fondo que por las orillas está cubierto de dorado. En el techo hay un candelabro que parece antiguo, una de las dos enormes ventanas que posee da de lleno con el paisaje de un bosque frondoso y verde.El dolor de cabeza me está matando pero eso no evita que piense por qué carajos estoy acostada sobre una enorme cama y cubierta por tela de seda color vino.Algo raro está sucediendo lo presiento...La mesita de noc
XIIILa tarde estaba calurosa y las ganas de orinar me mataban. Ya la vejiga me dolía y no paraba de mover el pie izquierdo de adelante hacia atrás, el auto aún seguía en marcha y quería llegar lo más rápido posible pero nada... Cada que preguntaba si faltaba poco, papá decía que hiciera silencio y mamá le gritaba por responder brusco a una pequeña de seis años.No los culpaba de exasperarse conmigo, siempre fui así, una completa molestia.Nos detuvimos en una tienda de esas que están ubicadas a mitad de la nada y entonces papá ordenó que fuera al baño quien tuviera ganas.
XIVBajo los pies con cautela, con miedo de que una mano salga de abajo de la cama y me arrastre a otra dimensión donde todo sea mucho peor que en la que estoy.Una brisa cálida entra por la ventana y me atrevo a observa por ella unos segundos, el bosque espeso cubierto por neblina es muy contradictorio a lo de hace un momento. Respiro hondo y reparo en aquel puente que divide las tierras de la mansión con la villa en donde mamá compró la casa.Siento una punzada en mi pecho y el corazón se me oprime de tan solo pensar en que podrían estarle asiendo, porque quiero negar rotundamente que la asesinaran ese día del secuestro. Una lágrima escurridiza ba