Oliver

—Por esto abuelo— le digo desesperado sintiendo que mi cuerpo ha estado en tensión desde que desperté en medio de la noche esa madrugada — temía cosas como esta, más por la seguridad de Evelia, no han pasado ni tres meses desde que nuestro matrimonio se hizo público y ve todo lo que ha sucedido en este poco tiempo.

Mi abuelo asiente con la cabeza y comienza a caminar de manera tranquila para servir un par de tragos, no puedo evitar notar que toma la botella del más caro por lo visto será fuerte lo que tiene que decir.

—Debes comprender —dice de manera firme acercándose a entregarme el trago e invitarme a beber un poco— que no podemos detener nuestra vida solamente porque los demás quieren destruirla.

—No la estoy deteniendo, la estoy protegiendo a ella— le aclaro.

—No, tienes miedo Oliver y es comprensible, porque la mujer que amas se encuentra en una situación vulnerable por su embarazo, lo entiendo, lo comprendo pero no debes dejarte llevar por las indicaciones que externos in