VICTORIAEstoy en mi lugar seguro, rodeada de pinceles y lienzos, sumergida en el mundo del arte. La pintura es mi escape, mi refugio. Me permite expresar mis emociones y olvidar mis preocupaciones. Mi corazón late con una sensación de libertad, ya que finalmente le confesé a Zarco que estoy embarazada. Me siento aliviada de haber compartido mi secreto con él.De repente, escucho la puerta abrirse y mi mamá y papá entran en la habitación. Me sorprende verlos aquí, ya que pensé que estaba sola en mi lugar seguro."Mamá, papá... ¿Qué hacen aquí?" — pregunto, un poco confundida.Mi mamá se acerca a mí con una sonrisa cálida.—"Victoria, queremos hablar contigo sobre algo importante".Antes de que puedan decir algo más, suena el teléfono. Me levanto para contestar, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión. ¿Quién podría estar llamando en este momento?Contesto el teléfono y escucho la voz preocupada de la mamá de Zarco.—"Victoria, ¿sabes algo de Zarco?" — pregunta.Siento un nudo e
VICTORIAMiro a Zarco y le pregunto.— ¿Qué pasa, Zarco? ¿Por qué no quieres hablar de Morgana? —se ve muy mal.Zarco suspira y me responde:—No quiero hablar de ella, no quiero hablar de los problemas que estamos teniendo. Ya no puedo más.—¿Qué quieres hacer entonces? —le pregunto porque no quiero ser mas un problema para el.—No sé... cualquier cosa que me ayude a despejar la cabeza. Solo quiero estar contigo—me dice.—Vamos, levántate—le sonrio tomándolo de la mano y se sorprende por mi repentino gesto.—¿Para dónde vamos? —tira deteniéndome, mientras me pregunta.Sonrío misteriosamente y le respondo.—Tranquilo, déjate llevar. Conozco un lugar donde podemos estar tranquilos los dos.Mientras conduzco, se hace un silencio, no me gustan los silencios, porque eso nos hace pensar mucho y no quiero pensar mas en estas cosas que nos están haciendo daño.—"¿Me cuentas una historia de cuando eras niño, algo que te haya pasado y te haya marcado?"Zarco se queda pensativo por un momento y
VICTORIAMientras estamos en el lago, Zarco y yo empezamos a jugar. Nos reímos y nos divertimos, disfrutando del agua tibia y relajante. Me siento viva y libre, sin preocupaciones ni estrés.El agua es suave y sedosa, como una caricia en mi piel. Me gusta sentir cómo se desliza sobre mí, cubriéndome y envolviéndome en su calor.Zarco me mira con una sonrisa pícara y me saca la tira del bikini hacia abajo. Me río y trato de cubrirme, pero él me atrapa y me hunde en el agua. Me siento un poco incómoda, pero también emocionada.Cuando salgo a la superficie, Zarco me está esperando con una sonrisa. Me abraza y me besa, y yo siento un escalofrío de placer. El agua nos rodea, y nos sentimos como si estuviéramos en nuestro propio mundo.Jugamos y nos divertimos durante un rato, hasta que finalmente nos cansamos y nos sentamos en una roca en el borde del lago. Nos miramos y sonreímos, disfrutando del momento.—"Me encanta esto"— le digo a Zarco— "Me siento tan viva y libre".Zarco me mira con
VICTORIADespués de pasar un rato en el bosque, estamos en mi casa, acostados en la comodidad de mi cama y no borro la sonrisa estúpida que tengo en mis labios por el momento de pasión entre Zarco y yo.—Victoria, ¿vas a retomar tu trabajo en la escuela? —me pregunta Zarco, su mirada llena de preocupación.—"No, por ahora no"— respondo, sintiendo un alivio al decirlo en voz alta—debido a como sucedieron las cosas y mi embarazo prefiero tomarme un descando.—"Me parece muy bien"— dice él, sonriendo—"Necesitas descansar y cuidarte, especialmente con el embarazo en camino.Me siento agradecida por su comprensión y apoyo. Zarco se acerca a mí y me besa suavemente en los labios. Luego, desliza su mano sobre mi estómago, acariciándolo con ternura.—"Me siento muy bien saber que vas a ser la madre de mi hijo"— dice, su voz llena de emoción.Siento un nudo en la garganta, emocionada por sus palabras.—Yo también estoy emocionada"—respondo, mi voz temblando ligeramente.—"¿Tienes miedo?" —me p
