— Creo que voy a aceptar la propuesta de Rick — Raquel miró a Melissa mientras esta daba de comer a su hijo un par de galletas — ya sabes para ser su… Su luna.Melissa sonrió, abrazó a Raquel con genuina felicidad y solo se aportó cuando estuvo completamente satisfecha. La mujer dejó que su hijo se marchara corriendo y Raquel no podía creer que realmente ese niño hubiese nacido par de años atrás, fue difícil, según le contó Melissa, pero parecía tan saludable que era prácticamente increíble.— ¿Te gustaría una boda oficial o algo pequeño? — comentó Melissa— podría pedirle a Alexis que nos consiga un bonito vestido con su modista de la manada del padre de Rick— la mujer suspiró — tendremos que hacer la ceremonia en casa porque estoy a punto de volverme una pelota inflable en par de meses más así que dime que quieres hacer realmente.— No lo sé, no he pensado en eso, de hecho — Raquel carraspeo — solo le he dado vueltas a la idea, estoy aún tratando de acostumbrarme a que realmente… est
¡Aquello no era normal!Raquel tragó profundamente mientras caminaba hacia atrás sin despegar la mirada de los cinco lobos que estaban fijamente mirando dentro de su propiedad. No eran de la manada, podía notarlo, ya que no llevaban el colgante representativo que había indicado Rick hacía unas semanas.Raquel pensó en que debería informar a Rick de que había lobos extraños rondando alrededor. La chica tomó a su hija en brazos y esta protestó ligeramente mientras era llevada dentro de casa. Los lobos no se movieron ni un ápice. Raquel miró hacia atrás mientras esperaba a que el gato de su hija entrara en casa y esos extraños siguieron ahí, mirándola ciegamente, asustándola hasta los huesos.¿Qué podrían querer esos lobos?Acaso planeaban lastimar a Rick, quizás eran renegados que buscaban una manada que robar, pero si así lo fuera eso implicaría que Rick estaría en peligro y ella no quería eso. La chica mordió sus uñas mientras miraba a su hija con un puchero sentirse sobre una de las
— ¿no puede ir alguien más? — Rick miró a Forest mientras este terminaba de acomodar las sillas de la junta que estaba por comenzar.— Sabes que si no fuera una situación importante no te estaría diciendo que lo hagas — respondió el alfa King — no puedo irme y no confío en nadie más para esto, además de que nada dará más seguridad que si mando a alguien de mi propia familia en mi lugar.— Pero tendría que irme por más de dos semanas, Rick, sabes que las cosas con Raquel ahora es que están yendo bien, no quiero dejarla tanto tiempo sola.— Sé que estás en planes de boda, que pronto harán la unión oficialmente y Melissa está más que emocionada, pero este es un compromiso que traerá muchas cosas buenas a nuestro territorio hermano, — Forest lo miró — el alfa Terry tiene la mejor productora de ganado de este lado del mundo en el mundo de lobos.— Pero ese hombre está asociado con humanos, por eso es que tiene tanto éxito, no creo que el consejo lo apruebe por aquí, aún no somos tan import
Aquello tenía que ser una pesadilla, Raquel tragó, sus manos temblaban y el miedo le impedía hacer cualquier cosa que no fuera temblar. Era imposible que Anna estuviera ahí, sin embargo, fue quien la golpeó y dejó inconsciente. El olor era inconfundible y no quería ni pensar en todas las cosas que podrían hacerle a Amaya si no obedecía.La loba se quedó en silencio mientras escuchaba sobre su cabeza el llanto de su hija, miró el metálico techo de aquel maletero donde iba y se prometió que aquello no terminaría mal, que salvaría a su hija como fuera.«Matemos a todos cuando abran el baúl, acabemos con esa maldita mujer»— No, no podemos hacer eso — le advirtió a su loba — no sabemos qué le hará a nuestra hija, no debemos atacar.«¿Qué debemos hacer entonces?», le acusó «Dejar que nos lastime una vez más».— Si eso impide que su mujer le haga algo a Amaya sí.La mujer dijo aquello, pero deseó que realmente no fuera cierto, quería que Rick viniera por ella con todas sus fuerzas. Que la c
