VICTORIAZarco me mira fijamente, y puedo sentir la tensión en el aire.— "¿Por qué no está sanando?" —insiste, su voz ronca.Invento una excusa rápida, mi mente girando como una ruleta.—Ella—no se que decir—Esta enojada"— murmuro—Sí, eso debe ser. Por eso mi loba interior no está actuando como debería."Él frunce el ceño.—"¿Enojada? ¿Conmigo? ¿contigo? ¿Por qué esta enojada?Asiento, sintiéndome atrapada en mi propia mentira.—"Sí, contigo—ladea su cabeza sin entenderme—con ambos, Por algo que pasó antes."Zarco se acerca, y su mirada es intensa.—"Victoria, no me iré hasta que me cuentes qué sucedió. El accidente, ¿qué pasó realmente?"Mi corazón late con fuerza. ¿Cómo puedo explicarle la verdad? Si le digo la verdad, el me va a despreciar mas.—Estoy cansada, el cuerpo me duele y quiero dormir tranquilamente.—Necesitamos hablar sobre el accidente—dice con voz firme.Él se mantiene en su lugar, sin moverse hacia la puerta.—Zarco quiero paz—por mi y nuestro hijo.—"No puedo irme,
ZARCOEstoy en la elegante sala de la casa de Morgana, nervioso y expectante. La luz tenue de las lámparas de araña crea un ambiente misterioso. Morgana aún no ha llegado, pero su padre, un hombre distinguido de cabello plateado, me atiende amablemente con una sonrisa.—¿Un trago, Zarco? — me ofrece, extendiendo una copa de vino tinto. Acepto con gratitud, sintiendo el líquido suave y afrutado deslizarse por mi garganta. El señor me mira con curiosidad, y sé que no solo estamos aquí para charlar sobre negocios.—Es de mi viñedo—reconozco lo mio.—Asi es—me invita a sentar y me desespero queriendo que Morgana llegue pronto.—¿Cómo va la construcción de tu viñedo? —pregunta, y su tono es amigable pero directo—Es un proyecto ambicioso.Asiento, tratando de mantener la calma, hace meses iniciamos con la construcción en otra ciudad y eso me mantiene tambien muy ocupado. —Avanza bien, señor. Hemos invertido mucho en tecnología de riego y enólogos expertos. Espero que pronto podamos produci
ZARCOMorgana me pone en un aprieto. Sus ojos, afilados como cuchillos, escrutan mi alma. ¿Estoy enamorado de Victoria? La respuesta debería ser sencilla, pero no lo es. Victoria es como una melodía que se repite en mi mente, una partitura que no puedo descifrar. Su risa, su cabello al viento, su mirada cuando cree que nadie la observa... todo eso me atrapa. Pero Morgana, ella también tiene su lugar en mi corazón. Su inteligencia, su misterio, su lealtad a la causa. ¿Cómo puedo elegir entre dos mujeres tan diferentes y, sin embargo, igualmente cautivadoras?Yo no deberia estar dudando de lo que debe estar claro, no amo a Victoria, sin embargo lo que hicimos en su apartamento no lo olvido y lo peor es que quiero volver a repetirlo.Me giro hacia Morgana, buscando las palabras adecuadas. Mi mente es un campo de batalla, y las balas de la indecisión vuelan en todas direcciones. Finalmente, me atrevo a mirarla a los ojos y susurro:—"Quizás el corazón no siempre obedece a la lógica. Pero,
ZARCOEntro al apartamento y cierro la puerta detrás de mí, dejando el bullicio de la ciudad afuera. El silencio me envuelve, un silencio que debería ser reconfortante, pero que hoy se siente pesado, casi opresivo. Me dejo caer en el sofá, agotado. El día ha sido largo y lleno de tensiones. No quiero ver a mis padres, no ahora. Necesito tiempo para pensar, para procesar todo lo que ha pasado.Morgana no está embarazada. Esa revelación sigue resonando en mi mente, una y otra vez. Me levanto y me dirijo al baño, necesitando una ducha para despejarme. El agua caliente cae sobre mi piel, relajando mis músculos tensos, pero mi mente sigue enredada en un torbellino de pensamientos.No he sentido nada raro en Morgana. Su olor no ha cambiado, su comportamiento tampoco. Todo parece normal, pero ¿qué es normal en esta situación? La amenaza de Morgana sigue presente, una sombra que no puedo ignorar. ¿Qué quiere realmente? ¿Qué espera de mí?Ya sabes lo que tienes que hacer.No es tan fácil Dasta
