— ¿no puede ir alguien más? — Rick miró a Forest mientras este terminaba de acomodar las sillas de la junta que estaba por comenzar.— Sabes que si no fuera una situación importante no te estaría diciendo que lo hagas — respondió el alfa King — no puedo irme y no confío en nadie más para esto, además de que nada dará más seguridad que si mando a alguien de mi propia familia en mi lugar.— Pero tendría que irme por más de dos semanas, Rick, sabes que las cosas con Raquel ahora es que están yendo bien, no quiero dejarla tanto tiempo sola.— Sé que estás en planes de boda, que pronto harán la unión oficialmente y Melissa está más que emocionada, pero este es un compromiso que traerá muchas cosas buenas a nuestro territorio hermano, — Forest lo miró — el alfa Terry tiene la mejor productora de ganado de este lado del mundo en el mundo de lobos.— Pero ese hombre está asociado con humanos, por eso es que tiene tanto éxito, no creo que el consejo lo apruebe por aquí, aún no somos tan import
Aquello tenía que ser una pesadilla, Raquel tragó, sus manos temblaban y el miedo le impedía hacer cualquier cosa que no fuera temblar. Era imposible que Anna estuviera ahí, sin embargo, fue quien la golpeó y dejó inconsciente. El olor era inconfundible y no quería ni pensar en todas las cosas que podrían hacerle a Amaya si no obedecía.La loba se quedó en silencio mientras escuchaba sobre su cabeza el llanto de su hija, miró el metálico techo de aquel maletero donde iba y se prometió que aquello no terminaría mal, que salvaría a su hija como fuera.«Matemos a todos cuando abran el baúl, acabemos con esa maldita mujer»— No, no podemos hacer eso — le advirtió a su loba — no sabemos qué le hará a nuestra hija, no debemos atacar.«¿Qué debemos hacer entonces?», le acusó «Dejar que nos lastime una vez más».— Si eso impide que su mujer le haga algo a Amaya sí.La mujer dijo aquello, pero deseó que realmente no fuera cierto, quería que Rick viniera por ella con todas sus fuerzas. Que la c
Rick sonrió, trato de no pensar seriamente en lo absurdo que le había aparecido todo aquel viaje y agradeció que su móvil sonara en medio de aquella aburridísima cena con las familias más prestigiosas de la manada del alfa Terry.— Creo que necesito contestar esta llamada es de…— Seguro es esa encantadora esposa que dijiste tener — una de las señoras sonrió — no te preocupes querido y tomate tu tiempo.Rick agradeció y salió de la habitación para contestar a la insistente vibración del celular. Se preguntó qué sería tan urgente y quién sería quien llamaba. Frunció el ceño con molestia, pues el número no era local o estaba registrado en su teléfono.— ¿Quién habla?— Somos miembros de la antiguamente llamada Manada roja, estamos hablando para comunicarle oficialmente que nuestra heredera ha regresado a nuestras tierras y que si no quiere conflictos severos solo aléjese de ella.— ¿Qué?— La señora Raquel, madre de la nieta legítima de nuestro difunto alfa, nos ha entregado a la niña p
El dolor era abrazador, Raquel gritó sin cesar mientras trataba de quitar aquella droga que habían estado dándole de su sistema y literalmente suplicó porque dejaran de usarla como bolsa de boxeo.«Nuestra hija nos necesita»— Yo te necesito — respondió Raquel a su loba — tenemos que tratar de salvar a Amaya antes de que perdamos esta batalla.«¿Quieres poner todo en riesgo?»— Quiero salvar a mi hija.Fueron las palabras de Raquel, su loba gruñó, la chica sintió la sangre fluir por sus venas mientras el calor se movía por ella y su corazón comenzó a galopar mientras el cambio comenzaba de una forma mucho más dolorosa de lo habitual.La loba gimió cuando las esposas anti cabio mordieron dolorosamente su pata, escuchó el chasquido de esta un segundo antes de que consiguiera liberarse. Raquel contuvo sus gemidos, esperó a que el dolor fuera menos fuerte y se concentró en escuchar alrededor.Sabía que estaba en una casa abandonada, el olor a moho y madera corroída camuflaba casi perfecta
