— Una prometida — la voz de Anna se escuchó incluso más allá de la puerta por la que Melissa y su hermana entraban a la casa — ¿Qué tonterías está diciendo Forest? — Lamento no haberlo informado antes, pero al parecer — Forest miró hacia Melissa cuando esta entró en la habitación — mi hermano arregló esto para mí. — ¿Mi marido? — Anna negó — Gavin nunca habría… — Mi otro hermano, puede que no lo recuerdes, pero tengo un poco más de familia. — ¿Qué me estás diciendo? — Anna gritó otra vez — ¿Te fuiste a ver al bastardo de tu madre?, con ese fruto del… — Mide tus palabras Anna y mejor pídele a alguien que arregle una habitación para ella, su nombre es Liliana. — No pienso dejar que una extraña se meta en mi casa otra vez — La suegra de Melissa la miró — ya tenso suficientes estorbos. — Ella es mi invitada, posiblemente sea la próxima luna de la manada y la luna del alfa King así que no hagas que pierda la sapiencia — miró Forest hacia su luna sin poder evitarlo — ya tengo muchas
Cuatro meses después. Melissa pasó una mano por su vientre y sintió que la vida estaba yéndole bien dentro de lo posible. Agradecía que Forest le hubiese ocupado mucho más de lo habitual en las cosas de la manada. Para ella era agradable no tener que verlo o discutir, sobre todo solo porque él no se rendía en su afán de tratar de meterla en su cama. Melissa escuchó la puerta del salón abrirse y la chica que había pasado ya un par de meses en aquella casa sonrió al verla. Melissa sentía una mezcla de rabia y molestia mientras le devolvía la sonrisa. — ¡Cómo estás hoy! — la chica se sentó frente a Melissa — ¿Estás mejor de las náuseas? — Estoy mucho mejor, gracias observa —.¿Has discutido hoy con mi suegra? — Esa mujer me odia, señora — la chica suspira — tampoco entiendo cómo conseguir que Forest me preste atención. Aquella angustia en la chica hacía a Melissa sentirse mucho mejor de lo que deseaba admitir, porque Forest tampoco pasaba mucho tiempo con la chica. La loba de Meliss
Forest trató de resistirse, pero no fue capaz, dejó que su lobo tomar el control de aquella situación y por un período de tiempo realmente olvidó todo lo que estaba pasando, lo difíciles que habían sido estos meses, al menos para él.Melissa gimió antes de correr lejos del lobo negro frente a ella, el lobo la siguió como si realmente fuera un cachorro y no paró de pensar en lo hermosa que era su luna embarazada. No podía perdonarle que ella estuviera llevando el cachorro de su sobrino, pero le era imposible dejar de quererla.Un aullido vino desde un par de metros más allá del bosque frente a los dos, Forest vio el pánico en Melissa que corrió lejos hacia el bosque justo antes de que una loba relativamente pequeña de color gris se acercase. La loba se inclinó ligeramente ante su lobo, movió la cola emocionada mientras trataba de llamar la atención del alfa, pero Forest solo pudo mirar directamente hacia el bosque donde Melissa había desaparecido.Se apartó de la chica con molestia, co
¿Cómo podía decirle a su hermana que no sintiera rabia?Melissa peinó el cabello de su hermana mientras se decía más de una vez que ella misma había sido víctima de la rabia, una rabia que la había llevado a desear herir a su alfa casi tanto como tenerlo junto a ella. La venganza que había planeado se había vuelto un obscuro borrón entre los sentimientos que consumían sus entrañas.Deseaba que Forest le mostrara una prueba tangible de que él no era el asesino de su familia, deseaba poder sentirse en paz, pero su conciencia le decía que era una pésima hija porque su amor era mucho mayor que la necesidad de vengar la muerte de su familia y todo aquello sin contar que seguía sintiéndose como una completa idiota.— ¿Está vivo el padre de mi hijo? — Melissa alzó los ojos hacia el espejo cuando Raquel habló — sé que no quieres que pregunte y evitas la pregunta, pero yo… Siento que hay algo que no encaja — pasó una mano por el abultado vientre —, además porque mi cuñado…, porque me mira como
