¿Cómo podía decirle a su hermana que no sintiera rabia?Melissa peinó el cabello de su hermana mientras se decía más de una vez que ella misma había sido víctima de la rabia, una rabia que la había llevado a desear herir a su alfa casi tanto como tenerlo junto a ella. La venganza que había planeado se había vuelto un obscuro borrón entre los sentimientos que consumían sus entrañas.Deseaba que Forest le mostrara una prueba tangible de que él no era el asesino de su familia, deseaba poder sentirse en paz, pero su conciencia le decía que era una pésima hija porque su amor era mucho mayor que la necesidad de vengar la muerte de su familia y todo aquello sin contar que seguía sintiéndose como una completa idiota.— ¿Está vivo el padre de mi hijo? — Melissa alzó los ojos hacia el espejo cuando Raquel habló — sé que no quieres que pregunte y evitas la pregunta, pero yo… Siento que hay algo que no encaja — pasó una mano por el abultado vientre —, además porque mi cuñado…, porque me mira como
Forest miró una y otra vez las cartas que había pasado semanas investigando, pero no había conseguido absolutamente nada. A.R. ¿Quién demonios podría ser A.R.? El alfa bebió un poco de café mientras miraba por la ventana de la oficina del alfa King había preferido alejarse de casa para manejar todo este asunto.«¿Realmente fue por eso?»La voz de su lobo lo hizo dejar de tomar su café. Forest volvió sobre sus pasos para sentarse en la silla mientras esperaba a que su lobo explicara esa pregunta, aunque él sabía más que bien a lo que se refería.«Estás harto de esa chica, verdad, eso es lo que te tiene incluso alejado de nuestra Melissa.»— No es nuestra Melissa, es la mujer de Red.«Ella es nuestra, nos lo dijo, no lo quiere».— Se casó con él y sigue pensando que asesinamos a su padre — Forest se reclinó en la silla — y estamos en un punto muerto donde dudo que podamos demostrar algo más.«¿Qué harás, entonces?, vas a casarte con esa otra mujer».— Podría ser una oportunidad, quizás
Melissa secó sus lágrimas antes de subir hacia su habitación, prefirió quedarse completamente sola a ir una vez más con su hermana. Necesitaba estar sola, al menos para asimilar que Forest estaba a punto de prometerse con alguien más. Melissa caminó hacia el baño para preparar una ducha, pero, aunque lo intentó, ni siquiera aquel baño le ayudó a calmarse.Se metió en la cama escuchando el algarabío en la parte baja de la casa del alfa, se abrazó a sí misma mientras sentía que su mundo se hacía más difícil de soportar. Había planeado vengarse y estaba sufriendo mucho más de lo que sufrió en el día en que su madre murió.Escuchó pasos fuera de su habitación antes de quedarse completamente dormida y solo despertó cuando dicha puerta fue azotada contra el marco. La chica sintió que su corazón se salió de su mientras se ponía en pie sobre la cama. Su marido había entrado completamente rabioso, ni siquiera dijo anda antes de abofetearla en la cara.— ¡Qué mierda crees que soy! — Melissa tra
Melissa jadeó mientras su alfa la empujaba delicadamente contra la pared del cobertizo. Sus uñas se extendieron, clavándose fuertemente sobre la espalda desnuda de su alfa. La chica tembló mientras el calor ardía entre ambos.Forest acarició a Melissa con necesidad, su lengua luchó abruptamente con la mujer que deseaba demasiado como para resistirse y sus dedos se movieron hacia la falda a cuadros que cubrían su cuerpo. Las manos del lobo alzaron dicha prenda, odiando que su cuerpo no pudiera estar más íntimamente pegado a su cuerpo.— No creo que esto sea bueno — masculló la chica mientras su alfa movía sus labios hacia su garganta —. Yo… Yo no debería dejar que me besaras de esta forma, tu prometida y su familia están en… En casa.— ¿Por qué me besaste entonces? — La voz de Forest hizo que Melissa jadeara — ¿Qué quieres de mí?— Yo… ¿Yo solo estoy furiosa — respondió la mujer aprisionada por su cuerpo contra la pared del cobertizo — Por qué tienes que casarte, Forest? ¿Por qué?— Tu