Rick sonrió, trato de no pensar seriamente en lo absurdo que le había aparecido todo aquel viaje y agradeció que su móvil sonara en medio de aquella aburridísima cena con las familias más prestigiosas de la manada del alfa Terry.— Creo que necesito contestar esta llamada es de…— Seguro es esa encantadora esposa que dijiste tener — una de las señoras sonrió — no te preocupes querido y tomate tu tiempo.Rick agradeció y salió de la habitación para contestar a la insistente vibración del celular. Se preguntó qué sería tan urgente y quién sería quien llamaba. Frunció el ceño con molestia, pues el número no era local o estaba registrado en su teléfono.— ¿Quién habla?— Somos miembros de la antiguamente llamada Manada roja, estamos hablando para comunicarle oficialmente que nuestra heredera ha regresado a nuestras tierras y que si no quiere conflictos severos solo aléjese de ella.— ¿Qué?— La señora Raquel, madre de la nieta legítima de nuestro difunto alfa, nos ha entregado a la niña p
El dolor era abrazador, Raquel gritó sin cesar mientras trataba de quitar aquella droga que habían estado dándole de su sistema y literalmente suplicó porque dejaran de usarla como bolsa de boxeo.«Nuestra hija nos necesita»— Yo te necesito — respondió Raquel a su loba — tenemos que tratar de salvar a Amaya antes de que perdamos esta batalla.«¿Quieres poner todo en riesgo?»— Quiero salvar a mi hija.Fueron las palabras de Raquel, su loba gruñó, la chica sintió la sangre fluir por sus venas mientras el calor se movía por ella y su corazón comenzó a galopar mientras el cambio comenzaba de una forma mucho más dolorosa de lo habitual.La loba gimió cuando las esposas anti cabio mordieron dolorosamente su pata, escuchó el chasquido de esta un segundo antes de que consiguiera liberarse. Raquel contuvo sus gemidos, esperó a que el dolor fuera menos fuerte y se concentró en escuchar alrededor.Sabía que estaba en una casa abandonada, el olor a moho y madera corroída camuflaba casi perfecta
Rick irrumpió en la antigua casa del alfa Redson con rabia, cambió todo lo rápido que pudo y ni siquiera lo pensó dos veces antes de lanzarse contra el hombre que salió visiblemente a la defensiva contra él.— ¡Qué haces aquí! Esto es un delito contra las leyes de los lobos, estás en mi territorio sin permiso.— ¡Dónde está mi luna y su hija! — gritó Rick — ¡Dónde están maldita sea!— No sé de qué hablas, nadie está aquí, llamaré a los ejecutores. Que seas el hermano del alfa King no te da ningún derecho a…Rick sintió un fuerte golpe en su cabeza, un gemido de dolor salió de él cuando cayó sobre el suelo de rodillas y pudo notar como alguien rasgaba su espalda con un par de garras.— ¡Te dije que este bastardo vendría aquí! — gritó el alfa hacia alguien más — ¡Porque no hicimos lo que dije y dejaste a esa mujer allá!, solo necesitamos a la niña.— Esa perra debe morir, tú quisiste deshacerte de tu hermano y no dije nada, yo quería hacer miserable a esa perra porque mataron a mi hijo,
— ¡Mi hija, dónde está mi hija!Raquel se despertó con el pánico en sus ojos, sus dedos se curvaron, aunque realmente sentía que todo su cuerpo pesaba de más y parpadeo cuando las fuertes luces sobre su rostro la cegaron por un par de segundos.La chica tembló algo confundida, lo último que recordó fue perder la conciencia frente a una extraña que llevaba en brazos a su hija aún en su forma de lobo. Una puerta se abrió, la mujer que apareció no era conocida, pero llevaba un uniforme de hospital con el logo de alguna manada en el brazo.— Parece que ya despertó, señora, — la mujer checó los aparatos a los que estaban conectados algunos de sus dedos —. Ha estado inconsciente por dos días, pero las cosas están mejorando, ha tenido suerte, su bebé está a salvo. Si permite, llamaré al médico para…¿Bebé?¿Qué bebé, estaba hablando de Amaya? Probablemente, Raquel se dijo que no podía quedarse acostada en aquel lugar, arrancó todos los cables conectados a ella sin siquiera importarle cómo la