ZARCOMi padre sale de su trance, sus ojos se enfocan en mí con una mezcla de preocupación y seriedad.—¿Estás seguro de eso, Zarko? —pregunta, su voz baja pero firme.—No lo sé, papá— respondo, sintiendo la confusión arremolinarse dentro de mí—No he sentido ningún cambio en su aroma, y eso me desconcierta. Pero ella me mostró pruebas, pruebas que indican que sí está embarazada.—Eso es raro porque cuando tu mama estaba embarazada de ti, senti su cambio inmediatamente—eso suena peor.Mi padre asiente lentamente, procesando la información.—Si lo que dices es cierto, entonces las cosas cambian drásticamente para la manada. No podemos permitirnos ser engañados de esta manera.—"Lo sé," — digo, mi voz apenas un susurro— "Pero, ¿cómo podemos estar seguros? ¿Cómo podemos saber la verdad?"—"Necesitamos investigar más a fondo—" dice mi padre, su tono decidido— "Si Morgana no está realmente embarazada, no puedes casarte con ella. Sería un engaño, y eso podría tener consecuencias graves para
ZARCOMe detengo frente a la puerta del apartamento de Victoria, mi corazón latiendo con fuerza. Tomo una respiración profunda y toco suavemente. La puerta se abre y allí está ella, la mujer más hermosa que he visto. Victoria lleva una pijama de seda azul que resalta su figura esbelta y su piel suave. Sus ojos brillan con una mezcla de nerviosismo y alegría, y su cabello cae en suaves ondas sobre sus hombros.—Hola, Zarko —dice ella con una sonrisa tímida—. Pasa, por favor.Entro, sintiendo el aroma dulce y floral que llena el aire. El apartamento de Victoria es un reflejo perfecto de ella: colores suaves y cálidos, todo organizado con una precisión casi obsesiva. Se siente acogedor y personal, como si cada rincón contara una historia y hablara de ella misma.—¿Te gustaría un café? —pregunta Victoria, sus manos temblando ligeramente mientras se dirige a la cocina.—Sí, estaría bien —respondo, observando cómo se mueve con gracia. Me siento en el sillón, acomodándome de cuerpo completo,
VICTORIAEntra en mi lentamente, mientras mis piernas se aferran a su cintura y mi boca a la suya mientras me expande. Siento un fuego en mi pecho que me arde pero me dejo llevar de la sensación de llenura cuando su polla conquista cada centímetro de mi interior.—Zarco—musito cuando lo tengo todo adentro.—Victoria, te siento tan bien.No puedo decir nada porque inicia con las estocadas furiosas que me mueven las tetas de arriba, abajo, la sensación de calor se extiende por todo mi ser y gimo una y otra vez con sus penetraciones profundas.Me gusta mucho como me lo hace y le entierro los dedos en la espalda. El éxtasis me recorre completa, me muerdo el labio inferior y cierro mis ojos disfrutando de la potencia que tiene y la sensación que es mucho mejor que mi primera vez.La cama se mueve y baja a chuparme los senos sin dejar de moverse, sin dejar de empalarme, sin dejar de darme con fiereza, oscureciéndome el entorno con las embestidas que me contraen por dentro y aumentan la capa
VICTORIADespierto con la luz del sol filtrándose por la ventana, iluminando suavemente la habitación. Siento un calor humano a mi lado y recuerdo que Zarco durmió conmigo anoche, Me hizo el amor y fui la persona mas feliz del mundo. Me volteo lentamente y lo veo, aún dormido, con una expresión de paz en su rostro.Lo admiro en silencio, observando cada detalle de su rostro. Su respiración es tranquila y rítmica, y puedo sentir el suave movimiento de su pecho al inhalar y exhalar. Este momento me despierta muchas sensaciones.Pienso en cuánto lo amo. En cómo su presencia me hace sentir segura y completa. Cada día con él es una nueva aventura, y su dedicación y pasión por lo que hace me inspiran profundamente.Me acerco un poco más, disfrutando de la calidez de su cuerpo junto al mío. Siento una profunda gratitud por tenerlo en mi vida. En este instante, todo parece perfecto, y me doy cuenta de lo afortunada que soy de compartir estos momentos con él.Me levanto con cuidado para no des