¿Cómo imaginan que es Dimitri?
EveliaYa no le guardo ningún secreto a Oliver y eso me hace sentir tranquila y en paz. Mi mejilla se encuentra un poco adolorida pero no está hinchada, ni tiene algún color oscuro gracias a las atenciones de mi esposo.—Dimitri— le pido un momento después de haber aclarado todos mis secretos— dime por favor si ya puedo comunicarme con mi madre.Él se queda un momento pensativo y después asiente.—Permíteme un momento.Dimitri saca un teléfono, un tanto extraño el cual no puedo dejar de ver.—Es un teléfono satelital Evelia— me explica tranquilo— por lo tanto no puede ser pinchado o infiltrar la información, ni tumbarle la señal.— ¡Ohh increíble!— digo sinceramente aunque lo único que tengo en mi mente es hablar con mi madre.Un momento después Dimitri marca un número y me da el teléfono.—Ya tiene línea en un momento más responde, te dejaré a solas.Yo asiento y lo veo salir de la sala de estar, cerrando la puerta detrás de él.— ¿Hola?— la voz de mi madre me reconforta, me hace sabe
OliverEl miedo que escucho en la voz de Evelia me eriza la piel e inmediatamente después corro a encontrarme con ella, en un intento desesperado por evitar que presencie un momento mas de esta dantesca escena.Alcanzo a tomarla entre mis brazos antes de que quede inconsciente por completo y llegue a golpearse, ya que la veo desvanecerse por la sorpresa, a decir verdad, cualquiera que se encuentre con algo así podría tener la misma reacción.En la caja de madera que está en medio de la observación de varios agentes que no tienen ni idea de cómo pudo llegar, se encuentra el cuerpo masacrado y desmembr*do de Sara, quien se había estado escondiendo todo éste tiempo.“¿Cómo la encontraron? ¿Quién lo hizo?” pienso lleno de incertidumbre al pensar que podría estar observándonos en este momento.— Solórzano, tengo que hablar de manera urgente contigo—notifico en un grito desesperado— solo permíteme llevar a mi esposa a un lugar seguro.Dimitri me sigue de manera discreta y constante, pero mi
OliverHan pasado días desde ese horrible suceso, pero gracias a la rápida movilización de Solórzano los medios no se enteraron de nada, la seguridad de la villa había sido duplicada, y todos absolutamente todos quienes pertenecían a la villa debían informar a dónde iban y tener seguridad con ellos.Oliver se encontraba abrazando a Evelia, todo este tiempo ella se mantuvo con miedo y pesadillas recurrentes.— Tranquila belleza recuerda que dentro de la villa estamos seguros, nada ni nadie nos puede dañar.Oliver se acerca para acomodar un pequeño mechón que estaba sin acomodar en su rostro, el cual dejaba entrever cuál era ese miedo.— Oliver necesito que estemos a salvo y tranquilos, prométeme que no te pasará nada.— Lo prometo. — Dijo él de manera automática, aunque no tenía la certeza de no estar mintiendo, las investigaciones no habían avanzado a pesar del esfuerzo sobrehumano de Solórzano y Aguirre el encargado de seguridad privada.— ¿Quién es?— Evelia me miraba con un aura de
Oliver.Después de ver la cara del mismo miedo impregnada en Leonel, siento una satisfacción que tenía mucho sin saborear.— No sé dónde te hayas criado— Continúo ignorando el ruido incesante de cadenas golpeándose entre sí— pero según tengo entendido cuando te saludan lo correcto es responder con la misma amabilidad.Comienzo a negar con la cabeza para acercarme de manera sigilosa, justo hasta estar a unos pocos centímetros del rostro del monstro.Levanto la mano y le quito el paño que está amarrado en su boca, lo cual impide que haga berridos innecesarios.— ¿Qué chingad0s crees que haces Oliver? — Pregunta Leonel de manera altanera, aunque no puede moverse demasiado ya que todas sus extremidades están amarradas a cadenas. — ¡Degraciad0, malnacid0! Suéltame para darte tu merecido.— ¿Yo? — Pregunto haciéndome el occiso— Solo visito a mi querido suegro.— ¡No puedes hacer esto, no puedes hacérmelo… Date cuenta lo que pasará después, lo que pensará Evelia de ti! — Grita lleno de confia
OliverAl escuchar mi orden final Leonel intenta zafarse del agarre de ambos, y se mueve de manera demediada de alguna manera tiene que librarse de todos.— ¡No… por no… por favor… no… no… te lo suplico!— grita desesperado en un intento por apelar a mi compasión — ¡tú no eres así Oliver! ¡Tú no eres así de cruel!En el momento en que lo veo acostado boca abajo sobre sus heridas en una base que se encuentra en la mitad de la habitación, me acerco directamente a su rostro para verlo a los ojos y darle la siguiente información:—Leonel en este momento quiero que sepas que esto no va a terminar, hasta que yo lo decida, esa persona amable y compasiva, controlada incluso que te dejó decir y hacer antes y que conociste, hoy no existe más, he visto el cuerpo de mi esposa —la garganta se me cierra, al recordar las imágenes que llegan a mi cabeza, de cada una de las cicatrices que Evelia tuvo que sufrir en soledad.Cierro los ojos un momento pero… eso mismo es lo que me inspira para continuar.
