Forest llegó a la casa de su difunto hermano feliz por poder tener algo para demostrarle a Melissa que realmente todo aquello era un plan para inculparlo, sin embargo, se encontró con un lío. Preguntándose qué estaba sucediendo.Forest cuestionó a una de las empleadas que encontró mientras subía las escaleras y se encontró con que la hermana de Melissa se había despertado. Corrió con prisas hacia la habitación, vio a Melissa sentada en una silla mientras peinaba a su hermana. La chica alzó sus ojos para mirarle.— Me alegro de que tu hermana despertara Melissa, pero vine aquí para hablar de algunas cosas — Extendió una mano hacia ella — ¿Podemos hablar un momento?— Pero Raquel…— No va a irse a ningún lado Melissa.— ¿Sabes lo que está sucediéndole?— Una de las empleadas me contó qué estaba pasando — miró a la hermana de su luna — es una lástima que no pueda decir qué sucedió realmente.La luna de Forest dudó un par de minutos, pero luego de darle una triste sonrisa a su hermana se
Forest ni siquiera supo cómo llegó tan lejos, pero se encontró corriendo en el terreno del padre de su luna para cuando su herido lobo dejó de correr. El alfa cambió mientras el dolor en su pata izquierda comenzaba a hacerme más evidente en su hombro ya en su cuerpo humano. Miró los nevados pinos que bordeaban de algún modo uniforme los límites entre ambas manadas y sintió su pecho arder al pensar en que Melissa realmente había dormido con su sobrino. Quería comprender que ella se sentía asqueada del vínculo que los unía debido a las sospechas que tenía, pero cómo podía calmar el sentimiento que ardía diciendo en su cabeza que lo había traicionado. ¡Cómo fue capaz de dormir con red! Forest caminó entre los árboles hasta ver la primera de las casas de la antigua manada del alfa Handking, un par de hombres que se encargaban de arreglar la destrozada propiedad se acercaron y al reconocerlo inclinaron sus cabezas al instante, pero a Forest aquello ni siquiera le importo. — ¿Está bien a
Melissa miró al hombre sentado frente a ella, sus ojos se humedecieron mientras su esposo camina de un lado a otro de la habitación. Melissa sabía que aquella sensación que le helaba las venas no era más que un aviso de lo que estaba por suceder. «Sabía que ese chico no me agradaba, eres una tonta Melissa, nunca me escuchas» La chica ignoró las palabras de su loba, miró a Red antes de tragar con calma y este se acercó a ella haciéndola congelarse. Melissa tembló cuando la tomó de la barbilla para impedir que pudiera apartar los ojos de él. — ¿Qué pensabas hacer? — le gruño— ¿Cuándo mierd4 me contarías que tendrías un bastardo? — Mi hijo no es un bastardo. — No, no lo será para la manada gracias a mí, pero es un bastardo — repitió — un hijo ilegítimo de un usurpador que tampoco ha sido nunca un verdadero hijo de esta manada, mi padre siempre trató de sobrellevarlo, pero Forest era solo su hermano bastardo. — Forest no es un bastardo, sigue siendo… — ¡Cierra la put4 boca Melissa!
