Raquel observó a su hermana marcharse desde el porche de la casa donde se encontraba alfa, que ni siquiera le informó, se acercó sigilosamente hacia ella con la niña en sus brazos. Raquel solo lo miró mientras él dejaba a la pequeña sobre sus propios pies para que entrara en la casa sola.— Raquel, te juro que…— Estoy muy molesta ahora mismo — respondió —. No puedo creer que la dejaras venir aquí y menos que… Que le prestaras tu ropa.La chica se dio media vuelta para intentar entrar en casa, pero Rick no se lo permitió. La miró directamente a la cara antes de hablarle con dulzura, pero con la firmeza en cada una de las palabras.— Ella vino por su cuenta, solo estaba aquí y solo la ayudé a no andar desnuda por ahí, no me agrada.— ¿No te agrada? — cuestionó Raquel —, por favor, los lobos andan desnudo todo el tiempo.— Pero a mí no me gusta, ahora no deberíamos hablar de esto, no quiero que me mires con enfado cuando no tuve la culpa de esto.— Si la tuviste — dijo Raquel —, de hech
Los días pasaron tranquilos después de que Melissa se marchó, Raquel dejó lentamente que su alfa volviera a tener la oportunidad de estar cerca de ella y debió admitir para sí misma que no sería capaz de apartarse de ella jamás.La chica terminó de ducharse y se miró al espejo. Su rostro le disgustó casi tanto como el hecho de que probablemente estaba tan enamorada que jamás sería capaz de irse de aquella casa. Raquel salió del baño después de hacer a su cabello una trenza. Le agradó el aroma de la ropa que llevaba, ya que pertenecía a Rick.El teléfono en la plata baja sonó, la chica miró la hora en la mesilla de noche y supo que probablemente era su hermana como cada tarde. La chica no quería hablar con ella, pero su hermana no se cansaba de intentarlo. Aquello la hacía sentir que realmente podría arreglar las cosas, pero también le asustaba demasiado porque si algún día alguien lo descubría, ella tendría que dejarlo todo.¿No sería más difícil dejarlo todo cuando la felicidad ya e
«Podemos ser felices, podemos quedarnos con él»Raquel terminó de trenzar el cabello de su pequeña niña. La chica acarició la cabeza del pequeño gato que sin duda alguna ya era completamente parte de la familia. Raquel suspiró, no quiso decir nada cuando su loba le dijo que ella ya consideraba que aquella era su familia.— Mami, crees que a Chips le guste la leche achocolatada de la abuela.— Realmente no lo sé, cariño, pero no creo que sea bueno que le des de eso.— Bien, pero ya quiero que la abuela conozca a Chips, nunca había tenido un gato antes.Raquel pensó en aquellas palabras con algo de pesar, la niña saltó de su regazo justo un segundo después de que el gato en cuestión hiciera lo mismo y Raquel la vio salir de la habitación tras ella. La chica se abrazó a sí misma antes de seguir el camino que su hija hacia la planta baja.Rick había salido a buscar algunas cosas que quería llevarle a su madre, ya que estaban relativamente en el territorio de la familia del alfa King. Pens
El calor inundó a Rick, sus dientes se extendieron mientras escuchaba el pequeño susurro de su luna y gruñó cuando escuchó la clara aprobación de que estaba lista para que él realmente pudiera tenerla en sus brazos una vez más. Rick movió la mano delicadamente hacia la piel sedosa de los hombros de su luna. La camiseta sin mangas que el alfa le había dado para dormir, ahora era lo más sexy que había visto jamás y era justamente por eso, por lo que el hombre no pudo evitar gruñir de deseo.La chica bajo el alfa jadeó, su lobo aulló en su mente mientras ella se aferraba a la inmensa espalda del hombre que cubría casi por completo su cuerpo y ansiaba tanto de él que no fue capaz de decir absolutamente nada mientras le permitía desnudarla.Raquel lo amaba, no importa cuán preocupante fuera aquello, ella lo amaba, lo deseaba y no hacinaba otra cosa que tenerlo para siempre con ella, como su alfa. Como el padre de Amaya, ya que después de todo su verdadero padre ni siquiera la deseó.Pero