EveliaTengo días con el ansia de no saber qué es lo que está sucediendo, desde el momento en que Adriana me hizo saber que se encuentra sola, una preocupación inesperada ha despertado en mí.—Demonios Evelia —concéntrate digo, en voz alta, desesperada por encontrarme en esta situación, a pesar de todo lo que me ha hecho mi hermana —entiende ella no te quiere, solo te utiliza ¿Por qué te preocupas por ella? ¿Por qué estás tan desesperada por saberla bien? ¿No te das cuenta que si ella está bien solamente intenta lastimarte?Me duele decirme esto a mí misma, me lastima, pero sé muy en el fondo que estoy en lo correcto, mi mente y mi corazón están divididos.Mi mente me indica que debo seguir adelante, que está sola porque se lo buscó, que todos obtenemos las consecuencias de nuestros actos y debemos saber enfrentarlos.Pero mi corazón… mi corazón me dice que es mi hermana, que a pesar de todo el daño que me ha hecho debo comprender que ella fue criada, educada y moldeada con los mismos
OliverUn ruido ligero y constante me i***a a despertar, abro los ojos y me encuentro rodeado de oscuridad, aún no amanece.A mi costado siento el calor de Evelia, quien siempre se mantiene a mi lado como una especie de recordatorio de que no está sola.Comienzo a despertar de manera más clara y noto que ese sonido tan estridente llega directamente de mi celular.Lo tomo ansioso ya que las llamadas en la noche son poco frecuentes, esto solamente es un mal augurio.—Bueno— contesto sin enfocar quién está del otro lado, me recibe la voz de Solórzano.—Oliver necesito que estés calmado, pero que con cuidado salgas de la habitación, la parte oeste del patio trasero está inexplicablemente en llamas.Me siento de manera automática aunque sí tengo cuidado de no despertar a Evelia.—Voy para allá.Cuelgo, tomo los primeros zapatos que puedo para calzarme y haciendo la menor cantidad de ruido, salgo de la habitación para después correr en dirección a donde me ha indicado el agente. Al llegar
Evelia.Una prisión de cuatro paredes, comienzo a sentirme bastante frustrada por estar encerrada veinticuatro siete en esta habitación.—Fiona no entiendo —sigo quejándome con ella— no entiendo por qué tengo que estar encerrada, sí a quien persigue la loca es a Oliver, él sí sale, él va y viene, él se encarga de todo con su vida normal, y yo —declaro mirándola a los ojos directamente— yo no puedo ni salir al patio, no he podido ir a ver a mi madre tengo días aquí encerrada y sinceramente empieza a frustrarme demasiado.—Evelia solamente se preocupa por tu seguridad— Fiona en este punto ya no prestaba atención a las quejas de Evelia, ya que eran un círculo vicioso que no se interrumpía con nada sin importar que respuesta diera.—Además si sigo sin visitar a mi madre se va a preocupar por mí, no le va a tocar verme embarazada, ¡ya tengo más de seis meses de embarazo y no he podido ir a verla!— grito desesperada.—Sabes qué… —dice Fiona cerrando los ojos y desesperada, ya que con mi gr