VICTORIAEl sol del mediodía brilla sobre los viñedos, pintando las hojas de las vides con tonos dorados. Mi vestido azul zarco ondea con la brisa mientras me adentro en este mundo desconocido. El aire está impregnado de la fragancia dulce de las uvas maduras, y el crujir de las hojas bajo mis pies me hace sentir parte de algo ancestral y mágico.Un hombre de cabello canoso y ojos vivaces se acerca a mí. Su sonrisa es cálida y acogedora.—"Bienvenida a nuestros viñedos"—dice— "Soy Miguel, el enólogo. Permíteme mostrarte el proceso detrás de cada botella de vino".Asiento, sintiéndome como una exploradora en un territorio inexplorado. Miguel me guía por los campos junto con Zarco, explicándome cómo las vides crecen, cómo se seleccionan las uvas y cómo se cosechan a mano. Me habla de la importancia del terroir, de la influencia del clima y del suelo en el sabor del vino.—"¿Sabías que cada variedad de uva tiene su propia personalidad?" — pregunta Miguel— "La Cabernet Sauvignon es audaz
VICTORIAEl motor del auto zumba como un latido constante mientras avanzamos por la carretera. La lluvia golpea el parabrisas, creando un ritmo hipnótico que me sumerge en mis pensamientos. Zarco está al volante, sus ojos fijos en la carretera, pero puedo sentir su mirada sobre mí. Es hora de decirle la verdad, de liberarme de este secreto que he guardado durante tanto tiempo.Mis manos están inquietas, jugueteando con el dobladillo de mi falda. El silencio entre nosotros es pesado, como si las palabras se hubieran quedado atrapadas en mi garganta. ¿Cómo puedo explicarle lo que siento? ¿Cómo puedo decirle que todo ha cambiado?Zarco rompe el silencio.—"¿A dónde vamos, Victoria?" —Su voz es suave pero cargada de curiosidad. No puedo mirarlo directamente; en cambio, observo la lluvia que se desliza por la ventana.—"A mi apartamento"— respondo finalmente— "Necesitamos hablar."Él frunce el ceño.—"¿Por qué tomaste esa actitud? Todo parecía estar bien."—"No lo estaba"— confieso—"Hay al
ZARCODesde el balcón, observo la noche extendiéndose sobre el bosque. Las estrellas titilan como secretos guardados en el firmamento. Victoria, con su mirada intensa y su voz suave, me confesó algo que me ha dejado inquieto. "No tengo loba anterior", dijo, y su tono fue un susurro que se mezcló con el viento nocturno. ¿Qué significa eso? ¿Qué consecuencias traerá si la manada descubre su secreto?La luna, símbolo de liderazgo y poder, es un título que no se otorga a la ligera. Pero Victoria, con su belleza y valentía, ha sido declarada la luna de nuestra manada. ¿Cómo puede ser posible si no tiene la naturaleza de una loba? ¿Qué oculta en su interior?Mis pensamientos se enredan como las ramas de los árboles. Si la manada descubre la verdad, ¿cómo reaccionarán? ¿Aceptarán a Victoria como su líder, o la rechazarán por no ser lo que se espera de una luna? Los conflictos se avecinan, y yo, como su compañero, me siento atrapado entre lealtades y secretos.Quizás la respuesta esté en la l
ZARCOYa no se que pasa, desde cuanto mi mundo se volvió esto. Siento que un charco se interpone entre Morgana y yo, no, es un mundo entero porque no se quien es esta mujer. Mis límites ondulan, como si luchara contra una corriente invisible. Morgana, con los ojos enrojecidos y la voz entrecortada, me suplica que la libere.—"¿Por qué haces esto?" —murmuro— " ¿Qué es lo que pretendes Morgana?"Morgana me mira con determinación.—"Porque tú amas a Victoria"— responde— "Anoche, todo quedó claro entre nosotros. No puedes retenerme aquí".Titubeo, mis aguas agitándose.—"Pero piensa en las consecuencias"—le digo— "Nuestro hijo... ¿no merece crecer con ambos padres presentes?"Morgana aprieta los puños.—"Victoria es la culpable de todo"— dice con firmeza—"Y no puedo quedarme aquí, atrapada en esta habitación. No puedo soportar ver cómo me desgarras por dentro".Me estremezco.—"¿Celos?" —murmuro— "¿Es eso lo que sientes?"Morgana asiente.—"Sí. Celos y miedo. Pero también amor. No quiero
