Vaya sorpresa ¿Qué pasará ahora?
EveliaMi mente es una confusión absoluta y por más que lo intento no dejo de pensar en lo mismo, anoche después de haber tenido ese intento de secuestro, la fiesta continúo unos cuantos minutos más, eventualmente la gente fue retirándose de manera paulatina y discreta.En ningún momento me separé de mi esposo, me sentía nerviosa y un poco ansiosa, pero Oliver me trajo a la habitación poco después de media noche y él se retiró dejándome sola.Desde ese momento no lo he visto y yo me encuentro caminando de un lado a otro en esta gran habitación la cual retiene todas mis inseguridades a raya, esperando su llegada.Abro la puerta y me encuentro con uno de los agentes de seguridad que estaban a cargo anoche.—Disculpa —le digo con un tono tranquil— el señor Geacoman… mi esposo —aclaro— ¿ha venido en algún momento de la noche?Mantengo la ilusión que podría haber estado aquí aunque no me haya dado cuenta, sé que es poco probable pero deseo cerciorarme.—No señora — responde firme el agente
Oliver.Tengo toda la noche buscando una solución a la falta de seguridad de ayer en la noche, no estoy dispuesto a poner en peligro de nuevo a Evelia y nuestro bebé.—No hubo error repite el agente de seguridad encargado.—Aguirre ¿me vas a decir que el ataque de ayer me lo imaginé?— le pregunto lleno de sarcasmo e impotencia, estoy harto de escuchar las mismas respuestas.—No— dice él respirando profundo y cerrando los ojos para contener su enojo —pero ya revisé en tres ocasiones con diferente método todo lo que se hizo ayer, la organización de mi gente y las cámaras, todas las grabaciones y puedo asegurarte que no hubo nadie que se infiltrara a la fiesta.—Tuvo que haber alguien —insisto por enésima vez—tengo que saber quién lo hizo y por qué no estoy dispuesto a aceptar que mi esposa no esté segura ni en su propia casa.—Lo descubriremos— dice él también cansado de estar repitiendo la misma conversación por tantas veces— pero para eso es necesario tiempo.—Tiempo es el que de hech
OliverDespués de calmar mi ira y respirar varias veces, puedo comenzar a hilar mis pensamientos y sólo hay una cosa que deseo decir.—Imaginaba que éstos eran esos problemas familiares que te negabas a contarme desde el principio. —Comento refiriéndome a las agresiones que vi en su espalda y momentos antes.Evelia se queda en shock impactada por algo que no comprendo.—Amor… cariño…— le pregunto— ¿estás bien?Comienzo a sobarle los brazos para incitar a una respuesta, pero pasa el tiempo y no sucede nada, hasta que…—Oliver— dice ella petrificada— Oliver.—Dime… Dime ¿qué pasa? ¿Necesitas ir al doctor? ¿Qué sucede? ¿Te golpeaste?— Yo me encuentro desesperado por su falta de reacción, comienzo a revisar con mi vista si algo está mal, o ensangrentado.—Cariño recuerdas, ¿lo recuerdas? —pregunta.En ese momento, en silencio hago un recuento de todo lo que ha sucedido últimamente y me sorprendo al recordarlo todo, no hay vacíos, todo tiene respuesta.La discusión con mi abuelo, la filtrac
EveliaYa no le guardo ningún secreto a Oliver y eso me hace sentir tranquila y en paz. Mi mejilla se encuentra un poco adolorida pero no está hinchada, ni tiene algún color oscuro gracias a las atenciones de mi esposo.—Dimitri— le pido un momento después de haber aclarado todos mis secretos— dime por favor si ya puedo comunicarme con mi madre.Él se queda un momento pensativo y después asiente.—Permíteme un momento.Dimitri saca un teléfono, un tanto extraño el cual no puedo dejar de ver.—Es un teléfono satelital Evelia— me explica tranquilo— por lo tanto no puede ser pinchado o infiltrar la información, ni tumbarle la señal.— ¡Ohh increíble!— digo sinceramente aunque lo único que tengo en mi mente es hablar con mi madre.Un momento después Dimitri marca un número y me da el teléfono.—Ya tiene línea en un momento más responde, te dejaré a solas.Yo asiento y lo veo salir de la sala de estar, cerrando la puerta detrás de él.— ¿Hola?— la voz de mi madre me reconforta, me hace sabe
