VICTORIAMientras voy en el auto con mi mamá camino al hospital, siento una mezcla de emociones. La sorpresa inicial de descubrir que estoy embarazada aún me parece irreal. Recuerdo la expresión de mi papá cuando se lo dije, fue como si le hubieran dado un golpe, pero luego sonrió y me abrazó. Mi mamá también me abrazó y me dijo que todo saldrá bien.Pero ahora, mientras vamos en el auto, siento ansiedad. Me preocupa que algo salga mal, que mi bebé esté en peligro. La pelea con Morgana me tiene nerviosa, no quiero que mi hijo sufra las consecuencias de nuestras discusiones.Pienso en todo lo que debo hacer, en cómo debo cuidarme, en cómo debo prepararme para ser madre. Me siento abrumada, pero al mismo tiempo, siento una sensación de alegría y esperanza. Voy a ser madre, voy a tener un bebé que depende de mí y es del hombre que yo amo.Miro a mi mamá y siento gratitud, ella siempre ha estado ahí para mí, y ahora más que nunca. Me da la mano y me sonríe, como si supiera exactamente lo
VICTORIASiento un nudo en mi estómago mientras miro a Zarco, su mirada intensa y curiosa me hace sentir incómoda. Me pregunto ¿Cómo va a reaccionar? ¿me va a despreciar? A condenar. Trato de mantener la calma, pero mi corazón late con fuerza en mi pecho.Zarco me pregunta de nuevo, su voz suave pero firme.—Victoria, ¿estás embarazada? —Me siento petrificada, no sé qué decir. Quiero confesar la verdad, pero algo me detiene. El miedo a su reacción, el miedo a perderlo.Me quedo callada, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Pero Zarco no se da por vencido. Se arrima a mí, toma mi brazo y me mira a los ojos.—Victoria, dime la verdad. ¿Estás embarazada? —Su voz es suave, pero llena de determinación.Siento que mi mundo se derrumba. No sé qué hacer. Quiero confesar, pero mi miedo es más fuerte. Me siento atrapada, sin saber qué camino tomar. La mirada de Zarco me hace sentir vulnerable, expuesta. No sé qué va a pasar si le digo la verdad.La escena es caótica. Mi madre sale del
ZARCOMe siento confundido, ansioso y preocupado al creer que Victoria puede estar embarazada. Mi mente es un torbellino de emociones y pensamientos. Me pregunto cómo es posible que esté embarazada, si nosotros dos si bien hemos tenido intimidad, fue apenas un par de dias Me siento perdido y sin saber qué hacer.Al ver que Victoria se aleja, intento ir tras de ella, pero Ian me sujeta y me dice que la deje tranquila. Me siento frustrado y enojado, quiero saber qué está pasando y por qué Victoria se comporta de esa manera.—"¡Suélteme!", le grito a Ian, intentando zafarme de su agarre.—"Zarco, cálmate"— me dice Ian, con una voz tranquila—Las cosas no pueden siempre solucionarse con violencia y fuerza".Me siento rabioso y confundido, no sé qué hacer ni qué pensar. Mi mente es un caos de emociones y pensamientos. Me pregunto si Morgana también está embarazada, y si es así, qué significa eso para mí y para mi relación con Victoria.Me siento atrapado en una situación que no sé cómo mane
ZARCOMe quedo sin aliento mientras Victoria me mira con esos ojos profundos y me confiesa que está embarazada. Siento como si el mundo se detuviera a mi alrededor y todo lo que existe es este momento, esta mirada, estas palabras.Me invade una mezcla de emociones: sorpresa, alegría, miedo, responsabilidad... No sé cómo procesar todo lo que siento. Mi mente es un torbellino de pensamientos y preguntas. ¿Un hijo? ¿Un nuevo ser que depende de mí? ¿Estoy listo para ser padre de dos hijos al tiempo?Pero al mismo tiempo, siento una profunda conexión con Victoria. Sé que esto es algo que compartimos, algo que nos une de una manera que nunca antes hemos experimentado. Quiero abrazarla, protegerla, cuidarla... y cuidar a nuestro hijo.En este momento, sé que mi vida está a punto de cambiar para siempre. Y aunque siento miedo, también siento una emoción que nunca había sentido antes: la emoción de ser padre, de crear vida, de dejar una huella en este mundo.—Perdóname Zarco—pide ella llorando
