Que tal la hermanita?
OliverSé que Eve ya llegó, no entiendo por qué no me avisó que ya estaba aquí, si tenemos algo pendiente entre nosotros, deseo verla de nuevo, parece que hace días no la beso aunque han pasado unas cuantas horas nada más.Sonrío ante la imagen que podría presentar para cualquier otro que me viera, el hombre indomable, el que no se enamora, corazón de hierro, emocionado y buscando de manera desesperada a una mujer porque la extraña.“Definitivamente es para no creerse” pienso pero a pesar de ello no puedo evitar sonreír al pensarlo, cuando de repente escucho la voz de mi belleza en la habitación, y decido asustarla, sólo un poco.Me quedo en la puerta entre abierta para esperar el momento justo en el que la escuche más cerca y sorprenderla, aunque la sorpresa me la llevo yo al escucharla.— Entonces —Escucho que Eve dice— El bebé está fuera de peligro ¿verdad?“Bebé ¿cuál bebé? Sé que no recuerdo mucho pero si tuviéramos un hijo supongo que estaría aquí, o acaso ¿está enfermo y no me h
OliverMe siento extasiado, la villa nunca se me había hecho tan grande, sé que es mi necesidad de gritar que seré papá pero… no importa.Me acerco a Luisa.— Luisa ¿sabes dónde está mi abuelo?— Ella se queda mirándome de manera extraña, cualquiera que me viera lo haría, tengo una sonrisa tan grande que da miedo, pero por más que lo he intentado mis músculos faciales no quieren ceder.— En la oficina. — Es todo lo que ella puede decir, y me conformo con eso.Llego a la oficina deseando que realmente esté ahí, entro y finalmente lo encuentro.— Abuelo…—Él se gira, al verme se le descompone a cara.— ¿Estás bien? ¿Sientes dolor? Debemos ir al médico, eso no es normal. — Dice realmente preocupado ante lo que ve.Por más que quisiera molestarme con él no puedo, su rostro se mira preocupado realmente y no que esté bromeando como pareciera.— No abuelo, estoy muy feliz, tengo algo que decirte.Me acerco de manera acelerada y el cambia sus facciones relajándose un poco. Mientras tanto yo
EveliaMe encuentro entre ensoñaciones, pero algo o alguien me llama a despertar.—Belleza buenos días. — Oliver está besándome el rostro repetidamente. — Vamos cariño, necesitas comer para nuestro bebé. Arriba no quiero que te enfermes.Apenas y puedo abrir los ojos, la noche anterior no dormimos casi nada, Oliver comienza a moverme de manera que queda debajo de mí, y yo quedo sentada sobre él, me mantengo erguida por sus manos sosteniéndome firme.— Cariño te miras divina desde este ángulo, y si hacemos un poco de ejercicio antes, para desayunar con ganas.— Su cara sugerente y completamente caliente me hace desperezarme de manera inmediata, lo que me hace sonreír, mi cuerpo reacciona de manera automática a las atenciones de Oliver.Sonrío mordiéndome el labio inferior y él lo toma como una invitación, sus manos se deslizan para deshacerse de mi pijama que es un pequeño vestido de seda en tono verde esmeralda.— No— Lo regaño con tono juguetón dándole un manotazo suave.El hace un puc
Oliver—No te culpo —dice Evelia con el rostro lleno de lágrimas, con sus ojos llenos de tristeza y resignación aun así continúa— pero ese bebé tampoco tiene la responsabilidad de las acciones de Adriana, estoy segura que ella utilizó algún tipo de sustancia para conseguir estar contigo, no estoy molesta amor, solo que el bebé que llevo en mi vientre no será el único hijo que tendrás.Todo lo que ha dicho esta mañana ha hecho una explosión destructora dentro de mí, ¿qué se supone que es lo correcto hacer?Me levanto en automático, necesito un espacio para no contaminarla con mi vergüenza.“Ese ventanal, tan grande, tan poderoso ante vientos y huracanes, sigue siendo casi invisible al ojo humano, es impactante la dualidad de una sola cosa.” Pienso “¿Cómo puedo resolver este lío en el que estoy envuelto? en el que tengo a mi familia, en el que la he metido a ella.”Tiempo después tomo una decisión y deseo que ella apoye lo que estoy por decir. Me doy media vuelta y mirando a los ojos, a