— Es un honor para nosotros estar en esta cena para oficializar el compromiso de mi niña — la madre de Liliana sonrío — con el alfa King, hemos sido una familia trabajadora durante años, pero ahora estamos sentados a la mesa de una de las más famosas y antiguas manadas de la región.— No veo cómo es eso una gran cosa — Anna lució enfadada mientras cortaba de su propio plato — mi familia también era una simple obrera en la manada donde crecí, pero tenía el cuerpo necesario para conseguir a… — miró a Forest durante un instante — mi marido.— Comprendo, escuché que lo amaba, que eran una pareja digna de envidia ajena.— NO puedo decir lo contrario — Anna suspiró — Gavin era muy buen padre, buena alfa, era un amor incluso con el hijo ilegítimo de su padre, no puedo quejarme.Melissa cerró los ojos cuando no pudo mirar más hacia la mujer mayor sentada a la izquierda. De la mesa, sus ojos se movieron hacia el hombre molesto sentado a su lado y este le dio una mirada de molestia antes de cla
Forest quiso gritar, miró con firmeza al doctor que se encargaba de cuidar a su luna y seguía sin poder sacar las palabras que ella había dicho. Las personas en la parte baja de la casa corrieron a la habitación cuando vieron a la empleada correr para llamar al médico.— ¿Qué está pasando aquí?Red irrumpió dentro del cuarto y Forest no pudo contener su rabia, se acercó a la puerta y lo empujó fuera del cuarto. Su sobrino lo miró con odio e intentó entrar una vez más, pero por segunda vez fue empujado fuera de la habitación.— No te acerques a ella maldito — los dientes del alfa se mostraron — no vuelvas a acercarte a Melissa.— ¿Te volviste loco? — gritó el chico — es mi mujer tu no…— ¡No!, no lo es, ella es mía, lo ha sido siempre y tu no vas a volver a tocarla — la rabia era tan intensa que apenas podía soportar tenerlo cerca — como te atreviste a amenazarla, pensé que eras un pobre egoísta, pero asustar a una mujer, amenazarla con asesinar a su bebé, eres de la peor calaña Red.—
La cabeza le dio vueltas a Melissa, parpadeo varias veces un tanto confundida y deseó quedarse entre las cálidas sábanas que la envolvían, era persistente, pero sentía que había algo que necesitaba hacer. La aturdida memoria de la chica le recordó que su hermana había desaparecido y el fuerte dolor que había sentido en su vientre justo antes de perder la conciencia.Melissa tragó, se sentó sobre la cama descubriendo que estaba en la habitación de Forest, el pecho de la chica latió de preocupación cuando recordó lo que había dicho cuando el dolor latía en su vientre horas antes. Tocó su vientre con el terror más absoluto abrazándola, pero ni siquiera sabía si su bebé seguía con ella.La puerta de la habitación se abrió y Melissa se encontró con la aguda mirada de Forest, este corrió hacia ella sin decirle absolutamente nada para abrazarla. La loba pensó que seguía medio dormida porque era imposible que él estuviera haciendo eso, tampoco podía entender que estuviera en su cuarto cuando
El plato de sopa frente a Melissa la hizo sentir aún más inútil de lo que le gustaba, la chica miró a la loba sentada justo frente a ella. Suspiró antes de tomar otra cucharada del plato para sentir que incluso aquella comida le parecía desagradable.— ¿Se encuentra bien, luna?Melissa frunció el ceño ante aquel nuevo título, miró a la mujer que le había preguntado por milésima vez aquella pregunta y deseó gritarle que se sentía bien, pero era una mentira, estaba demasiado medicada o quizás realmente estaba muy mal. Le daba absolutamente lo mismo, así que simplemente hizo a un lado el plato frente a ella.— ¿No piensa comer más luna? — la mujer se puso en pie de un salto — el alfa King dijo que debía… Cuidarla y hacerla comer incluso si…— No tengo apetito, quiero que dejes de preguntarme cómo estoy — negó — y de mirarme, me siento… Extraña.— El alfa King me mandó a buscar para cuidar de usted, nunca había salido de mi manada y este lugar es maravilloso — suspira — debo hacer bien mi