Raquel se sintió nerviosa mientras se encargaba de cuidar de la niña a su lado en el asiento trasero del auto que la llevaría de regreso a la casa de sus padres. Ella no sentía que aquello fuera una buena idea, pero tampoco podía apartarse de Rick, no después de lo que hicieron la noche anterior, no después de lo que él le había prometido.«Estás enamorada otra vez»La voz susurrante y picaresca de su loba hizo que la chica sonriera ligeramente a pesar de la angustia que se movía por su cuerpo, Raquel miró fuera de la habitación hacia la inmensa llanura que atravesaban y su alfa habló sin despegar la mirada del retrovisor.— Mi madre te encantará, es la mujer más agradable que pueda existir, Melissa la adora y está emocionada por conocerte, solo ha visto a una loba durante todos estos años, después de todo.Raquel sintió que su vientre se encogía ante la idea de conocer a la mujer que había cuidado de su hija todo aquel tiempo. La chica suspiró sin poder contenerse y su loba susurró a
Era difícil para Rick ver a su luna tan asustada, habían pasado quince días desde que volvieron a la manada y ella ni siquiera había puesto un pie fuera de casa o mejor dicho, de la habitación que compartían. El lobo hojeó distraídamente los documentos frente a él antes de que las puertas de su oficina se abrieran, robándole la posibilidad de seguir pensando en Raquel.— Así que estos son los vándalos — el alfa se puso en pie para acercarse a las cinco personas en su oficina — ¿Querían al alfa?, aquí está, el alfa quiero una explicación.— No hay nada que explicar tío — respondió el chico más alto de los cuatro — solo jugábamos, pero este… — miró a mi segundo al mando — este idiota se lo tomó muy en serio.— Así que llamas jugar a robar y acosar mujeres, por no hablar de destruir propiedad de la manada, donde están tus padres.— Mis viejos no tienen nada que ver en esto — masculló — al menos no hasta que este bastardo llamó a la puerta de casa de mis padres en la mañana para arrastrar
Quiero dejar de trabajar, quería volver con Raquel y quedarme con ella durante horas ahora que estaba más animada, La había visto desayunar con la niña en el comedor, su madre le había contado que estaba más cómoda con su condición a pesar de la cicatriz que seguía cohibiéndola un poco.— ¿Estás escuchando lo que estoy diciendo? — Rick alejó la vista de su ordenador para mirar al lobo sentado frente a él. — ¿Para qué estás aquí, si no escuchas las quejas? Me han robado dos metros de mi propiedad, exijo un juicio, quiero mi propiedad.— Mire, señor Battle, su vecino solo hizo una valla entre las tierras y el metro que le falta. Sabe muy bien que es un área más que razonable para llamar perímetro entre la valla, su propiedad y la de su vecino. Él también ha perdido dos metros de su tierra. Esto es absurdo.— ¿Absurdo? — el hombre se pone en pie — vine a esta manada porque dijeron que me darían tierras, no pueden decir que es absurdo — le responde — estoy reclamando lo que me pertenece.
— Te prometo que todo va a estar bien nena — Rick tomó la mano de su chica mientras el médico en la habitación terminaba de acomodarlo todo — No estés asustada, estoy aquí contigo.Raquel asintió, el doctor carraspeó, le pidió a Rick que se apartase, e inyectó alguna sustancia anestésica en el rostro de Raquel. La chica comenzó a dejar de sentir su lado derecho del rostro. Miró su reloj durante diez segundos y luego habló.— Cortaré un poco de piel de tu muñeca, es muy pequeño, así que sanará en unas cinco horas, sin embargo… Necesito hacer este procedimiento dos veces, por lo cual serán unas cuatro horas de trabajo.La chica no pudo hablar, Rick asintió por ella y pudo sentir, aunque sin dolor, cómo su carne era abierta por el bisturí. Su cuerpo hormigueó debido a la incómoda postura en la que estuvo semi consciente durante largo tiempo. El médico no dijo nada después de cortar la piel de su rostro y solo habló cuando todo estuvo vendado.— Supongo que esto es todo — miró su muñeca —