ZARCOMe siento confundido, ansioso y preocupado al creer que Victoria puede estar embarazada. Mi mente es un torbellino de emociones y pensamientos. Me pregunto cómo es posible que esté embarazada, si nosotros dos si bien hemos tenido intimidad, fue apenas un par de dias Me siento perdido y sin saber qué hacer.Al ver que Victoria se aleja, intento ir tras de ella, pero Ian me sujeta y me dice que la deje tranquila. Me siento frustrado y enojado, quiero saber qué está pasando y por qué Victoria se comporta de esa manera.—"¡Suélteme!", le grito a Ian, intentando zafarme de su agarre.—"Zarco, cálmate"— me dice Ian, con una voz tranquila—Las cosas no pueden siempre solucionarse con violencia y fuerza".Me siento rabioso y confundido, no sé qué hacer ni qué pensar. Mi mente es un caos de emociones y pensamientos. Me pregunto si Morgana también está embarazada, y si es así, qué significa eso para mí y para mi relación con Victoria.Me siento atrapado en una situación que no sé cómo mane
ZARCOMe quedo sin aliento mientras Victoria me mira con esos ojos profundos y me confiesa que está embarazada. Siento como si el mundo se detuviera a mi alrededor y todo lo que existe es este momento, esta mirada, estas palabras.Me invade una mezcla de emociones: sorpresa, alegría, miedo, responsabilidad... No sé cómo procesar todo lo que siento. Mi mente es un torbellino de pensamientos y preguntas. ¿Un hijo? ¿Un nuevo ser que depende de mí? ¿Estoy listo para ser padre de dos hijos al tiempo?Pero al mismo tiempo, siento una profunda conexión con Victoria. Sé que esto es algo que compartimos, algo que nos une de una manera que nunca antes hemos experimentado. Quiero abrazarla, protegerla, cuidarla... y cuidar a nuestro hijo.En este momento, sé que mi vida está a punto de cambiar para siempre. Y aunque siento miedo, también siento una emoción que nunca había sentido antes: la emoción de ser padre, de crear vida, de dejar una huella en este mundo.—Perdóname Zarco—pide ella llorando
ZARCOBusco la salida de la habitación de Victoria, pero antes me detengo y le digo:—Tenemos que hablar, pero calmadamente—Ella asiente con la cabeza y me dice que está bien.Luego le digo.—Tengo algo importante que resolver en la empresa, pero te llamaré—Me acerco a ella y le doy un beso casto en los labios—Tú no eres eso, Victoria. Pero entiendo tu manera de actuar".Me doy cuenta de que aún estoy procesando todo lo que ha pasado, pero quiero que sepa que no la juzgo por lo que hizo. Quiero entenderla, quiero conocerla mejor.Con ese beso casto, quiero transmitirle que estoy dispuesto a darle una oportunidad, a escucharla y a entenderla. Aunque todavía tengo muchas preguntas y dudas, quiero que sepa que estoy dispuesto a trabajar en esto, en nosotros."¿Un hijo? ¿Con Victoria? No puedo creerlo. Me siento... confundido, abrumado. No sé si estoy listo para ser padre. Pero al mismo tiempo, siento una sensación de responsabilidad, de querer proteger y cuidar a ese ser que está por ven
ZARCOConduzco directo a la casa de Morgana, mi corazón late con rabia contenida. No sé por qué siento esta furia, solo sé que tiembla todo por dentro, como si mi alma estuviera en llamas. Necesito hablar con Morgana, ahora mismo o estallare, de eso estoy seguro. La ira me consume, me ahoga, me impide pensar con claridad.Mientras manejo, mis manos aprietan el volante con fuerza, mis nudillos blancos de tensión. Mi mente es un torbellino de emociones, pero no hay pensamientos claros, solo una sensación de abrumadora furia.Llego a la casa de Morgana, me bajo del auto y camino hacia la puerta. Mi corazón late con fuerza, mi respiración es agitada. Necesito desahogarme, necesito explicarle lo que siento, aunque no sé qué es exactamente.Calmate.Pide mi lobo, pero no puedo porque estoy casi fuera de control..Entro a la casa sin permiso, mi furia y desesperación me impulsan a buscar a Morgana sin importarme nada más. La primera persona que veo es la mamá de Morgana, quien me mira sorpre
ZARCOMorgana se ve impactada, su rostro pálido, y comienza a hablar, pero no puedo escuchar sus excusas. Siento que entre al mar y tengo encima mil toneladas de agua.—"Tú me engañaste—le digo, mi voz llena de dolor y rabia— "Sabes que no estás embarazada. ¿Por qué me mentiste?"Morgana intenta hablar, pero no puedo escucharla. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la casa, necesito hablar con sus padres.Los encuentro en la sala, sentados en el sofá. Me miran con preocupación, saben que algo está mal.—"¿Qué pasa, Zarco?" —me pregunta el señor.—"¿Sabían que Morgana no está embarazada?" —les pregunto, mi voz dura.La señora se ve sorprendida, pero el señor intenta explicar.—"No sabíamos nada, Zarco. ¿Qué pasó?"Les muestro el resultado de la prueba de embarazo.—"Esto es lo que pasó. Morgana me mintió, me engañó. ¿Por qué?"El señor se ve avergonzado, la señora intenta hablar, pero no puedo escucharlas. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta.—"Zarco, espera"— me dice el señor.
