capitulo 3

—T-tú—tartamudea Felipe.

—Sí, yo—responde el hombre, hablando con un toque de acento que no puedo ubicar sobre el tamborileo de mi corazón en mis oídos.

—Se supone que debes estar muerto.

—Claramente, no lo estoy. Pero tú lo estarás. El hombre saca dos pistolas de sus bolsillos y antes de que Felipe pueda hacer algo, el eco de las balas rebota en las paredes cuando el hombre le dispara.

Grito y retrocedo, sabiendo que tengo que largarme de aquí.

El hombre no me mira. En cambio, continúa disparándole a Felipe.

Corro hacia las puertas en el otro extremo del vestíbulo, con la esperanza de que no me dispare mientras huyo. Acabo de atravesar las puertas cuando lo escucho venir.

—Ya, ya, princesa, corre tan rápido y tan lejos como puedas. No te escaparás de mí.

Su voz resuena por el pasillo.

Él también tiene razón. No llego muy lejos, y sé que no escaparé cuando otro hombre, éste enmascarado, salta de detrás de una de las columnas y me da un codazo tan fuerte en la cara que el impacto me deja fuera de combate.

*****

Alessando

Tiempo presente

Mantengo mi mirada fija en la princesa con su vestido de novia mientras camina delante de mí con dos de mis soldados a cada lado de ella.

El anciano, el lugarteniente de Roco, está detrás de mí.

Quiero que Roco la vea primero. Necesito que reconozca que hablaba en serio sobre destruirlo y apoderarme de su único orgullo.

Su amada hija, Ariana Álvarez, será lo último que vea antes de dejar este mundo.

Hace tres semanas, cuando desperté del coma en el que había estado durante casi tres meses, la cara de Felipe fue la primera imagen que me vino a la mente.

Lo que siguió a continuación fue el recuerdo completo de la emboscada que ese hijo de puta preparó para matar a mi madre y mi hermana delante de mis ojos. En ese momento me di cuenta que Raúl lo había enviado porque Felipe Naveed no hace nada, fuera de las órdenes de Roco.

Fue un buen complot de asesinato, excepto por el hecho de que sobreviví. Yo fui lo que salió mal. No se suponía que estuviera vivo para ubicar a Felipe en la escena del crimen, o rastrear algo hasta Roco para provocar la masacre que provoqué hoy.

Los muertos no cuentan cuentos, pero sobreviví para cantarlos y vengar a mi madre y a mi hermana.

Roco sentirá mi ira y Adriana será testigo.

Ella es la razón por la que él guardó silencio mientras lo torturaba. Pensó que podía salvarla negándose a hablar y decirme

por qué hizo lo que hizo. Todo lo que hizo su negativa fue confirmar la sospecha que ya me revolvía el estómago, diciéndome que él no estaba trabajando solo.

Sus acciones ya eran jodidamente sospechosas. Claro, Roco Álvarez es un hombre poderoso con el tipo de sed de conquista similar a la mayoría de los reyes de los Cárteles. No exageraría si dijera que él dirige México, pero la Baranov Bratva es mundialmente conocida por nuestra mala reputación. No serías tan idiota como para matar a la esposa y la hija del Pakhan de buenas a primera y pensar que podrías salirte con la tuya.

Pero hay mucho más en esta historia que simplemente querer conquistar a un gigante de renombre mundial. Voy a averiguar exactamente lo que está pasando.

La princesa tropieza y uno de mis hombres la endereza agarrándola del brazo. Ahí es cuando noto el moretón en su mejilla que se debe haber formado cuando ese imbécil la noqueó.

Trataré con él después por hacerlo. Fue en contra de mis órdenes y la lastimó.

Quise decir lo que dije en la mazmorra. Incluso con sangre, tripas y moretones en ella, es hermosa con una sorprendente belleza como para rivalizar con todos los ángeles.

Sería un mentiroso y más pecador de lo que ya soy si no admitiera que la encuentro tan increíblemente atractiva como mis hombres, a quienes atrapo mirándola furtivamente.

La gente en todas partes solo ha escuchado rumores de lo hermosa que es la hija de Roco Álvarez. El hecho de que Roco la mantuviera como un misterio solo aumentó la alusión a su belleza. La versión de la vida real de ella ciertamente superó lo que conjuré en mi mente.

Esos grandes y brillantes ojos color avellana contra su vibrante piel aceitunada son impresionantes. Como lo es su cuerpo.

Mide un metro sesenta y cinco, pero tiene esa forma perfecta con la cantidad correcta de curvas para definir sus caderas y senos

completamente redondeados con los que voy a disfrutar jugando.

Ese cabello negro y sedoso que fluye por su elegante espalda es una invitación a pasar mis dedos por él. O a entrelazarlos a través de las sedosas fibras mientras empujo mi polla en su hermosa boca.

Eso fue lo primero que quise hacer cuando vi esos labios suyos. Es una pena que nuestro primer encuentro fuera conmigo matando a su prometido.

