Capitulo 4

Micaela Stevens

Veo en el espejo mi reflejo y casi no me reconozco. Pase de ser una chica que se vestía de manera sugerente para conseguir dinero a ser una chica elegante que viste ropa de lujo por un excelente sueldo.

Es como si hubiera sufrido una transformación, ya ha pasado una semana desde que estoy en Londres, ya estoy habitando un pequeño departamento pagado por Stefany, la cual resulta ser esposa de Edward Gutiérrez un empresario multimillonario y también un Alfa.

El apartamento se ubica a las afueras de la ciudad, en un lujoso recinto habitado por hombres lobos y humanos que saben de su existencia.

Estos días he aprendido mucho más de este loco mundo y debo decir que es apasionante, estoy encantada con todo.

Existen doce manadas reconocidas a nivel mundial, están situadas en puntos estratégicos, alejadas de las otras especies, los lobos son muy territoriales y necesitan su espacio.

Tienen una especie de líder supremo, que gobierna por sobre todos los Alfas y manadas, su Diosa es la reina luna, a ella deben su devoción, ella es la encargada de dirigir el destino en todo los sentidos de los Lycans, pueden tener pareja por gusto propio, pero existe una pareja predestinada que es su alma gemela, su contraparte, su media naranja, su razón de vivir.

Eso es algo que me ha fascinado, pues según después de que consigas a esa persona ya no tendrás ojos para más nadie, será su todo.

Lastima que soy humana....

Ah! Los humanos estamos de último en la escala.

Somos los seres más inferiores que existen! Y nosotros creyéndonos los líderes en todo y resulta que solo somos simple peones en una tablero en donde hay especies jugandosela por todo.

Hoy hay revuelo en toda la manada, la mansión del Alfa está siendo acondicionada para recibir al Alfa supremo, ya que anualmente se realiza una especie de reunión de reconocimiento entre manadas.

— Ya estás lista, Mica? — Asiento hacia Stefany que entra a la habitación que me ha prestado por hoy en la mansión, siento que más que una asistente soy tratada como su amiga íntima, ya que tengo privilegios y comodidades que no tiene cualquier asistente.

— Estás muy bella Stefany, pareces modelo.... — Viste un elegante vestido dorado ajustado a su esbelto cuerpo, su cabello negro cae en cascada totalmente liso hacia sus hombros y espalda, y sus tacones la hacen ver mucho más alta de lo que ya es.

— Tu también Micaela — tengo vestido rojo ajustado en la parte súperior del cuerpo manga farol con la falta un poco suelta en lentejuelas rojas, mis tacones son de quince centímetros y aún así llegó escasamente a los hombros de mi jefa.

Mi cabello está atado a un lado de mi cuello y mis accesorios son dorados, mi maquillaje es sencillo, delineado negro para resaltar el color de mis ojos y un labial del mismo tono del vestido.

— Debes mantenerte siempre a mi lado — Asiento de nuevo y salgo con ella.

La casa ya se encuentra llena y el ambiente es alegre y espectante a la vez, al parecer el gran Alfa es un Lycans conocido por su mal humor y poca paciencia.

Aunque después de conocer su historia debo decir que lo entiendo, no debe ser fácil perder a tu alma gemela el mismo día que la consigues y también perder a tu padre.

El hermano del esposo de Stefany sonríe al verme y mi rostro se calienta, Eliot es su nombre y desde que llegué aquí ha estado como perro faldero tras de mí.

No me desagrada en absoluto, es Alto, muy parecido a su hermano mayor, solo que su cabello es totalmente blanco y el de Edward es rubio platinado.

Sus ojos son cafes y la picardía brota de ellos cada vez que me ve. Ha mostrado su interés en todo momento y es lo que me incómoda puesto que llevo solo una semana aquí.

— Preciosa — su voz aterciopelada llega a mis oídos erizandome un poco la piel.

— Hola Eliot — digo dirigiendo mi vista a las demás personas que me ven con curiosidad. Saludo con asentimiento a las personas que están junto a Stefany en señal de respeto y sumisión, pues todo los que están aquí son de alto rango. A excepción de personas como yo que somos asistentes.

— Llegó — escucho que dice alguien y todos se yerguen, veo hacia la entrada esperando que llegue ese que llaman Alfa supremo, me estremezco un poco por los nervios.

Dos Hombres entran a la par seguidos de un grupo de hombres más atrás.

Unos es un moreno muy guapo y el ego que transpira el otro me hace creer que es ese al que todos esperan.

Las cabezas bajan rindiendo pleitesía y hago lo mismo sin quitarle la vista de encima, su rostro expresa fastidio y repulsión hacia todos .

Pero es jodidamente guapo, es alto, muy alto, viste un traje totalmente negro y algunos tatuajes se logran ver por su cuello, su cabello es castaño claro y luce un peinado desordenado, sus ojos son negros cubiertos por largas pestañas.

— Ay Dios, viene más amargado que de costumbre, reina luna apiadate de nosotros — lo que dice Stefany me hace sonreír.

— pidamos a la reina luna que le conceda una segunda oportunidad a ver si así le baja dos a su mala cara — responde Eliot.

