LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 72. El consejo de un padreNo se despertó gritando esta vez, pero el corazón le latía tan rápido que Sebastián creyó que de verdad se había puesto de pechito para un infarto.Aquellas palabras seguían resonando en su cabeza, en especial las de ese asaltante cuando le decía a su compañero que tenían dejar viuda a alguien, y ahora era más que evidente que ese alguien no se trataba de Michelle.La cuestión era por qué. ¿Por qué alguien querría dejar viuda a Ivanna incluso antes de la boda?Sebastián no tenía ni la menor idea, pero la verdad era que aquel comportamiento errático y extraño de su prometida comenzaba a alarmarlo.—¿Ya lo asumiste o todavía necesitas más evidencias? —Oyó una voz desde la esquina de la habitación y Sebastián se incorporó para ver a su padre sentado en aquella butaca en medio de la penumbra, al mejor estilo cinematográfico.—¡Maldición no hagas eso! ¡Casi me matas el susto! —gruñó exasperado—. Y claro que no tenemos ninguna evidenci
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTUO 73. Un corazón roto—¿En serio? —La voz de Ivanna estaba tan llena de esperanza que honestamente Sebastián ya no sabía ni qué pensar, así que solo asintió, pero no dijo ninguna sola palabra más mientras ella corría a hacer sus maletas y se unía a él en aquel viaje de regreso.Y lo que ocurrió en ese trayecto, lo que se habló, lo que acordaron, o todo el despliegue de dolor y victimización que hizo la mujer, nadie lo supo, solo quedó claro que para cuando llegaron a Texas la noticia que le dieron al resto de la familia Vanderwood no fue precisamente bien recibida.Tres días después, Asher hacía de tripas corazón y se subía a uno de los autos de la hacienda para llegar hasta la cabaña donde estaba Ranger cuidando de Michelle.Si era honesto, se pasaba la mayor parte del tiempo allí, persiguiendo a su pelirroja llena de curvas, pero no podía negar que ese día no iba con la misma emoción de siempre. Ranger se dio cuenta apenas atravesó aquella puerta. Para Mic
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 74. ConfesionesHabía que reconocerlo, no era cierto que las brujas no tuvieran corazón, porque a pesar de que era una, Ivana definitivamente sintió que el suyo se le desbocaba en el pecho en el mismo instante en que escuchó a Asher pronunciar aquellas palabras.—¿Qué… qué estás diciendo? Asher, ¿cómo que no puedes dejar que me case...?El hombre frente a ella pasó saliva y la miró a los ojos como si realmente estuviera haciendo un gran esfuerzo por decir aquello, pero finalmente el gemelo se dio la vuelta para alcanzar la puerta a toda prisa.—¡No, no, espera, no te vayas por favor, no te vayas! —exclamó Ivanna reteniéndolo de una mano y dándole la vuelta.Se interpuso en su camino de inmediato y le pasó el seguro a aquella puerta mientras Asher daba vueltas por la habitación mesándose los cabellos.—¡No debería estar aquí, lo siento, lo siento! —exclamó él buscando una forma de largarse, pero Ivanna lo alcanzó por las solapas del traje y lo sacudió para
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 75. Una confesiónHabía algo seco en él, seco y duro, como si de repente aquel pecho que había estado subiendo y bajando con tanta desesperación y respirando entrecortadamente, se hubiera pagado con el simple clic de un interruptor.Ya no estaba agitado, ya no estaba nervioso, ya no había ni una sola pizca de ansiedad en él, solo un tono frío y distante, y una rigidez que hizo que Ivanna lo soltara poco a poco, echándose hacia atrás para mirarlo a los ojos.—Asher, yo no...—Tú diste esa orden —sentenció el hombre frente a ella con expresión gélida.—No, eso no es cierto, yo...—Sí lo es. —Y por más rabia que sintiera, y por más dolor que estuviera pasando en aquel momento, y por más real que fuera aquella culpa que tenía Asher, su voz solo era cruda y distante—. Era un mal necesario ¿no es cierto? Tú misma acabas de decirlo: era necesario para que tú y yo nos reconectáramos...—Sí pero... ¡Pero no es tan simple! ¡Yo realmente no quería...! ¡Yo jamás...!—
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 76. ¡Lo perdimos!—Él es un caballero, no te puede poner las manos encima —gruñó aquella mujer mientras avanzaba hacia ella un paso tras otro—. Y el resto de los Vanderwood también son caballeros. Esto le corresponde solo a mi mejor amiga, pero como mi mejor amiga está embarazada, eso significa que yo soy su representante física para todo lo que deba hacerse, ¡y puedes creerme cuando te digo, pedazo de zorra mosca muerta, que yo las sé cobrar mucho mejor!Y si alguien esperaba que aquello fuera una pelea de gatas, definitivamente quedaría decepcionado, porque Eva no tenía ni la más mínima idea de lo que era eso, Eva cerró el puño y lo estampó con toda su ternura contra la nariz de Ivanna, mandándola al suelo de un puñetazo, con la nariz rota, el rostro desencajado, y lágrimas de desesperación porque detrás de la mujer que acababa de golpearla se veían las figuras enormes de dos policías.—¡Eso te lo manda mi mejor amiga, por tratar de lastimar al príncipe!