VICTORIAEstoy sentada en la sala de la casa de Zarco, con sus padres frente a mí. Mi corazón late con fuerza en mi pecho, y puedo sentir las mariposas revoloteando en mi estómago. Sé que tengo que confesarles una verdad, una verdad que puede cambiar todo.Miro a Zarco, que me sonríe tranquilizadoramente, pero puedo ver la preocupación en sus ojos. También él sabe que esto no va a ser fácil.Sus padres me miran con expectación, sin saber qué está por venir. Me siento como si estuviera a punto de saltar de un precipicio sin saber si habrá algo que me sostenga al otro lado.Mi mente es un torbellino de emociones y pensamientos. Me siento nerviosa, ansiosa, asustada. No sé cómo decirlo, no sé cómo reaccionarán. ¿Se enfadarán? ¿Me rechazarán? ¿Me amarán igual?Puedo sentir las lágrimas acumulándose en mis ojos, pero trato de mantener la calma. Respiro profundo y trato de encontrar las palabras adecuadas. Pero no las encuentro. No sé por dónde empezar.Zarco me aprieta la mano, como si tra
VICTORIAEstoy en un bosque tenebroso, rodeada de árboles que parecen extender sus ramas hacia mí como dedos esqueléticos. El frío es intenso, me penetra hasta los huesos. La oscuridad es total, no puedo ver nada más allá de unos pasos. Me siento como si estuviera caminando a través de una niebla espesa, sin saber qué hay delante de mí.Los árboles parecen cerrarse sobre mí, sus ramas crujen y se inclinan hacia abajo, como si estuvieran tratando de atraparme. El viento susurra entre las hojas, creando un sonido que me eriza la piel. Me siento vulnerable, expuesta a cualquier peligro que pueda acechar en la oscuridad.El suelo es húmedo y resbaloso, me cuesta mantener el equilibrio. Me siento como si estuviera caminando sobre una capa de hielo, sin saber cuándo voy a resbalar y caer. La oscuridad es tan densa que me cuesta respirar, me siento como si estuviera siendo aplastada por una fuerza invisible.La sensación de miedo es abrumadora, me sofoca. Me siento como si estuviera siendo p
VICTORIAMientras estoy sentada en mi sala, con Morgana frente a mí, puedo sentir su mirada clavada en mí como un cuchillo. Sus ojos están llenos de furia y odio, y puedo ver la ira contenida en su rostro. Me siento como si estuviera en peligro, como si ella fuera capaz de hacerme daño en cualquier momento.Mi embarazo me hace sentir vulnerable, y la mirada de Morgana me hace sentir aún más expuesta. Me preocupa que ella pueda hacerle daño a mi bebé, que pueda intentar lastimarme a mí también. Me siento atrapada, sin saber qué hacer para protegerme a mí misma y a mi hijo.La mirada de Morgana es como una sombra oscura que se cierne sobre mí, me hace sentir que estoy caminando sobre un terreno inestable. Me pregunto qué la ha llevado a sentir tanto odio hacia mí, qué he hecho para merecer su ira.Me siento débil y asustada, mi corazón late con fuerza en mi pecho. Quiero proteger a mi bebé, quiero mantenerlo a salvo de la furia de Morgana. Pero no sé cómo, no sé qué hacer para detenerla
ZARCOConduzco mi auto, sumergido en mis pensamientos, mientras la música suena en el fondo. Acabo de dejar a Victoria, y no puedo sacarla de mi mente. Recuerdo los momentos que hemos compartido, su sonrisa, su risa, su mirada. Y ahora, está embarazada de mi hijo. Me siento responsable, me siento orgulloso.Pero también pienso en el tema de la manada. Debo encontrar una manera de resolverlo, de mantener la paz y la estabilidad. Pero hay algo más importante que debo hacer primero: finiquitar las cosas con Morgana.Después del engaño, mis sentimientos hacia ella murieron. No siento nada por ella, solo rabia y decepción. Debo dejar las cosas claras, debo hacerle saber que no hay nada entre nosotros, que no hay futuro para nosotros.Mientras conduzco, pienso en cómo abordar la situación. Debo ser claro, directo, sin rodeos. No puedo permitir que Morgana siga pensando que hay algo entre nosotros. Debo cerrar esa puerta, debo hacerle saber que mi corazón pertenece a Victoria, que mi futuro