De pronto todo se congela, frena en seco al estar cerca de nosotros, su rostro se comprime y mi corazón se acelera a la espectativa de saber que m****a le pasa, sus orbes oscuras se dirigen hacia mi, su atención pone la de los demás también en mi....

Trago al no saber que hacer, veo a Stefany buscando ayuda, pero ella está tan confundida como yo.

Reanuda el paso y frena justo frente a mi, pego mis ojos al suelo, su olor me envuelve y temo que los nervios me traicionen haciéndome vomitar.

Una mano toma mi quijada un poco brusco haciendo levantar mis vista, está molesto es obvio y no tengo ni puta idea de que hice mal.

— ¿Quien eres? — Su voz es gruesa rasposa, su tono me confirma su estado de ánimo.

— Es mi asistente — habla Stefany colocandose a mi lado — ¿Que ocurre? Estás llamando la atención de todos.

Aún sin soltarme con su mano libre hace una seña y todos comienzan a salir, busco la mirada de mi jefa, pero el agarre se aprieta haciendome jadear.

— Es humana — en este momento temo por mi vida, sus ojos negros me consumen y no se que hacer....

— Como muchas asistentes señor — habla Eliot, su voz indica respeto pero también molestia o incomodidad — ¿Puede decirnos lo que está mal señor?

Mis ojos comienzan aguarse... — Las estás lastimando Baltazar — la voz de mi jefa ya no es baja, su mano me suelta de inmediato — Sube a tu habitación Micaela y espérame ahí.

Asiento si decir una palabra, le veo de nuevo y su mirada sigue fija en mi, Eliot me toma del brazo para acompañarme, pero un empujón lo manda lejos.

— No la toques!!! — mis ojos se abren, la expresión de todos cambia a entendimiento y yo aún no se que m****a es lo que pasa... — Sube.

A duras penas entiendo su gruñido, camino, casi corro y me alejo de todo, entro a la habitación y me pegó a la puerta con la respiración agitada, corro al baño a sentir lo que sube por mi garganta.

Llegó al inodoro justo a tiempo para expulsar lo que mi estómago tenía en el...

Ay Dios!

Pienso y repaso que hice, si inconscientemente realice algún gesto que lo insultar o... No sé... No creo haber hecho algo tan grave como para que se tomará conmigo de esa manera.

Me cepillo, lavo mi rostro y me siento en la cama, daño la manicura que me hice junto a Stefany...

¿Me cambio? ¿que hago?

No sé qué tiempo pasa, camino de un lado a otro, veo por la ventana, la música comienza a escucharse y creo que la reunión se ha reactivado, abro la puerta pero dos hombres me frenan.

— No tiene permitido salir — la voz ruda me parece un poco grosera, pero el tamaño del dueño me intimida demasiado.

— ¿Porque? — mi voz se escucha como la de un gatito a punto de morir.

— Ordene del Alpha Supremo, entre de nuevo a la habitación.

Las horas pasan llenandome de incertidumbre, mis uñas desaparecen, Stefany no sube en ningún momento y siento que estoy a punto de subirme por las paredes.

La puerta se abre chocando contra la pared dandome un susto de muerte, son los hombres que custodian la entrada, sus rostros no son amigable y se dirigen a mi.

— ¿Que.. que ocurre? ¿Ya pue... Puedo sa... Sal...? — No me dejan terminar, pues me toman de los brazos llevándome contra la cama bocabajo colocan mis manos en mi espalda y me esposan, intento resistirme pero ya es muy tarde...

— ¿Que hacen? — estoy muy asustada y soy ignorada, uno de ellos me toma por el cabello levantadome — ayy... ¿Que pasa? ¿Porque me hacen esto?

Camino por los pasillos que están vacíos, hasta que llegamos a las escaleras que dan al gran salón, un grupo muy reducido de la personas que ya estaban están abajo viendo todo, mis rostro está empapado por mis lágrimas...

Stefany me ve con rostro lastimero igual que Eliot quien niega antes de girarse e irse, pero el rostro del gran Alfa me aterra, su mandíbula está apretada.

Veo a mi jefa y trato de hablar pero llegando al último escalón tropiezo cayendo con mi rostro contra el suelo.

— Llevenla al calabozo — si voz gruesa retumba por todo el lugar.

— Te estás equivocando Baltazar — mi jefa habla mientras soy levantada del suelo, la mejilla me duele.

Dejo de verlos al ser dirigida por unos de los pasillos, una pared se abre para dar a una escaleras en total oscuridad.

Comienzo a hipar del llanto intenso que me toma, no se que está pasando, no se a donde me llevan, no sé nada....

Sueltan las esposas y me empujan a una celda sucia y humedad, caigo de rodillas mientras cierran tras de mí, gateo hasta la esquina donde abrazo mis piernas y sigo llorando....

Espero y espero...

Hasta que un par de ojos se posan frente a mi — Micaela Stevens — es todo lo que dice, trago mientras le devuelvo la mirada, quiero desaparecer, quiero volver a las Vegas, su aura y su mirada prometen sufrimiento.

Venir aquí fue el peor error que pude cometer.

🐺🐺🐺

Espero les guste y me disculpo por los errores ortográficos, siempre reviso un par de veces, pero se me escapan!

Besos!

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