LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 69. Una pelirroja sin filtroY aquello parecía una tragicomedia. De verdad parecía una de esas películas donde el pobre protagonista no lograba de ninguna manera volver a levantar la cabeza después de un tropiezo, pero si era honesto Sebastián se sentía así exactamente.Lo primero era la seguridad de Michelle y de sus hijos, eso estaba claro, pero no cambiaba el hecho de que Michelle quedándose sola con Ranger le crispaba hasta la última de sus terminaciones celosas.—¡No estoy de acuerdo con esto! ¡Maldición, no estoy de acuerdo con esto! —gruñó mientras se dirigía también fuera de la casa antes de que nadie pudiera detenerlo, y alcanzó a Michelle justo cuando ella y Ranger estaban a punto de subirse a la camioneta que los llevaría a la cabaña.Todavía tenía mucho por decirle. Había cientos de cosas en las que debían ponerse de acuerdo sobre sus hijos, ¡y lo correcto era que los cuidara él, él y nadie más!—¡Michelle, espera! —exclamó sujetando la puerta
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 70. Una mujer desesperadaHabía muchas emociones involucradas allí, más de las que cualquiera podía imaginar; comenzando por la frustración evidente de Sebastián porque se estuviera haciendo un escándalo en una casa que no era la suya; la impotencia feroz de Ivanna porque Asher hubiera decidido quedarse en aquella casa con la mujer que estaba emplazándola en ese mismo instante; o aquel regodeo emocionado en la expresión del gemelo porque a la pelirroja llena de curvas se le había salido lo posesiva en un solo instante.Sin embargo había algo en especial, algo de lo que Eva no era la única que se había dado cuenta. Desde un extremo del patio junto a su camioneta el resto de los chicos Vanderwood achicaban los ojos como si de repente les hubiera caído una ducha de agua fría encima, y Sebastián dio dos pasos hacia su prometida con expresión suspicaz.—Respóndele —sentenció mientras Ivanna daba un respingo asustado solo por el sonido de su voz—. ¿Exactamente p
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 71. Un sueño hecho pesadillaY la verdad era que no tenía una respuesta para eso, porque en aquel instante lo único que llegó a la cabeza de Sebastián fue aquella feroz réplica de Michelle el día que le había firmado el divorcio:“¡No tenía idea de quién eras cuando te conocí! ¡Mucho menos de que tenías dinero! Y si quieres que te sea honesta, usted puede ser muy magnate, muy CEO y muy Vanderwood, ¡pero el peón sin memoria y sin un centavo me caía mejor que tú!”—¡Maldición, ¿esta condenada alguna vez en su vida dejará de tener la razón?! —gruñó como si hablara consigo mismo, porque si él también se ponía honesto, entonces tenía que reconocer que le había gustado más ser ese peón en la hacienda de Constance Dalton por algunas semanas, que ser el CEO de la transnacional Vanderwood en Nueva York por años.Había vuelto a su elemento. Había vuelto al campo, a los caballos, a la risa, a la despreocupación, y sobre todo había vuelto al calor de una familia. Y Se
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 72. El consejo de un padreNo se despertó gritando esta vez, pero el corazón le latía tan rápido que Sebastián creyó que de verdad se había puesto de pechito para un infarto.Aquellas palabras seguían resonando en su cabeza, en especial las de ese asaltante cuando le decía a su compañero que tenían dejar viuda a alguien, y ahora era más que evidente que ese alguien no se trataba de Michelle.La cuestión era por qué. ¿Por qué alguien querría dejar viuda a Ivanna incluso antes de la boda?Sebastián no tenía ni la menor idea, pero la verdad era que aquel comportamiento errático y extraño de su prometida comenzaba a alarmarlo.—¿Ya lo asumiste o todavía necesitas más evidencias? —Oyó una voz desde la esquina de la habitación y Sebastián se incorporó para ver a su padre sentado en aquella butaca en medio de la penumbra, al mejor estilo cinematográfico.—¡Maldición no hagas eso! ¡Casi me matas el susto! —gruñó exasperado—. Y claro que no tenemos ninguna evidenci