MORGANAMientras mis ojos arden de ira, mis manos se mueven con una fuerza incontrolable, destruyendo todo a mi paso. La sala, todo lo vuelvo mierda, ya que mis pensamientos me recordan mi fracaso, mi debilidad, se desmoronan bajo mis dedos. La madera se astilla, el metal se dobla, y yo siento un grito de rabia creciendo en mi pecho.Mis padres me miran, horrorizados, pero no pueden detenerme. No pueden calmar la tormenta que se ha desatado dentro de mí. Todo se derrumba, todo se destruye, y yo soy la furia personificada.Tengo rabia por Zarco, ese hombre que me prometió el mundo y me mintió, me engañó, me utilizó. Sabe la verdad, que nunca estuve embarazada, ya no es la clave para mi poder, y ahora todo se ha venido abajo.Mi mente es un torbellino de ira, de resentimiento, de dolor. No puedo pensar, no puedo razonar. Solo puedo destruir, solo puedo sentir la rabia que me consume.Y así, con cada cosa de la sala lo destruyo, con cada pedazo de mi sueño que se desmorona, siento que me
VICTORIAEstoy en mi lugar seguro, rodeada de pinceles y lienzos, sumergida en el mundo del arte. La pintura es mi escape, mi refugio. Me permite expresar mis emociones y olvidar mis preocupaciones. Mi corazón late con una sensación de libertad, ya que finalmente le confesé a Zarco que estoy embarazada. Me siento aliviada de haber compartido mi secreto con él.De repente, escucho la puerta abrirse y mi mamá y papá entran en la habitación. Me sorprende verlos aquí, ya que pensé que estaba sola en mi lugar seguro."Mamá, papá... ¿Qué hacen aquí?" — pregunto, un poco confundida.Mi mamá se acerca a mí con una sonrisa cálida.—"Victoria, queremos hablar contigo sobre algo importante".Antes de que puedan decir algo más, suena el teléfono. Me levanto para contestar, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión. ¿Quién podría estar llamando en este momento?Contesto el teléfono y escucho la voz preocupada de la mamá de Zarco.—"Victoria, ¿sabes algo de Zarco?" — pregunta.Siento un nudo e
VICTORIAMiro a Zarco y le pregunto.— ¿Qué pasa, Zarco? ¿Por qué no quieres hablar de Morgana? —se ve muy mal.Zarco suspira y me responde:—No quiero hablar de ella, no quiero hablar de los problemas que estamos teniendo. Ya no puedo más.—¿Qué quieres hacer entonces? —le pregunto porque no quiero ser mas un problema para el.—No sé... cualquier cosa que me ayude a despejar la cabeza. Solo quiero estar contigo—me dice.—Vamos, levántate—le sonrio tomándolo de la mano y se sorprende por mi repentino gesto.—¿Para dónde vamos? —tira deteniéndome, mientras me pregunta.Sonrío misteriosamente y le respondo.—Tranquilo, déjate llevar. Conozco un lugar donde podemos estar tranquilos los dos.Mientras conduzco, se hace un silencio, no me gustan los silencios, porque eso nos hace pensar mucho y no quiero pensar mas en estas cosas que nos están haciendo daño.—"¿Me cuentas una historia de cuando eras niño, algo que te haya pasado y te haya marcado?"Zarco se queda pensativo por un momento y