EveliaFinalmente se llega la fecha que tanto había temido antes y ahora qué tanto desee. Irónicamente las cosas han cambiado tanto que me siento feliz de estar donde estoyMe levanto con cuidado de no despertar a Oliver, quiero entregarle su regalo con el primer rayo de luz. Me dirijo al baño para sacar mi regalo escondido.Salgo de puntillas con mi regalo en las manos, pero él me sorprende esperándome escondido a un lado del marco de la puerta.—Belleza feliz aniversario— me dice con su voz ronca y sensual provocando que mi piel se erice por completo, me abraza por la espalda y me besa en la nuca.—Quería sorprenderte —aclaro— feliz aniversario cariño.Él me voltea para que lo vea de frente y un momento después me besa los labios, el primer beso de este día.—Te tengo un regalo —extiendo la caja mostrándosela y él sonríe emocionado.Me lleva tomada de la mano a la cama y ambos nos sentamos realmente parecemos niños pequeños.—Mira, también te tengo un regalo— me extiende una pequeña
OliverDespués de una interrupción que sinceramente era innecesaria por parte del catering me encuentro buscando a Evelia.La gente se amontona a mi alrededor, impidiéndome llegar todo lo rápido que deseo a su lado.—Señor Geacoman, un gusto verlo— me dice un hombre mayor, ya de la tercera edad, firme, estable y se mira fuerte, pero en este momento él no es a quien quiero ver.—Me alegra que pueda acompañarnos— me detengo no recuerdo su no realmente, y no estoy dispuesto a preguntar.— ¡Oh! — Declara el hombre un poco rojo ante esa atención— es un placer para mí y para toda mi familia haber tenido el honor de presenciar su primer aniversario, enhorabuena.—Muchas gracias…— es todo lo que alcanzo a decir porque entre toda esa multitud alcanzo a vislumbrar a mi belleza—Si me disculpa, tengo algo que hacer con urgencia—me despido de la manera más rápida que encuentro y me dirijo hacia ella.La veo un poco acalorada pero momentos después ve la pantalla y sonríe. “Ella es hermosa” es mi p
EveliaMi mente es una confusión absoluta y por más que lo intento no dejo de pensar en lo mismo, anoche después de haber tenido ese intento de secuestro, la fiesta continúo unos cuantos minutos más, eventualmente la gente fue retirándose de manera paulatina y discreta.En ningún momento me separé de mi esposo, me sentía nerviosa y un poco ansiosa, pero Oliver me trajo a la habitación poco después de media noche y él se retiró dejándome sola.Desde ese momento no lo he visto y yo me encuentro caminando de un lado a otro en esta gran habitación la cual retiene todas mis inseguridades a raya, esperando su llegada.Abro la puerta y me encuentro con uno de los agentes de seguridad que estaban a cargo anoche.—Disculpa —le digo con un tono tranquil— el señor Geacoman… mi esposo —aclaro— ¿ha venido en algún momento de la noche?Mantengo la ilusión que podría haber estado aquí aunque no me haya dado cuenta, sé que es poco probable pero deseo cerciorarme.—No señora — responde firme el agente
Oliver.Tengo toda la noche buscando una solución a la falta de seguridad de ayer en la noche, no estoy dispuesto a poner en peligro de nuevo a Evelia y nuestro bebé.—No hubo error repite el agente de seguridad encargado.—Aguirre ¿me vas a decir que el ataque de ayer me lo imaginé?— le pregunto lleno de sarcasmo e impotencia, estoy harto de escuchar las mismas respuestas.—No— dice él respirando profundo y cerrando los ojos para contener su enojo —pero ya revisé en tres ocasiones con diferente método todo lo que se hizo ayer, la organización de mi gente y las cámaras, todas las grabaciones y puedo asegurarte que no hubo nadie que se infiltrara a la fiesta.—Tuvo que haber alguien —insisto por enésima vez—tengo que saber quién lo hizo y por qué no estoy dispuesto a aceptar que mi esposa no esté segura ni en su propia casa.—Lo descubriremos— dice él también cansado de estar repitiendo la misma conversación por tantas veces— pero para eso es necesario tiempo.—Tiempo es el que de hech