OliverEl miedo que escucho en la voz de Evelia me eriza la piel e inmediatamente después corro a encontrarme con ella, en un intento desesperado por evitar que presencie un momento mas de esta dantesca escena.Alcanzo a tomarla entre mis brazos antes de que quede inconsciente por completo y llegue a golpearse, ya que la veo desvanecerse por la sorpresa, a decir verdad, cualquiera que se encuentre con algo así podría tener la misma reacción.En la caja de madera que está en medio de la observación de varios agentes que no tienen ni idea de cómo pudo llegar, se encuentra el cuerpo masacrado y desmembr*do de Sara, quien se había estado escondiendo todo éste tiempo.“¿Cómo la encontraron? ¿Quién lo hizo?” pienso lleno de incertidumbre al pensar que podría estar observándonos en este momento.— Solórzano, tengo que hablar de manera urgente contigo—notifico en un grito desesperado— solo permíteme llevar a mi esposa a un lugar seguro.Dimitri me sigue de manera discreta y constante, pero mi
OliverHan pasado días desde ese horrible suceso, pero gracias a la rápida movilización de Solórzano los medios no se enteraron de nada, la seguridad de la villa había sido duplicada, y todos absolutamente todos quienes pertenecían a la villa debían informar a dónde iban y tener seguridad con ellos.Oliver se encontraba abrazando a Evelia, todo este tiempo ella se mantuvo con miedo y pesadillas recurrentes.— Tranquila belleza recuerda que dentro de la villa estamos seguros, nada ni nadie nos puede dañar.Oliver se acerca para acomodar un pequeño mechón que estaba sin acomodar en su rostro, el cual dejaba entrever cuál era ese miedo.— Oliver necesito que estemos a salvo y tranquilos, prométeme que no te pasará nada.— Lo prometo. — Dijo él de manera automática, aunque no tenía la certeza de no estar mintiendo, las investigaciones no habían avanzado a pesar del esfuerzo sobrehumano de Solórzano y Aguirre el encargado de seguridad privada.— ¿Quién es?— Evelia me miraba con un aura de
Oliver.Después de ver la cara del mismo miedo impregnada en Leonel, siento una satisfacción que tenía mucho sin saborear.— No sé dónde te hayas criado— Continúo ignorando el ruido incesante de cadenas golpeándose entre sí— pero según tengo entendido cuando te saludan lo correcto es responder con la misma amabilidad.Comienzo a negar con la cabeza para acercarme de manera sigilosa, justo hasta estar a unos pocos centímetros del rostro del monstro.Levanto la mano y le quito el paño que está amarrado en su boca, lo cual impide que haga berridos innecesarios.— ¿Qué chingad0s crees que haces Oliver? — Pregunta Leonel de manera altanera, aunque no puede moverse demasiado ya que todas sus extremidades están amarradas a cadenas. — ¡Degraciad0, malnacid0! Suéltame para darte tu merecido.— ¿Yo? — Pregunto haciéndome el occiso— Solo visito a mi querido suegro.— ¡No puedes hacer esto, no puedes hacérmelo… Date cuenta lo que pasará después, lo que pensará Evelia de ti! — Grita lleno de confia
OliverAl escuchar mi orden final Leonel intenta zafarse del agarre de ambos, y se mueve de manera demediada de alguna manera tiene que librarse de todos.— ¡No… por no… por favor… no… no… te lo suplico!— grita desesperado en un intento por apelar a mi compasión — ¡tú no eres así Oliver! ¡Tú no eres así de cruel!En el momento en que lo veo acostado boca abajo sobre sus heridas en una base que se encuentra en la mitad de la habitación, me acerco directamente a su rostro para verlo a los ojos y darle la siguiente información:—Leonel en este momento quiero que sepas que esto no va a terminar, hasta que yo lo decida, esa persona amable y compasiva, controlada incluso que te dejó decir y hacer antes y que conociste, hoy no existe más, he visto el cuerpo de mi esposa —la garganta se me cierra, al recordar las imágenes que llegan a mi cabeza, de cada una de las cicatrices que Evelia tuvo que sufrir en soledad.Cierro los ojos un momento pero… eso mismo es lo que me inspira para continuar.