ZARCOMe encuentro en mi oficina, rodeado de documentos que exigen mi atención. Los contratos, las cláusulas, las palabras impresas se mezclan en un torbellino. Pero mi mente no está aquí. Victoria, con su cabello y ojos de tormenta, aparece como un fantasma. La veo sonreír, siento su piel bajo mis dedos.Sin embargo, Morgana también está presente. Misteriosa, peligrosa. Como una sombra en la penumbra. ¿Cómo puedo amar a dos mujeres tan diferentes? ¿Cómo puedo ser padre de un hijo que aún no existe? Las contradicciones me atormentan, como un nudo en el estómago.Solo amas a una y después de darás cuenta de eso…Mi lobo no se calla, atormentándome.El que sea mi mate, no quiere decir que la ame.Estamos destinados idiota y nos toco la mejor del mundo.Me levanto de mi escritorio, camino hacia el mueble del licor y vierto un vaso de whisky. El líquido ámbar quema mi garganta, pero no apaga el fuego en mi interior. Quizás la respuesta está en la misericordia. En aceptar que el futuro es
VIKTORIATodo iba tan bien entre los dos, tanto que sentia que estábamos haciendo conexión, pero como siempre mi felicidad es muy limitada. Es por cortos periodos de tiempo que debo aprovechar porque en cualquier momento, llega este tipo de cosas que me dice, no, no mereces ser feliz.Zarco quiere ver mi loba, ¿Cuál loba?No tengo, aun no despierta…. Se que lo haria con un beso de verdad, pero mi pareja destinada no me ama y eso complica mas las cosas.La ausencia de mi loba interior es como un abismo en mi pecho, un eco de soledad que me persigue. Cada noche, cuando los otros lobos aúllan, siento una punzada de envidia. ¿Qué es tener una loba que te guíe, que te haga sentir parte de algo más grande?Quiero escuchar su voz.El miedo se enrosca en mis entrañas. ¿Y si me descubren? ¿Y si la manada me rechaza? No puedo soportar la idea de ser desterrada, de vagar sin rumbo, sin un lugar al que pertenecer. Pero también temo que, si revelo mi secreto, me verán como una aberración, una ame
VICTORIAEn este momento, me encuentro en mi habitacion, acostada en mi cama y con la mente en marte.Apenas si puedo procesar lo que acaba de decirme el doctor.. Respiro hondo, tratando de encontrar la valentía para enfrentar lo que está por venir. El doctor sigue allí, esperando. Las palabras flotan en el aire, pesadas y llenas de significado.Mi mente se llena de pensamientos contradictorios. Zarco, el hombre al que amo, no sabe nada y no puede enterarse tampoco. No sé cómo decirle que seremos padres. ¿Cómo reaccionará? ¿Aceptarán juntos esta nueva realidad o se desmoronará todo lo poquito que hemos construido porque apenas si nos soportamos o el me soporta a mi?Morgana también está esperando un hijo de el. Dos mujeres, dos secretos compartidos. La vida crece dentro de nosotras, y la incertidumbre también. Me siento al borde del abismo, pero en ese abismo también hay espacio para la esperanza. Quizás, en mi vulnerabilidad, encuentre la fuerza para enfrentar el futuro incierto. Así
VICTORIALa puerta de la oficina se abre con un crujido, y mi rabia se desata como un huracán. No pienso, simplemente yo me abalanzo hacia esa con ganas de destruirla.Morgana está allí, disfrutando de sus besos, de lo que yo quiero, no la soporto para nada y sin pensarlo, la tomo del cabello, la jalo hacia mí y le doy una bofetada que la hace retroceder. Sus ojos me miran con sorpresa y furia.Hasta yo me sorprendo de lo que hago pero no me detengo, le doy dos mas que le dejan la mejilla ardiendo y a mi la satisfacción en mi pecho latiéndome.—¿Qué te pasa—me grita—¿Quién te crees que eres?—Estúpida—le escupo—No tienes idea de lo que está en juego aquí, no quiero que te le vuelvas acercar a Zarco, porque es mio, me entiendes, miooooElla se recupera, su orgullo herido.—No seas idiota, que primero fui yo y no te atrevas a amenazarme", murmura.—No es una amenaza— le digo con voz helada—Es una promesa. No te vuelvas a acercar a él. No permitiré que destruyas lo que tenemos.—¿Qué tie
VICTORIAEl camino hacia el hospital de Alan está bordeado de árboles altos y frondosos. Cuando llego al hospital, el aire huele a desinfectante y a esperanza. Acaricio mi vientre, sintiendo la vida que crece dentro de mi y me encamino por el pasillo porque se donde esta su oficina.El edificio de ladrillos grises se alza imponente. El vestíbulo es amplio, con sillas de plástico azul y un mostrador de recepción. La secretaria, con gafas y una sonrisa amable, me indica que puedo pasar.Entro en la consulta de Alan. Las paredes están decoradas con diplomas y fotografías de su familia. El escritorio de madera está ordenado, con una computadora y un estetoscopio. Alan, con su bata blanca, me saluda con calidez.—Victoria, ¿cómo estás? —saluda, y su voz tranquiliza mis nervios.—Alan lamento molestarte. —Siempre estoy aquí para ti.—Gracias—el siempre tan cariñoso y en ocasiones como esta me pregunto porque la madre luna no nos emparejo a los dos— ¿Cómo estás.— ¡Victoria! Me alegra verte.
