ZARCOConduzco directo a la casa de Morgana, mi corazón late con rabia contenida. No sé por qué siento esta furia, solo sé que tiembla todo por dentro, como si mi alma estuviera en llamas. Necesito hablar con Morgana, ahora mismo o estallare, de eso estoy seguro. La ira me consume, me ahoga, me impide pensar con claridad.Mientras manejo, mis manos aprietan el volante con fuerza, mis nudillos blancos de tensión. Mi mente es un torbellino de emociones, pero no hay pensamientos claros, solo una sensación de abrumadora furia.Llego a la casa de Morgana, me bajo del auto y camino hacia la puerta. Mi corazón late con fuerza, mi respiración es agitada. Necesito desahogarme, necesito explicarle lo que siento, aunque no sé qué es exactamente.Calmate.Pide mi lobo, pero no puedo porque estoy casi fuera de control..Entro a la casa sin permiso, mi furia y desesperación me impulsan a buscar a Morgana sin importarme nada más. La primera persona que veo es la mamá de Morgana, quien me mira sorpre
ZARCOMorgana se ve impactada, su rostro pálido, y comienza a hablar, pero no puedo escuchar sus excusas. Siento que entre al mar y tengo encima mil toneladas de agua.—"Tú me engañaste—le digo, mi voz llena de dolor y rabia— "Sabes que no estás embarazada. ¿Por qué me mentiste?"Morgana intenta hablar, pero no puedo escucharla. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la casa, necesito hablar con sus padres.Los encuentro en la sala, sentados en el sofá. Me miran con preocupación, saben que algo está mal.—"¿Qué pasa, Zarco?" —me pregunta el señor.—"¿Sabían que Morgana no está embarazada?" —les pregunto, mi voz dura.La señora se ve sorprendida, pero el señor intenta explicar.—"No sabíamos nada, Zarco. ¿Qué pasó?"Les muestro el resultado de la prueba de embarazo.—"Esto es lo que pasó. Morgana me mintió, me engañó. ¿Por qué?"El señor se ve avergonzado, la señora intenta hablar, pero no puedo escucharlas. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta.—"Zarco, espera"— me dice el señor.
MORGANAMientras mis ojos arden de ira, mis manos se mueven con una fuerza incontrolable, destruyendo todo a mi paso. La sala, todo lo vuelvo mierda, ya que mis pensamientos me recordan mi fracaso, mi debilidad, se desmoronan bajo mis dedos. La madera se astilla, el metal se dobla, y yo siento un grito de rabia creciendo en mi pecho.Mis padres me miran, horrorizados, pero no pueden detenerme. No pueden calmar la tormenta que se ha desatado dentro de mí. Todo se derrumba, todo se destruye, y yo soy la furia personificada.Tengo rabia por Zarco, ese hombre que me prometió el mundo y me mintió, me engañó, me utilizó. Sabe la verdad, que nunca estuve embarazada, ya no es la clave para mi poder, y ahora todo se ha venido abajo.Mi mente es un torbellino de ira, de resentimiento, de dolor. No puedo pensar, no puedo razonar. Solo puedo destruir, solo puedo sentir la rabia que me consume.Y así, con cada cosa de la sala lo destruyo, con cada pedazo de mi sueño que se desmorona, siento que me
VICTORIAEstoy en mi lugar seguro, rodeada de pinceles y lienzos, sumergida en el mundo del arte. La pintura es mi escape, mi refugio. Me permite expresar mis emociones y olvidar mis preocupaciones. Mi corazón late con una sensación de libertad, ya que finalmente le confesé a Zarco que estoy embarazada. Me siento aliviada de haber compartido mi secreto con él.De repente, escucho la puerta abrirse y mi mamá y papá entran en la habitación. Me sorprende verlos aquí, ya que pensé que estaba sola en mi lugar seguro."Mamá, papá... ¿Qué hacen aquí?" — pregunto, un poco confundida.Mi mamá se acerca a mí con una sonrisa cálida.—"Victoria, queremos hablar contigo sobre algo importante".Antes de que puedan decir algo más, suena el teléfono. Me levanto para contestar, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión. ¿Quién podría estar llamando en este momento?Contesto el teléfono y escucho la voz preocupada de la mamá de Zarco.—"Victoria, ¿sabes algo de Zarco?" — pregunta.Siento un nudo e