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTUO 73. Un corazón roto—¿En serio? —La voz de Ivanna estaba tan llena de esperanza que honestamente Sebastián ya no sabía ni qué pensar, así que solo asintió, pero no dijo ninguna sola palabra más mientras ella corría a hacer sus maletas y se unía a él en aquel viaje de regreso.Y lo que ocurrió en ese trayecto, lo que se habló, lo que acordaron, o todo el despliegue de dolor y victimización que hizo la mujer, nadie lo supo, solo quedó claro que para cuando llegaron a Texas la noticia que le dieron al resto de la familia Vanderwood no fue precisamente bien recibida.Tres días después, Asher hacía de tripas corazón y se subía a uno de los autos de la hacienda para llegar hasta la cabaña donde estaba Ranger cuidando de Michelle.Si era honesto, se pasaba la mayor parte del tiempo allí, persiguiendo a su pelirroja llena de curvas, pero no podía negar que ese día no iba con la misma emoción de siempre. Ranger se dio cuenta apenas atravesó aquella puerta. Para Mic
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 74. ConfesionesHabía que reconocerlo, no era cierto que las brujas no tuvieran corazón, porque a pesar de que era una, Ivana definitivamente sintió que el suyo se le desbocaba en el pecho en el mismo instante en que escuchó a Asher pronunciar aquellas palabras.—¿Qué… qué estás diciendo? Asher, ¿cómo que no puedes dejar que me case...?El hombre frente a ella pasó saliva y la miró a los ojos como si realmente estuviera haciendo un gran esfuerzo por decir aquello, pero finalmente el gemelo se dio la vuelta para alcanzar la puerta a toda prisa.—¡No, no, espera, no te vayas por favor, no te vayas! —exclamó Ivanna reteniéndolo de una mano y dándole la vuelta.Se interpuso en su camino de inmediato y le pasó el seguro a aquella puerta mientras Asher daba vueltas por la habitación mesándose los cabellos.—¡No debería estar aquí, lo siento, lo siento! —exclamó él buscando una forma de largarse, pero Ivanna lo alcanzó por las solapas del traje y lo sacudió para
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 75. Una confesiónHabía algo seco en él, seco y duro, como si de repente aquel pecho que había estado subiendo y bajando con tanta desesperación y respirando entrecortadamente, se hubiera pagado con el simple clic de un interruptor.Ya no estaba agitado, ya no estaba nervioso, ya no había ni una sola pizca de ansiedad en él, solo un tono frío y distante, y una rigidez que hizo que Ivanna lo soltara poco a poco, echándose hacia atrás para mirarlo a los ojos.—Asher, yo no...—Tú diste esa orden —sentenció el hombre frente a ella con expresión gélida.—No, eso no es cierto, yo...—Sí lo es. —Y por más rabia que sintiera, y por más dolor que estuviera pasando en aquel momento, y por más real que fuera aquella culpa que tenía Asher, su voz solo era cruda y distante—. Era un mal necesario ¿no es cierto? Tú misma acabas de decirlo: era necesario para que tú y yo nos reconectáramos...—Sí pero... ¡Pero no es tan simple! ¡Yo realmente no quería...! ¡Yo jamás...!—
LA TRAMPA PERFECTA. CAPÍTULO 76. ¡Lo perdimos!—Él es un caballero, no te puede poner las manos encima —gruñó aquella mujer mientras avanzaba hacia ella un paso tras otro—. Y el resto de los Vanderwood también son caballeros. Esto le corresponde solo a mi mejor amiga, pero como mi mejor amiga está embarazada, eso significa que yo soy su representante física para todo lo que deba hacerse, ¡y puedes creerme cuando te digo, pedazo de zorra mosca muerta, que yo las sé cobrar mucho mejor!Y si alguien esperaba que aquello fuera una pelea de gatas, definitivamente quedaría decepcionado, porque Eva no tenía ni la más mínima idea de lo que era eso, Eva cerró el puño y lo estampó con toda su ternura contra la nariz de Ivanna, mandándola al suelo de un puñetazo, con la nariz rota, el rostro desencajado, y lágrimas de desesperación porque detrás de la mujer que acababa de golpearla se veían las figuras enormes de dos policías.—¡Eso te lo manda mi mejor amiga, por tratar de lastimar al príncipe!