XI
Nada más al llegar, mamá baja del auto corriendo y azota la puerta de la casa.
Por primera vez en la vida que no veo a los fisgones pegados a las ventanas, en realidad no veo a nadie porque todo a nuestro alrededor está solo y silencioso.
Miro en todas las direcciones y cuando mucho identifico uno que otro perro ladrando a lo lejos, pero sus dueños no salen.
Esto es como de película de terror.
Y, yo odio las películas de terror.
Bajo del auto a buscar a mamá y la encuentro recogiendo ropa que se le
XIIDesperté en mitad de una habitación elegante.Decorada con cortinas de color vino y amueblada con muebles de primera que se ve desde lejos son de una madera costosa, tiene un espejo enorme al fondo que por las orillas está cubierto de dorado. En el techo hay un candelabro que parece antiguo, una de las dos enormes ventanas que posee da de lleno con el paisaje de un bosque frondoso y verde.El dolor de cabeza me está matando pero eso no evita que piense por qué carajos estoy acostada sobre una enorme cama y cubierta por tela de seda color vino.Algo raro está sucediendo lo presiento...La mesita de noc
XIIILa tarde estaba calurosa y las ganas de orinar me mataban. Ya la vejiga me dolía y no paraba de mover el pie izquierdo de adelante hacia atrás, el auto aún seguía en marcha y quería llegar lo más rápido posible pero nada... Cada que preguntaba si faltaba poco, papá decía que hiciera silencio y mamá le gritaba por responder brusco a una pequeña de seis años.No los culpaba de exasperarse conmigo, siempre fui así, una completa molestia.Nos detuvimos en una tienda de esas que están ubicadas a mitad de la nada y entonces papá ordenó que fuera al baño quien tuviera ganas.
XIVBajo los pies con cautela, con miedo de que una mano salga de abajo de la cama y me arrastre a otra dimensión donde todo sea mucho peor que en la que estoy.Una brisa cálida entra por la ventana y me atrevo a observa por ella unos segundos, el bosque espeso cubierto por neblina es muy contradictorio a lo de hace un momento. Respiro hondo y reparo en aquel puente que divide las tierras de la mansión con la villa en donde mamá compró la casa.Siento una punzada en mi pecho y el corazón se me oprime de tan solo pensar en que podrían estarle asiendo, porque quiero negar rotundamente que la asesinaran ese día del secuestro. Una lágrima escurridiza ba
XV¿El mundo se volvió loco?-No.- Susurra una voz helada a centímetros de mi oreja.Trago con dificultad la comida intentando procesar toda esta locura de la que habla Verónica, y toda aquella que sucede alrededor.Alan se levanta y sirve el jugo de naranja que está frente a él en mi vaso luego de verme beber el vino y aguantar varias arcadas.Después de todo creo que no sirvo para este tipo de vida llena de lujos a la cual quieren incluirme por la fuerza, con mentiras acerca de mi madre.¿Qu&
XVILuego de salir a través del portal cuando Verónica recibió una llamada, volví a quedar encerrada en la habitación solo que esta vez sin llave.De a poco y se va volviendo más accesible.Resoplo caminando por el lugar buscando algo interesante con qué entretenerme pero no encuentro nada que valga la pena, aparte de eso mis opciones para escapar de este sitio son escasas puesto que estamos lejos de la ciudad, no tengo teléfono y la villa donde estaba con mamá no es tan segura ahora.Verónica es un hueso duro de roer y no creo que vaya a caer tan fácil con mis "ilusiones" o
XVII"¡Lana!"¿En serio gritó mi nombre?Kyle es un falso, sin moral.Kyle simplemente,no existe.Giro de la sorpresa y choco contra la chica que estaba limpiando antes la estancia, haciendo que se derrame sobre su cuerpo un líquido negro que supongo era agua sucia que llevaba en un balde.—Lo... Siento...— Tartamudeo, pero parece no bastar.— ¿Lo siento?— se ríe— Eres una maldita enferma, retardada, inútil
XVIIIEl aroma que emanan las sábanas llega de lleno a mis fosas nasales y la comodidad en la espalda aclara de inmediato que estoy acostaba en la cama.¿Me habré quedado dormida?Abro los ojos y visualizo a Verónica sentada de una manera aristócrata sobre una de las esquinas de la cama, leyendo en su tablet no sé qué, parece entretenida porque no se percata de que he despertado.—Está linda— murmuro, haciendo que mire de soslayo con una sonrisa.—Gracias, yo misma me encargué de decorarla.La levanta y deja que vea
XIX—Sal de la habitación, Alan.Ordena Erior sin mover un músculo mientras mantengo escondida la cabeza bajo sus brazos, Alan en este momento da más miedo que Erior, las chicas sin nombre y Verónica.—No. — Dice molesto— Quita tus asquerosas manos de Veró...Y sus palabras quedan al aire cuando ve que salgo de mi escondite, su entrecejo se frunce y de inmediato se muestra arrepentido.—Erior— el mencionado no lo deja culminar, alzando la mano al aire y alejándome de él.&md