Por otra parte, no puedo imaginar de qué otra manera la habría conocido. Esa boda suya solo iba a ser con los miembros del Cártel que forman el imperio de Roco.

Es una mujer que cualquier hombre querría conservar. Las personas como yo toman nota de la belleza por diferentes razones. Incluso en mi sucia y asquerosa mente, en el momento en que la vi por primera vez, mi razón era la pureza, pero eso no tiene sentido. Por lo que he oído, Ariana Álvarez no tiene nada de inocente y es tan mala como su padre. Me aseguraré de que reciba lo que le corresponde.

En este momento, ella es un trofeo que he venido a recoger. Un emblema de mi victoria y el lazo que unirá mi toma del liderazgo del Cártel. Eso es todo lo que es para mí, y algo para follar.

Por ahora.

Una vez que le dé la dura follada que mi polla está deseando, sacaré de mi sistema cualquier fascinación por su belleza y su cuerpo.

La única razón por la que aún no está muerta es porque la necesito.

Sin embargo, hay algo que me pareció peculiar en ella. Cuando le dije que iba a matar a su padre, no rogó por su vida. Nunca dijo nada. Ni una m*****a cosa. Y ni siquiera parecía conmocionada por él, ni derramó las lágrimas que pensé que podría derramar.

Es un misterio para mí, uno del que no me preocuparé ahora. Nos acercamos al salón que utiliza Roco para realizar sus reuniones de negocios.

Ahí es donde lo tengo atado.

Dejé a Sebastián, mi segundo al mando, a cargo. Dentro de la misma habitación también deben estar reunidos los cabezas de familia de la alianza de Roco… esperando.

Mis hombres abren las puertas y entramos en el salón de estilo artúrico.

Tengo a Roco sin camisa y atado a dos postes de metal. La sangre mancha su piel desde la parte superior de su cabeza hasta la cintura de sus pantalones, y los moretones marcan su rostro envejecido. Lo estropeé antes de bajar a la mazmorra.

No he estado aquí muchas veces antes. Pero dos de esas veces, él había torturado hasta la muerte a un pobre bastardo para entretenerse. Por eso están ahí esos postes. Roco es un enfermo hijo de puta, con una predilección por ver morir a la gente.

Esta noche, tengo una caja sobre la mesa con algo especial dentro para entretenimiento adicional. Obtengo el efecto deseado que esperaba cuando la mirada de Roco se posa en su hija.

Sus ojos se abren con sorpresa y sus labios se mueven, pero no puede hablar porque le corté la lengua. Los únicos sonidos que puede hacer son los gemidos que salen de su boca. Las lágrimas corren por sus mejillas cuando se da cuenta de que nadie puede entender lo que sea que está diciendo, y su preciosa hija está a mi merced. Ese sonido que sale de su boca no es más que m****a para mí. Mi madre y mi hermana ni siquiera tuvieron la oportunidad de rogar por sus vidas o por la de la otra.

Además, ya le di su oportunidad.

Torturé al hijo de puta durante ocho horas antes de cortarle la lengua.

Ocho horas, pero el hombre guardó silencio. La única razón por la que sabía que su silencio era para proteger a su hija es porque torturé esa parte de él después de notar su comportamiento.

Su resiliencia parecía provenir del amor de un padre que deseaba proteger a su hija. Saber que la mantendría con vida alimentó su obstinación, y pude ver que no le importaba si lo mataba. Es por ella por quien él estaba preocupado. También le habría sacado los ojos, al más puro estilo Bratva, pero quería que fuera testigo de este momento.

El momento en que su reino cae.

Frente a él están los doce jefes de Cártel aliados. Como malditos caballeros, están sentados alrededor de la mesa circular en el centro del salón. Cuando me ven, parece que están listos para cagarse encima. Su reacción no se debe a que me conocen, sino a que pensaban que yo también estaba muerto. Mi familia mantuvo que sobreviví en secreto.

Por la forma en que Roco se está comportando, los hombres cambian sus miradas de asombro de mí a Ariana. Esta será la primera vez que la conozcan.

Mientras los gritos de Roco se hacen más fuertes y el imbécil comienza a llorar, saludo a mis invitados con una sonrisa brillante, como si estuviera presentando la ceremonia de los premios de la Academia.

—Buenas noches, caballeros—hablo en inglés para que todos me entiendan. Entiendo español y lo hablo mínimamente, pero no lo haré aquí. En este momento, necesitáis entender lo que está pasando y lo que va a pasar de aquí en adelante—. Como podéis ver, ha habido algunos cambios.

—¿Qué es lo que está sucediendo? —me pregunta el hombre más cercano a mí con cautela. Su nombre es Antonio. Se ocupa principalmente del tráfico de armas, pero al igual que los demás, incursiona fuertemente en el comercio de la trata de personas. Nos conocimos una vez en una recaudación de fondos en Nueva York que organizó mi padre.

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