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 77. Para quedarmeSi se hubiera podido teletransportar, Sebastián Vanderwood se habría aparecido mágica, tecnológica, y desesperadamente en Denver, Colorado, en aquel mismo instante. Pero por desgracia tenía que hacer como cualquier ser humano normal y racional, contratar un helicóptero, y salir con toda la prisa hacia Piney River, ahora que era consciente de que había cumplido su promesa.No sabía explicar qué era aquello que le cosquilleaba en las puntas de los dedos, lo único de lo que estaba completamente seguro era de que quería llegar donde estaba Michelle y pelearse con ella de alguna manera, no le importaba cuál, solo quería estar allí con ella, acompañarla y ver aquella pancita crecer hasta asegurarse de si venía un bebé o venían dos; ¡y luego no dormir porque daba igual si eran uno o dos o veinticinco, si salían a él era probable que nadie volviera a dormir en Piney River nunca jamás!Llevaba una sonrisa de oreja a oreja en el mismo momento en qu
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 78. MalentendidoLa verdad era que verle a Michel aquella cara de asesina en serie con que parecía que iba a destruir el mundo en solo cinco minutos, no tenía precio, y hacía sonreír a Sebastián sin que pudiera evitarlo.Sin embargo sabía que la indignación no sería suficiente para permitirle quedarse.—¿¡Pero cómo que esa bruja hija de su put@ madre fue la que trato de matarte!? —escandalizó Michelle—. O sea, no es que no me lo imaginara ya, pero al menos creí...—¿Cómo que te lo imaginabas? —Sebastián frunció el ceño porque si bien era cierto que ella tenía una imaginación prolífica, tampoco es que fuera adivina.—¡Claro que me lo imaginé, ¿o si no de dónde iba a salir eso de que tenían que dejar viuda a alguien!? ¡A mí no iba a ser, obviamente! —refunfuñó Michelle—. Pero al menos creí que sería un ex novio celoso o algo, ¡no que ella misma hubiera mandado que te lastimaran! —Se notaba que la rabia le ardía en la sangre, pero lo que Sebastián menos querí
LA TRAMPA PERFECTA, CAPITULO 79. El jefe de la casaSebastián jamás había creído mucho en eso, pero si algo debía reconocer era que Michelle Dalton tenía muy bien puestos sus espíritus animales, porque cuando no estaba más loca que una cabra, entonces era más feroz que una loba.Y en aquel mismo momento, exactamente en ese en que estaba mirándolo a los ojos con la expresión más desafiante posible, Sebastián sabía que de loca no tenía nada.—Michelle, por favor... —murmuró tratando de calmarse para ver si eso de alguna forma influía en ella también—. El asunto del matrimonio solo fue una trampa, te lo dije, yo no quería...—¿Desde cuándo, Sebastian? ¿Fue una trampa desde que me exigiste el divorcio? —lo increpó la muchacha pero estaba segura de que él no le mentiría en la cara diciéndole que sí.—Pues no, no desde ese momento... Pero entiéndeme, estaba ofuscado. Estaba muy molesto porque acababa de recuperar la memoria y tú me habías mentido y yo no entendía... ¡Maldición no podía enten