ZARCOBusco la salida de la habitación de Victoria, pero antes me detengo y le digo:—Tenemos que hablar, pero calmadamente—Ella asiente con la cabeza y me dice que está bien.Luego le digo.—Tengo algo importante que resolver en la empresa, pero te llamaré—Me acerco a ella y le doy un beso casto en los labios—Tú no eres eso, Victoria. Pero entiendo tu manera de actuar".Me doy cuenta de que aún estoy procesando todo lo que ha pasado, pero quiero que sepa que no la juzgo por lo que hizo. Quiero entenderla, quiero conocerla mejor.Con ese beso casto, quiero transmitirle que estoy dispuesto a darle una oportunidad, a escucharla y a entenderla. Aunque todavía tengo muchas preguntas y dudas, quiero que sepa que estoy dispuesto a trabajar en esto, en nosotros."¿Un hijo? ¿Con Victoria? No puedo creerlo. Me siento... confundido, abrumado. No sé si estoy listo para ser padre. Pero al mismo tiempo, siento una sensación de responsabilidad, de querer proteger y cuidar a ese ser que está por ven
ZARCOConduzco directo a la casa de Morgana, mi corazón late con rabia contenida. No sé por qué siento esta furia, solo sé que tiembla todo por dentro, como si mi alma estuviera en llamas. Necesito hablar con Morgana, ahora mismo o estallare, de eso estoy seguro. La ira me consume, me ahoga, me impide pensar con claridad.Mientras manejo, mis manos aprietan el volante con fuerza, mis nudillos blancos de tensión. Mi mente es un torbellino de emociones, pero no hay pensamientos claros, solo una sensación de abrumadora furia.Llego a la casa de Morgana, me bajo del auto y camino hacia la puerta. Mi corazón late con fuerza, mi respiración es agitada. Necesito desahogarme, necesito explicarle lo que siento, aunque no sé qué es exactamente.Calmate.Pide mi lobo, pero no puedo porque estoy casi fuera de control..Entro a la casa sin permiso, mi furia y desesperación me impulsan a buscar a Morgana sin importarme nada más. La primera persona que veo es la mamá de Morgana, quien me mira sorpre
ZARCOMorgana se ve impactada, su rostro pálido, y comienza a hablar, pero no puedo escuchar sus excusas. Siento que entre al mar y tengo encima mil toneladas de agua.—"Tú me engañaste—le digo, mi voz llena de dolor y rabia— "Sabes que no estás embarazada. ¿Por qué me mentiste?"Morgana intenta hablar, pero no puedo escucharla. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la casa, necesito hablar con sus padres.Los encuentro en la sala, sentados en el sofá. Me miran con preocupación, saben que algo está mal.—"¿Qué pasa, Zarco?" —me pregunta el señor.—"¿Sabían que Morgana no está embarazada?" —les pregunto, mi voz dura.La señora se ve sorprendida, pero el señor intenta explicar.—"No sabíamos nada, Zarco. ¿Qué pasó?"Les muestro el resultado de la prueba de embarazo.—"Esto es lo que pasó. Morgana me mintió, me engañó. ¿Por qué?"El señor se ve avergonzado, la señora intenta hablar, pero no puedo escucharlas. Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta.—"Zarco, espera"— me dice el señor.
MORGANAMientras mis ojos arden de ira, mis manos se mueven con una fuerza incontrolable, destruyendo todo a mi paso. La sala, todo lo vuelvo mierda, ya que mis pensamientos me recordan mi fracaso, mi debilidad, se desmoronan bajo mis dedos. La madera se astilla, el metal se dobla, y yo siento un grito de rabia creciendo en mi pecho.Mis padres me miran, horrorizados, pero no pueden detenerme. No pueden calmar la tormenta que se ha desatado dentro de mí. Todo se derrumba, todo se destruye, y yo soy la furia personificada.Tengo rabia por Zarco, ese hombre que me prometió el mundo y me mintió, me engañó, me utilizó. Sabe la verdad, que nunca estuve embarazada, ya no es la clave para mi poder, y ahora todo se ha venido abajo.Mi mente es un torbellino de ira, de resentimiento, de dolor. No puedo pensar, no puedo razonar. Solo puedo destruir, solo puedo sentir la rabia que me consume.Y así, con cada cosa de la sala lo destruyo, con cada pedazo de mi sueño que se desmorona, siento que me