Rick irrumpió en la antigua casa del alfa Redson con rabia, cambió todo lo rápido que pudo y ni siquiera lo pensó dos veces antes de lanzarse contra el hombre que salió visiblemente a la defensiva contra él.— ¡Qué haces aquí! Esto es un delito contra las leyes de los lobos, estás en mi territorio sin permiso.— ¡Dónde está mi luna y su hija! — gritó Rick — ¡Dónde están maldita sea!— No sé de qué hablas, nadie está aquí, llamaré a los ejecutores. Que seas el hermano del alfa King no te da ningún derecho a…Rick sintió un fuerte golpe en su cabeza, un gemido de dolor salió de él cuando cayó sobre el suelo de rodillas y pudo notar como alguien rasgaba su espalda con un par de garras.— ¡Te dije que este bastardo vendría aquí! — gritó el alfa hacia alguien más — ¡Porque no hicimos lo que dije y dejaste a esa mujer allá!, solo necesitamos a la niña.— Esa perra debe morir, tú quisiste deshacerte de tu hermano y no dije nada, yo quería hacer miserable a esa perra porque mataron a mi hijo,
— ¡Mi hija, dónde está mi hija!Raquel se despertó con el pánico en sus ojos, sus dedos se curvaron, aunque realmente sentía que todo su cuerpo pesaba de más y parpadeo cuando las fuertes luces sobre su rostro la cegaron por un par de segundos.La chica tembló algo confundida, lo último que recordó fue perder la conciencia frente a una extraña que llevaba en brazos a su hija aún en su forma de lobo. Una puerta se abrió, la mujer que apareció no era conocida, pero llevaba un uniforme de hospital con el logo de alguna manada en el brazo.— Parece que ya despertó, señora, — la mujer checó los aparatos a los que estaban conectados algunos de sus dedos —. Ha estado inconsciente por dos días, pero las cosas están mejorando, ha tenido suerte, su bebé está a salvo. Si permite, llamaré al médico para…¿Bebé?¿Qué bebé, estaba hablando de Amaya? Probablemente, Raquel se dijo que no podía quedarse acostada en aquel lugar, arrancó todos los cables conectados a ella sin siquiera importarle cómo la
— No tienes que ir ahí, Raquel, no es una buena idea.Melissa trató de detener a su hermana mientras ella trata de que su cuerpo no duela tanto al caminar, el vestido negro que cubría prácticamente todo su cuerpo solo dejaba a la vista el cuello algo magullado que cubrió con una bufanda.— Quiero ver que realmente… Que realmente está muerta, no podría dormir en paz si no lo hago.— Pero necesitas cuidar de Amaya, los doctores dijeron que debías cuidarte, tu bebé…— Estoy bien, iré en un auto y regresaré cuando esté completamente segura de que todo ha terminado, entenderme, no quiero vivir pensando que incluso pudo escapar de la muerte — respiró hondo — estoy completamente aterrorizada, aunque esté aquí, en esta casa.— Esta es mi casa, Raquel, no quería dejarte sola a cinco horas de aquí. Rick necesita atención, así que puedo ayudar.— Podía encargarme de mi alfa, está así por mi culpa, siempre es mi… Mi culpa — la chica intentó no llorar —, pero me encargaré de que nadie más sufra po
Un mes despuésLa sed hizo que Rick sintiera la urgencia de tragar, pero incluso eso le parecía un problema, su mente estaba algo confusa, pero recordaba lo que habían hecho a Raquel, que se habían llevado a Amaya y que él estaba a punto de…Sus ojos se abrieron de golpe, saltó sobre la cama donde se encontraba sin realmente saber qué estaba pasando, pero reconoció al instante su habitación, el techo de su casa sobre su cabeza, pero no parecía que hubiese alguien con ella. Trató de ponerse en pie, pero su cuerpo no lo resistió, y calló estrepitosamente sobre el suelo.Maldijo justo antes de que la puerta del cuarto se abriera, una de las empleadas gritó mientras corrió para ayudar al hombre sobre el suelo. Rick tuvo que apartar su orgullo a un lado cuando esta lo subió una vez más a la cama y su corazón se destrozó cuando se dio cuenta de que la segunda persona que entraba a la habitación tampoco era Raquel.— Llama al doctor, con prisa.La chica corrió cuando la voz de Alexis dio aqu