VICTORIAMe levanto de la cama con los ojos hinchados, el peso de la noche sin sueño aún sobre mí. El agua caliente de la ducha me envuelve, pero no logra disipar la tensión que se ha instalado en mi pecho. El café humeante en la taza apenas toca mis labios, pero no puedo saborearlo. Mi mente sigue girando en torno a las palabras que le confesé a Zarco: "No tengo una loba interior". ¿Cómo podría tenerla? No soy como los demás. No tengo esa dualidad, esa bestia que se agita bajo la piel.Salgo al balcón, el aire fresco de la mañana acaricia mi rostro. Miro hacia abajo, a las calles que se despiertan lentamente. ¿Qué pensará Zarco? ¿Se sentirá traicionado? ¿Se alejará de mí? La madre de Zarco, siempre me trato con agrado. ¿Qué dirá ahora? ¿Me culpará por romper lo que habíamos construido entre nosotros?Las luces de la ciudad parpadean como estrellas distantes. Me pregunto si alguna de ellas ha visto a alguien como yo antes. Alguien que no encaja en los moldes preestablecidos. Alguien q
VICTORIAMientras voy en el auto con mi mamá camino al hospital, siento una mezcla de emociones. La sorpresa inicial de descubrir que estoy embarazada aún me parece irreal. Recuerdo la expresión de mi papá cuando se lo dije, fue como si le hubieran dado un golpe, pero luego sonrió y me abrazó. Mi mamá también me abrazó y me dijo que todo saldrá bien.Pero ahora, mientras vamos en el auto, siento ansiedad. Me preocupa que algo salga mal, que mi bebé esté en peligro. La pelea con Morgana me tiene nerviosa, no quiero que mi hijo sufra las consecuencias de nuestras discusiones.Pienso en todo lo que debo hacer, en cómo debo cuidarme, en cómo debo prepararme para ser madre. Me siento abrumada, pero al mismo tiempo, siento una sensación de alegría y esperanza. Voy a ser madre, voy a tener un bebé que depende de mí y es del hombre que yo amo.Miro a mi mamá y siento gratitud, ella siempre ha estado ahí para mí, y ahora más que nunca. Me da la mano y me sonríe, como si supiera exactamente lo
VICTORIASiento un nudo en mi estómago mientras miro a Zarco, su mirada intensa y curiosa me hace sentir incómoda. Me pregunto ¿Cómo va a reaccionar? ¿me va a despreciar? A condenar. Trato de mantener la calma, pero mi corazón late con fuerza en mi pecho.Zarco me pregunta de nuevo, su voz suave pero firme.—Victoria, ¿estás embarazada? —Me siento petrificada, no sé qué decir. Quiero confesar la verdad, pero algo me detiene. El miedo a su reacción, el miedo a perderlo.Me quedo callada, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Pero Zarco no se da por vencido. Se arrima a mí, toma mi brazo y me mira a los ojos.—Victoria, dime la verdad. ¿Estás embarazada? —Su voz es suave, pero llena de determinación.Siento que mi mundo se derrumba. No sé qué hacer. Quiero confesar, pero mi miedo es más fuerte. Me siento atrapada, sin saber qué camino tomar. La mirada de Zarco me hace sentir vulnerable, expuesta. No sé qué va a pasar si le digo la verdad.La escena es caótica. Mi madre sale del
ZARCOMe siento confundido, ansioso y preocupado al creer que Victoria puede estar embarazada. Mi mente es un torbellino de emociones y pensamientos. Me pregunto cómo es posible que esté embarazada, si nosotros dos si bien hemos tenido intimidad, fue apenas un par de dias Me siento perdido y sin saber qué hacer.Al ver que Victoria se aleja, intento ir tras de ella, pero Ian me sujeta y me dice que la deje tranquila. Me siento frustrado y enojado, quiero saber qué está pasando y por qué Victoria se comporta de esa manera.—"¡Suélteme!", le grito a Ian, intentando zafarme de su agarre.—"Zarco, cálmate"— me dice Ian, con una voz tranquila—Las cosas no pueden siempre solucionarse con violencia y fuerza".Me siento rabioso y confundido, no sé qué hacer ni qué pensar. Mi mente es un caos de emociones y pensamientos. Me pregunto si Morgana también está embarazada, y si es así, qué significa eso para mí y para mi relación con Victoria.Me siento atrapado en una situación que no sé cómo mane