XV
¿El mundo se volvió loco?
-No.- Susurra una voz helada a centímetros de mi oreja.
Trago con dificultad la comida intentando procesar toda esta locura de la que habla Verónica, y toda aquella que sucede alrededor.
Alan se levanta y sirve el jugo de naranja que está frente a él en mi vaso luego de verme beber el vino y aguantar varias arcadas.
Después de todo creo que no sirvo para este tipo de vida llena de lujos a la cual quieren incluirme por la fuerza, con mentiras acerca de mi madre.
¿Qu&
XVILuego de salir a través del portal cuando Verónica recibió una llamada, volví a quedar encerrada en la habitación solo que esta vez sin llave.De a poco y se va volviendo más accesible.Resoplo caminando por el lugar buscando algo interesante con qué entretenerme pero no encuentro nada que valga la pena, aparte de eso mis opciones para escapar de este sitio son escasas puesto que estamos lejos de la ciudad, no tengo teléfono y la villa donde estaba con mamá no es tan segura ahora.Verónica es un hueso duro de roer y no creo que vaya a caer tan fácil con mis "ilusiones" o
XVII"¡Lana!"¿En serio gritó mi nombre?Kyle es un falso, sin moral.Kyle simplemente,no existe.Giro de la sorpresa y choco contra la chica que estaba limpiando antes la estancia, haciendo que se derrame sobre su cuerpo un líquido negro que supongo era agua sucia que llevaba en un balde.—Lo... Siento...— Tartamudeo, pero parece no bastar.— ¿Lo siento?— se ríe— Eres una maldita enferma, retardada, inútil
XVIIIEl aroma que emanan las sábanas llega de lleno a mis fosas nasales y la comodidad en la espalda aclara de inmediato que estoy acostaba en la cama.¿Me habré quedado dormida?Abro los ojos y visualizo a Verónica sentada de una manera aristócrata sobre una de las esquinas de la cama, leyendo en su tablet no sé qué, parece entretenida porque no se percata de que he despertado.—Está linda— murmuro, haciendo que mire de soslayo con una sonrisa.—Gracias, yo misma me encargué de decorarla.La levanta y deja que vea
XIX—Sal de la habitación, Alan.Ordena Erior sin mover un músculo mientras mantengo escondida la cabeza bajo sus brazos, Alan en este momento da más miedo que Erior, las chicas sin nombre y Verónica.—No. — Dice molesto— Quita tus asquerosas manos de Veró...Y sus palabras quedan al aire cuando ve que salgo de mi escondite, su entrecejo se frunce y de inmediato se muestra arrepentido.—Erior— el mencionado no lo deja culminar, alzando la mano al aire y alejándome de él.&md
XXEmpiezo a creer que me estoy volviendo inmune, es eso o ya mi cuerpo dijo¡Basta a los desmayos!Alan echa aire a mi rostro con un libro, al parecer la piel se me volvió pálida cuando escuché el nombre de Silvya, pero ¿cómo no? si antes de ser raptada por estos enfermos hablé con ella y lo recuerdo muy bien así que me niego a creer que está muerta.Abren la puerta y Verónica nos observa con desconfianza, pero se le pasa en cuanto nota que no digo ninguna palabra o hago algún movimiento, simplemente miro la nada.— ¿Qué sucedió Alan?— Di
XXIDespierto de nuevo en la habitación, solo que esta vez con la cabeza cubierta por vendas y con Emma mirando detenidamente todos los movimientos que hago.Wuo, esto de recibir golpes con y en la cabeza se me da demasiado bien, debería de considerar buscar un trabajo así seguro me haría millonaria.— ¿Por qué corriste?Emma suspira cansada, sigue con el uniforme de mucama con el cual la vi antes de caer inconsciente.—Porque una niña loca gritó un nombre falso y corrió tras de mí como si le hubiera hecho algo.
XXIIPerdí la razón, eso es lo más lógico en esta situación.La rubia se ha puesto en pie, ante la cama con la barbilla en alto y su rostro pálido.¿Qué quiere esa cosa conmigo?El silencio es perturbador pero supongo que entablar conversación con un ente paranormal es mucho peor. Todos se marcharon dejándome aquí, sola... Es culpa mía por haberlo pedido y ahora lo lamento tanto.—¿Qué quieres de mí?.— Pregunto con los nervios a flor de piel.
XXIIIPuedo ver mi cuerpo con claridad desde donde estoy, parada enfrente.—¡Vittoria!—grita Verónica desesperada desde el otro lado de la puerta.Si está así de alterada nada más con pensar que estoy muerta, cuando vea que mi cuerpo está pálido, los ojos vidriosos y labios morados seguro le da algo.—Erior abre esta maldita puerta—ordena, entonces comienzan a golpear con fuerza el pedazo de madera que nos divide y da privacidad.La rubia se desapareció apenas volví a la habitación, ¿en dónde se