Micaela Stevens

Los altaparlantes retumban bajo la luces danzarinas que tintinean haciendo de mi lugar de trabajo el lugar perfecto para bailar, embriagarse y olvidar todas las penas.

Los cuerpos desnudos que bailan en los tubos distraen a los hombres y a una que otra mujer, los chicos danzando de manera sugerente están en otra área en donde hay un grupo de chicas en una despedida de soltera.

Preparo todo tipo de trago a la velocidad de la luz o eso quiero creer, piñas coladas, daikiris, whisky en las rocas y seco, martinis y para mis clientes favoritos, cervezas! Se atragantan de alcohol y bailan al ritmo de la música dándome un espectáculo cada noche.

Mis escote de hoy es bastante pronunciado, lo que me ayuda con las anheladas propinas, es increíble que mientras más zorra me vista más de ellas obtengo.

También he recibido propuestas indecentes, no voy a negar que algunas han sido tentadoras y me he cuestionado bastante en aceptarlas.

Perder mi virginidad con un tipo guapo y millonario por Miles de dólares es para pensarlo eh, la última ha Sido la más tentadora cien mil dólares por tres días en lo que mi cuerpo sería tomado de todas las maneras sexuales existentes.

Pero no... Para ser sincera me ha dado miedo. El tipo no estaba mal, pero y ¿si mi pequeño cuerpo no lo resiste?

Porque el interesado mide como dos metros, y yo a duras penas paso el metro y medio por ocho centímetros, claro... Soy hermosa, mis ojos azules grisáceos llaman mucho la atención por mi piel dorada y larga melena azabache, mi cuerpo es un reloj de arena, un pequeño reloj de arena.

Soy de descendencia Irlandesa, mi madre era una belleza de ojos grises y hermoso cabello naranja rizado de piel dorada, llena de pecas. Lo único en lo que no me parezco a ella es en el cabello, ya que al parecer mi padre era un moreno de cabello negro liso, que fue lo único que me heredó.

—Mica! — ese es el disminutivo de mi nombre... Micaela! Y el cual usa todo el personal con el que laboro — Bella, te quedan cinco minutos, si quieres ve yendote que ya Carla llegó — la chica que cubre el siguiente turno.

Quien me habla es mi amado y sexi jefe llamado Máximo, me conoce desde niña ya que mi madre trabajo aquí en su local.

Le lanzó un beso y voy a los vestidores, en dónde me cambio, por el horario no hay nadie, así que me desvisto tranquila sin temor a que alguien pueda ver.

Guardo en mi bolso el pequeño vestido negro que cargaba y por el cual me gane trescientos valiosos y útiles dólares solo en propina. Aunque no es para nada mi estilo le doy un beso antes de cerrar el cierre.

El clima en la Vegas en esta época es bastante caluroso así que solo me pongo un pantalón negro de bolsillos anchos, un suéter de licra y una gorra del mismo color todo, siempre me visto igual al salir de aquí, en la noche me puedo camuflar fácilmente entre la oscuridad y tampoco llamo la atención.

Reviso mis armas de seguridad que son infaltables para mí, ya que aunque jamas las he usado me hacen sentir segura al tenerlas encima.

Me coloco mis audífonos y hoy estoy tan cansada que decido irme por los oscuros callejones, mi apartamento está a bastantes cuadras del trabajo y cortando camino por estos lugares me ahorro quince minutos de caminata.

Y me encanta caminar, pero mi turno ha Sido desde las doce del medio día, hasta ahorita, tres de la mañana, es que estoy tan exhausta que me quiero evitar trabajo físico extra.

La música la tengo a bajo volumen, porque me gusta estar alerta a cualquier sonido, aunque las Vegas siempre está repleta de gente, a esta hora y por estás calles no hay ni un alma.

Ya tengo el dinero para la inscripción de la universidad y de por lo menos dos semestres, por eso me dabato tanto en vender mi cuerpo, con esa última oferta pagaría la carrera y estudiaría más relajada sin tener que matarme tanto trabajando.

Y no me quejo de mi trabajo, porque en realidad lo amo, me distrae de mi solitaria vida.

El sonido de unos botes de basura cayendo retumba tan fuerte que me sobresalto, veo hacia todos lados buscando la fuente de tal ruido y no lo consigo, quito un audífono y afinó el oído para ver si escucho algo de nuevo.

Un escalofrío me recorre toda la columna vertebral y mi corazón palpita a gran velocidad al oír el gruñido de un animal.

Lo que me faltaba un maldito perro bravo que quiera morderme, saco de mi bolsillo el taser, no dudaré en usarlo con el can molesto si llega a atacarme.