Forest pasó una mano por su cabeza mientras observaba la ropa alrededor suyo, las cosas perfectamente colocadas junto a una de las paredes hicieron que se acercara tratando de no pensar en lo único que venía a su cabeza y eso era Melissa.¡Necesitaba dejar de creer que podría tenerla!El lobo tomó uno de los libres entre el pequeño montón colocados unos sobre otros y lo ojeo durante un par de minutos, miró entre los otros cuando ese no logró sacar las cosas de su cabeza. Frunció el ceño cuando encontró un sobre sin ningún tipo de información guardado entre dos hojas a mitad del libro completamente pegadas para ocultarlo dentro de ellas.Dejó el libro a un lado para tomar el sobre completamente blanco en sus manos y abrió dicho objeto para encontrar un solo papel cuidadosamente doblado.«Todo estará hecho en un par de meses, así que ten todo listo para venir a la manada del alfa Gavin. Me encargaré de que tu madre se marche con tu padre y terminen lo de tu hermana, eres la única que qu
— Una prometida — la voz de Anna se escuchó incluso más allá de la puerta por la que Melissa y su hermana entraban a la casa — ¿Qué tonterías está diciendo Forest? — Lamento no haberlo informado antes, pero al parecer — Forest miró hacia Melissa cuando esta entró en la habitación — mi hermano arregló esto para mí. — ¿Mi marido? — Anna negó — Gavin nunca habría… — Mi otro hermano, puede que no lo recuerdes, pero tengo un poco más de familia. — ¿Qué me estás diciendo? — Anna gritó otra vez — ¿Te fuiste a ver al bastardo de tu madre?, con ese fruto del… — Mide tus palabras Anna y mejor pídele a alguien que arregle una habitación para ella, su nombre es Liliana. — No pienso dejar que una extraña se meta en mi casa otra vez — La suegra de Melissa la miró — ya tenso suficientes estorbos. — Ella es mi invitada, posiblemente sea la próxima luna de la manada y la luna del alfa King así que no hagas que pierda la sapiencia — miró Forest hacia su luna sin poder evitarlo — ya tengo muchas
Cuatro meses después. Melissa pasó una mano por su vientre y sintió que la vida estaba yéndole bien dentro de lo posible. Agradecía que Forest le hubiese ocupado mucho más de lo habitual en las cosas de la manada. Para ella era agradable no tener que verlo o discutir, sobre todo solo porque él no se rendía en su afán de tratar de meterla en su cama. Melissa escuchó la puerta del salón abrirse y la chica que había pasado ya un par de meses en aquella casa sonrió al verla. Melissa sentía una mezcla de rabia y molestia mientras le devolvía la sonrisa. — ¡Cómo estás hoy! — la chica se sentó frente a Melissa — ¿Estás mejor de las náuseas? — Estoy mucho mejor, gracias observa —.¿Has discutido hoy con mi suegra? — Esa mujer me odia, señora — la chica suspira — tampoco entiendo cómo conseguir que Forest me preste atención. Aquella angustia en la chica hacía a Melissa sentirse mucho mejor de lo que deseaba admitir, porque Forest tampoco pasaba mucho tiempo con la chica. La loba de Meliss
Forest trató de resistirse, pero no fue capaz, dejó que su lobo tomar el control de aquella situación y por un período de tiempo realmente olvidó todo lo que estaba pasando, lo difíciles que habían sido estos meses, al menos para él.Melissa gimió antes de correr lejos del lobo negro frente a ella, el lobo la siguió como si realmente fuera un cachorro y no paró de pensar en lo hermosa que era su luna embarazada. No podía perdonarle que ella estuviera llevando el cachorro de su sobrino, pero le era imposible dejar de quererla.Un aullido vino desde un par de metros más allá del bosque frente a los dos, Forest vio el pánico en Melissa que corrió lejos hacia el bosque justo antes de que una loba relativamente pequeña de color gris se acercase. La loba se inclinó ligeramente ante su lobo, movió la cola emocionada mientras trataba de llamar la atención del alfa, pero Forest solo pudo mirar directamente hacia el bosque donde Melissa había desaparecido.Se apartó de la chica con molestia, co
¿Cómo podía decirle a su hermana que no sintiera rabia?Melissa peinó el cabello de su hermana mientras se decía más de una vez que ella misma había sido víctima de la rabia, una rabia que la había llevado a desear herir a su alfa casi tanto como tenerlo junto a ella. La venganza que había planeado se había vuelto un obscuro borrón entre los sentimientos que consumían sus entrañas.Deseaba que Forest le mostrara una prueba tangible de que él no era el asesino de su familia, deseaba poder sentirse en paz, pero su conciencia le decía que era una pésima hija porque su amor era mucho mayor que la necesidad de vengar la muerte de su familia y todo aquello sin contar que seguía sintiéndose como una completa idiota.— ¿Está vivo el padre de mi hijo? — Melissa alzó los ojos hacia el espejo cuando Raquel habló — sé que no quieres que pregunte y evitas la pregunta, pero yo… Siento que hay algo que no encaja — pasó una mano por el abultado vientre —, además porque mi cuñado…, porque me mira como