VICTORIASiento que me echan agua caliente encima con las palabras que suelta mi suegra.Tengo que mostrar mi loba, yo no puedo hacer eso y las personas justo ese día se darán cuenta que soy diferente. —¿Qué pasa Victoria? —pregunta mi suegra.—Nada—me pongo de pie con las manos temblorosas.—Hija, pero te pusiste pálida de un momento a otro—me toma de la mano que aprieta—y fría.—Yo, estoy bien, solo que no he dormido como se debe estas últimas horas.Me acaricia el brazo con ternura.—Hija, en verdad lo siento mucho, pero ven siéntate—lo hago y siento que el mundo se me esta cayendo a pedazos—cálmate, que se que todo se va a solucionar.—Si confió—deja un beso en mi coronilla de manera tierna que me saca una sonrisa.Ella es muy tierna. Amanda es la suegra que todos quisiéramos y no se si lo hace porque odia a Morgana, o porque realmente me aprecia. Sin embargo con la mente perdida comenzamos a hacer los preparativos para esa ceremonia y no se si decirle la verdad de una vez.Decir
ZARCOTengo muchas cosas en la cabeza, entre una de ellas es…—Zarco—es mi mejor amigo— déjame decirte algo sobre Victoria, esa mujer hay que hacerle un monumento.—No exageres—le digo porque se a que se refiere.—Tienes que reconocer que si no hubiese sido por ella, este contrato no lo conseguiríamos, además, Fue como si el universo hubiera alineado las estrellas solo para ella. Su energía, su pasión... todo eso, en conjunto la hace ver una maravillosa mujer. Y últimamente, he notado un cambio en ella. La veo más segura, más hermosa. ¿No lo sientes tú también?Me quedo mirandolo mientras tenemos el escritorio lleno de papeles.—Sí—no me queda mas que asentir—tienes razon Maximiliano. Es como si hubiera desplegado sus alas. Su belleza es tanto interna como externa. Y su amabilidad... es como un bálsamo para el alma. Creo que estamos viendo a una Victoria completamente diferente, y no puedo apartar la mirada.Tengo unos recuerdos calientes con ella que me ponen a mil, sinceramente mi h
ZARCOLa tensión en el aire es palpable mientras Morgana y yo nos enfrentamos a nuestras emociones.—Claro que quiero tener este hijo— le digo, pero sus ojos me escrutan con duda.—No parece así—responde ella—No te veo entusiasmado con la idea.Insisto, desesperado.—Te quiero, Morgana. Y también quiero a nuestro hijo. Pero hemos tenido demasiados problemas.Ella sacude la cabeza.—No quiero atarte con un hijo si no estás comprometido. Si ya no me amas, dejemos las cosas así."Morgana se sube al auto, pero antes de partir, me lanza una advertencia:—Si no formalizamos nuestra relación, me iré lejos y nunca verás a tu hijo."La amenaza de Morgana me ha deja aturdido. Mis ojos reflejan una mezcla de miedo y determinación. En ese momento, yo debp sopesar mi amor por ella y la responsabilidad hacia su hijo no nacido. Es un abismo emocional, y no hay respuestas fáciles. Pero algo en mi mirada dice que está dispuesto a luchar por ambos, aunque el camino sea incierto.—Me estas amenazando.L