VICTORIAMiro a Zarco y le pregunto.— ¿Qué pasa, Zarco? ¿Por qué no quieres hablar de Morgana? —se ve muy mal.Zarco suspira y me responde:—No quiero hablar de ella, no quiero hablar de los problemas que estamos teniendo. Ya no puedo más.—¿Qué quieres hacer entonces? —le pregunto porque no quiero ser mas un problema para el.—No sé... cualquier cosa que me ayude a despejar la cabeza. Solo quiero estar contigo—me dice.—Vamos, levántate—le sonrio tomándolo de la mano y se sorprende por mi repentino gesto.—¿Para dónde vamos? —tira deteniéndome, mientras me pregunta.Sonrío misteriosamente y le respondo.—Tranquilo, déjate llevar. Conozco un lugar donde podemos estar tranquilos los dos.Mientras conduzco, se hace un silencio, no me gustan los silencios, porque eso nos hace pensar mucho y no quiero pensar mas en estas cosas que nos están haciendo daño.—"¿Me cuentas una historia de cuando eras niño, algo que te haya pasado y te haya marcado?"Zarco se queda pensativo por un momento y
VICTORIAMientras estamos en el lago, Zarco y yo empezamos a jugar. Nos reímos y nos divertimos, disfrutando del agua tibia y relajante. Me siento viva y libre, sin preocupaciones ni estrés.El agua es suave y sedosa, como una caricia en mi piel. Me gusta sentir cómo se desliza sobre mí, cubriéndome y envolviéndome en su calor.Zarco me mira con una sonrisa pícara y me saca la tira del bikini hacia abajo. Me río y trato de cubrirme, pero él me atrapa y me hunde en el agua. Me siento un poco incómoda, pero también emocionada.Cuando salgo a la superficie, Zarco me está esperando con una sonrisa. Me abraza y me besa, y yo siento un escalofrío de placer. El agua nos rodea, y nos sentimos como si estuviéramos en nuestro propio mundo.Jugamos y nos divertimos durante un rato, hasta que finalmente nos cansamos y nos sentamos en una roca en el borde del lago. Nos miramos y sonreímos, disfrutando del momento.—"Me encanta esto"— le digo a Zarco— "Me siento tan viva y libre".Zarco me mira con
VICTORIADespués de pasar un rato en el bosque, estamos en mi casa, acostados en la comodidad de mi cama y no borro la sonrisa estúpida que tengo en mis labios por el momento de pasión entre Zarco y yo.—Victoria, ¿vas a retomar tu trabajo en la escuela? —me pregunta Zarco, su mirada llena de preocupación.—"No, por ahora no"— respondo, sintiendo un alivio al decirlo en voz alta—debido a como sucedieron las cosas y mi embarazo prefiero tomarme un descando.—"Me parece muy bien"— dice él, sonriendo—"Necesitas descansar y cuidarte, especialmente con el embarazo en camino.Me siento agradecida por su comprensión y apoyo. Zarco se acerca a mí y me besa suavemente en los labios. Luego, desliza su mano sobre mi estómago, acariciándolo con ternura.—"Me siento muy bien saber que vas a ser la madre de mi hijo"— dice, su voz llena de emoción.Siento un nudo en la garganta, emocionada por sus palabras.—Yo también estoy emocionada"—respondo, mi voz temblando ligeramente.—"¿Tienes miedo?" —me p
VICTORIAEstoy sentada en la sala de la casa de Zarco, con sus padres frente a mí. Mi corazón late con fuerza en mi pecho, y puedo sentir las mariposas revoloteando en mi estómago. Sé que tengo que confesarles una verdad, una verdad que puede cambiar todo.Miro a Zarco, que me sonríe tranquilizadoramente, pero puedo ver la preocupación en sus ojos. También él sabe que esto no va a ser fácil.Sus padres me miran con expectación, sin saber qué está por venir. Me siento como si estuviera a punto de saltar de un precipicio sin saber si habrá algo que me sostenga al otro lado.Mi mente es un torbellino de emociones y pensamientos. Me siento nerviosa, ansiosa, asustada. No sé cómo decirlo, no sé cómo reaccionarán. ¿Se enfadarán? ¿Me rechazarán? ¿Me amarán igual?Puedo sentir las lágrimas acumulándose en mis ojos, pero trato de mantener la calma. Respiro profundo y trato de encontrar las palabras adecuadas. Pero no las encuentro. No sé por dónde empezar.Zarco me aprieta la mano, como si tra