Forest miró una y otra vez las cartas que había pasado semanas investigando, pero no había conseguido absolutamente nada. A.R. ¿Quién demonios podría ser A.R.? El alfa bebió un poco de café mientras miraba por la ventana de la oficina del alfa King había preferido alejarse de casa para manejar todo este asunto.«¿Realmente fue por eso?»La voz de su lobo lo hizo dejar de tomar su café. Forest volvió sobre sus pasos para sentarse en la silla mientras esperaba a que su lobo explicara esa pregunta, aunque él sabía más que bien a lo que se refería.«Estás harto de esa chica, verdad, eso es lo que te tiene incluso alejado de nuestra Melissa.»— No es nuestra Melissa, es la mujer de Red.«Ella es nuestra, nos lo dijo, no lo quiere».— Se casó con él y sigue pensando que asesinamos a su padre — Forest se reclinó en la silla — y estamos en un punto muerto donde dudo que podamos demostrar algo más.«¿Qué harás, entonces?, vas a casarte con esa otra mujer».— Podría ser una oportunidad, quizás
Melissa secó sus lágrimas antes de subir hacia su habitación, prefirió quedarse completamente sola a ir una vez más con su hermana. Necesitaba estar sola, al menos para asimilar que Forest estaba a punto de prometerse con alguien más. Melissa caminó hacia el baño para preparar una ducha, pero, aunque lo intentó, ni siquiera aquel baño le ayudó a calmarse.Se metió en la cama escuchando el algarabío en la parte baja de la casa del alfa, se abrazó a sí misma mientras sentía que su mundo se hacía más difícil de soportar. Había planeado vengarse y estaba sufriendo mucho más de lo que sufrió en el día en que su madre murió.Escuchó pasos fuera de su habitación antes de quedarse completamente dormida y solo despertó cuando dicha puerta fue azotada contra el marco. La chica sintió que su corazón se salió de su mientras se ponía en pie sobre la cama. Su marido había entrado completamente rabioso, ni siquiera dijo anda antes de abofetearla en la cara.— ¡Qué mierda crees que soy! — Melissa tra
Melissa jadeó mientras su alfa la empujaba delicadamente contra la pared del cobertizo. Sus uñas se extendieron, clavándose fuertemente sobre la espalda desnuda de su alfa. La chica tembló mientras el calor ardía entre ambos.Forest acarició a Melissa con necesidad, su lengua luchó abruptamente con la mujer que deseaba demasiado como para resistirse y sus dedos se movieron hacia la falda a cuadros que cubrían su cuerpo. Las manos del lobo alzaron dicha prenda, odiando que su cuerpo no pudiera estar más íntimamente pegado a su cuerpo.— No creo que esto sea bueno — masculló la chica mientras su alfa movía sus labios hacia su garganta —. Yo… Yo no debería dejar que me besaras de esta forma, tu prometida y su familia están en… En casa.— ¿Por qué me besaste entonces? — La voz de Forest hizo que Melissa jadeara — ¿Qué quieres de mí?— Yo… ¿Yo solo estoy furiosa — respondió la mujer aprisionada por su cuerpo contra la pared del cobertizo — Por qué tienes que casarte, Forest? ¿Por qué?— Tu
— Es un honor para nosotros estar en esta cena para oficializar el compromiso de mi niña — la madre de Liliana sonrío — con el alfa King, hemos sido una familia trabajadora durante años, pero ahora estamos sentados a la mesa de una de las más famosas y antiguas manadas de la región.— No veo cómo es eso una gran cosa — Anna lució enfadada mientras cortaba de su propio plato — mi familia también era una simple obrera en la manada donde crecí, pero tenía el cuerpo necesario para conseguir a… — miró a Forest durante un instante — mi marido.— Comprendo, escuché que lo amaba, que eran una pareja digna de envidia ajena.— NO puedo decir lo contrario — Anna suspiró — Gavin era muy buen padre, buena alfa, era un amor incluso con el hijo ilegítimo de su padre, no puedo quejarme.Melissa cerró los ojos cuando no pudo mirar más hacia la mujer mayor sentada a la izquierda. De la mesa, sus ojos se movieron hacia el hombre molesto sentado a su lado y este le dio una mirada de molestia antes de cla