Camino más despacio tratando de no hacer ningún sonido con mis pisadas, aunque con lo asustada que estoy de seguro huele mi miedo a kilómetros.

Una bestia de metro y medio aparece frente a mi "que m****a" pregunta mi subconsciente y mi conciente se bloquea, un lobo con pelaje naranja y enormes colmillos gruñe hacia un callejón lleno de bolsas de basuras.

Cierro y abro los ojos ¿Será que me he desmayado de cansancio y estoy soñando? O ¿me dieron alguna bebida adulterada y estoy alucinando?

M****a!

Y... ¿Si no me muevo, no me ve? Según las películas de mundo jurásico funciona, Dios que idiota soy... Sonrío a mi imaginación tan absurda.

El que gire bruscamente hacia mi hace que mi respiración se agite, e irónicamente no me he movido, mi cuerpo activa el modo de supervivencia por si solo.

Da varios pasos hacia mi, mi mirada fija en sus ojos negros, antes de que si quiera lo toque con el taser ya me habrá arrancado el rostro de un mordisco..

Sigo sin moverme mientras el sigue avanzando, presionó el aparato con mi mano... Algo debe hacer, no dejaré que me coma tan fácilmente.

Una chica aparece detrás de un montón de basura, haciendo que el lobezno ahora ponga su atención en ella, una chica delgada y alta, es preciosa, a pesar de tener su esbelto cuerpo magullado se nota a leguas que la chica es una de esas agraciadas con el don de la belleza extrema.

–Me quieres a mi, deja a la chica irse... – mis ojos se abren al escucharla hablar con el animal, porque... Es un animal... Pero el que el que responda hace que la cierre y me vuelva a preguntar ¿Que m****a esta pasando?

-Vete chiquilla - Camina lentamente hacia la mujer que se pone en posición de ataque, ¿Piensa pelear con esta bestia gigante? De sus piernas saca dos enormes dagas plateadas, con un leve movimiento de cabeza me indica que me vaya y corre hacia el animal que hace lo mismo y se lanza hacia ella.

No lo pienso dos veces, saco el revolver herencia de mi madre, el cual siempre tengo cargado, quito el seguro y disparo hacia al animal, seis tiro precisos que dan en la estructura de su cuerpo.

Aulla, pero no ha Sido suficiente, la chica clava una daga en el momento de distracción de enorme can, el cual aulla y gruñe para venirse encima de mi con la chica aún en su espalda.

Activo el taser preparada para recibirlo — corre!!!!! — la chica grita y clava la otra daga, hago caso a su pedido y les doy la espalda para correr con toda la velocidad que mi cuerpo me permite, pero soy pequeña y mis piernas por ende son cortas, cinco pasos después siento los colmillos del animal en mi pierna izquierda causando un dolor terrible, me elevó por el aire y lo último que veo es la sucia pared de ladrillos, justo antes de estrellarme contra ella, perdiendo el conocimiento ipso facto.

🐺🐺🐺

M*****a sea! Estoy muerta!

La luz blanca cegadora que me recibe al abrir los ojos me lo confirma... Pero ¿porque mierdas me duele todo? No se supone que cuando morimos todo deja de doler....

Un momento... ¿Podré ver a mi madre?

Trato de incorporarme... ¡¡¡¡¡Mate un monstruo!!!!! O bueno... Hice el intento...

O... El me mato a mi.

Comienzo a enfocar lentamente a mi alrededor, todo es jodidamente blanco y un pitido insistente me molesta haciendo que duela mi cabeza aún más... Creo que acabo de entrar al cielo ilegalmente...

No estoy muerta... Estoy en un puto hospital.

Una enfermera entra corriendo y yo estoy sentada en mi cama, la cara se me está cayendo de dolor...

—Señorita!!!! Recuéstese! - me dice a penas me ve — intento hablar pero solo salen gruñidos... Ay no! Ahora soy una chica lobo... Comienzo a llorar desconsoladamente ¿porque me pasa esto a mi? — Señorita, está todo bien, ya le administre un calmante que mermará el dolor, su tabique y mandíbula sufrieron fractura debido a un fuerte golpe ¿Recuerda algo de lo que pasó? Unos hombres la consiguieron y trajeron hasta acá...

¿Unos hombres? Lo último que recuerdo es jodida pared con la que el animal me estrelló.

Niego con la cabeza, estoy aquí en el hospital... Si... ¿Pero? ¿Fue real lo que pasó? Porque si digo que un lobo de casi dos metros me atacó, nadie... Absolutamente nadie me va creer, probablemente me tachen de loca, porque ni siquiera estoy segura de lo que viví.

El dolor merma bastante rápido y me relajo en mi cama, la chica sale dejándome la TV encendida en un canal de noticias... ¡Aburrido!

Observó mi habitación y noto que estoy sola en ella, lo que me hace fruncir el ceño, porque... No creo que mi seguro de para tener esto... De hecho, es bastante lujosa ¿Se habrán equivocado? O mi madre cambiaría en seguro antes de morir... No lo creo, su enfermedad se llevó todo por lo que trabajo por años a excepción de mi departamento.

Paso un rato así, recostada pensando en todo, hasta que recuerdo mis cosas ¿Dónde está mi bolso?, Tengo movilidad en mi cuerpo, solo es mi rostro el que recibió el impacto... tengo una bata azul extragrande encima, y menos mal que es Diez veces mi talla porque no se me ve el trasero, Así que con cuidado me levanto, para revisar los cajones, todo están vacíos hasta que el último es donde aparecen mis cosas. ¡Yes!

—Micah!!!! — un grito desde la puerta hace que suelte el bolso esparramando todo en el suelo, grito internamente, porque jodidamente no puedo hablar. Máximo corre hacia mi abrazándome — Dios! Por fin despiertas!! Baby, esto ha Sido horrible! No puedo creer que te haya pasado algo así! — me abraza con cuidado de no lastimarme, no puedo hablar..m y se lo digo por señas, a lo que el asiente..

–¿Recuerdas lo que pasó? – lo pienso un segundo, pero niego de nuevo – M*****a inseguridad, no se puede estar tranquilo en ningún lugar, gracias al Dios que no te hicieron nada, de hecho ni te robaron nada tampoco, la policía estuvo aquí varios días..

¿Días? Le hago señas para que me diga cuántos días llevo aquí y me entiende — Tienes siete días aquí, hija! Siete! — mis ojos se abren... Quiero saber todo, y hago el intento, así que busco mi teléfono para escribirle, no se lenguaje de señas, y parezco loca moviendo las manos para todos lados.

Dime todo lo que sabes, me dijeron que me trajeron unos hombres...

Asiente y comienza hablar — me llamaron ya que soy tu contacto en el seguro, apenas lo supe corrí hasta aquí, eso me dijeron también y de hecho pagaron para que estuvieras aquí, en esta habitación, con todas las comodidades — ¿ok...? — He venido cada día y más nadie lo ha hecho, no dieron identificación ni nada, solo eso.. te trajeron... Cuando te Vi me quise morir, tu rostro estaba destrozado — Tocó instintivamente, tengo un collarín y parece gasa lo que tengo en todo la extensión de mi cara, grito y me levanto, ni siquiera me he visto en un espejo — Baby, ya estás mejor, hoy nada que ver a cómo estabas el día que te trajeron.

Entro al baño y estoy forrada en yeso, las lágrimas caen por mis ojos que apenas se ven, la droga que me pusieron debe ser fuerte, porque no siento nada ¿Y si perdí la sensibilidad en mi rostro? Lloro aún más y Máximo me abraza por la espalda.

Cuando se va me quedo de nuevo sola, con la enfermera que entra cada hora a ver cómo estoy y a drogarme para que no sienta dolor, me visto con ropa que mi amado jefe me ha traído y veo mi teléfono, algunos compañeros me han escrito y les respondo que estoy bien.

No dejo de pensar en lo que pasó, así que uso el buen Internet para investigar eso seres mitológicos que supuestamente ya no existen, paso así los siguientes días mientras me recupero, me sobrecargo de información con respecto a hombres lobos, pero alguna información difiere de otra así que no se que es verdad y que no.

Aunque hay testimonios que dice que si existen, que han Sido vistos en ciertos lugares del mundo, pero como todo lo misterioso en este planeta algunos creemos porque lo vivimos el resto solo piensa que son fantasías.

Licaón, Rey de Arcadia, primer hombre lobo debido a la maldición de Zeus, es lo que más se consigue, lo demás es obra de la modernidad y la ciencia ficción.

Suspiró sobresaturada de tanta lectura, cada vez creo que más que todo ya Sido producto de mi gran imaginación, hasta que la puerta se abre, en primer momento pienso que es la enfermera, pero la morena espectacular del callejón aparece frente a mi , con dos hombres vestidos de traje tras de ella, todos parecen de origen latino.

— Hola Micaela, me alegro que estes bien — la chica me habla y aunque ya puedo hablar mi boca se abre y cierra sin que salga palabra, esto me confirma que no... No estoy loca!

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Ah! Segundo cap!

Espero les esté gustando, espero subir los siguientes cap seguidos!

Ojalá les guste, no se olviden de votar y seguirme en mi perfil!

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